La libertad de prensa es un derecho básico de las sociedades
modernas, es un termómetro que mide el nivel democrático de un país, ya que
garantiza la independencia informativa de los medios en favor de los
ciudadanos. Está amparada en el artículo 20 de la Constitución Española.
Observando estadísticas, vemos que España ocupa el puesto 34 de 180 en la clasificación de
Reporteros sin Ffronteras, en relación al nivel de libertad de prensa que hay
en el país; y para Freedom House, una agencia independiente (Aunque financiada
por el gobierno Estadounidense), ha
colocado a nuestro país en el puesto 52. Este ranking se realizó en diciembre
de 2013, y su directora augura una peor clasificación en 2014, rebajando a
España a la categoría de “libertad de prensa parcial”.
Actualmente vivimos
cambios estructurales en los modelos de los sistemas de comunicación
tradicionales. Aparte de la crisis económica general, los medios sufren su
propio declive económico fundamentalmente debido a la brutal caída de los
ingresos. ¿Cómo afecta esto a la libertad de los periodistas para informar?
¿Existe realmente libertad de prensa en España?
Antes de abordar ambas cuestiones vamos a situar lo que
nosotros, como estudiantes de periodismo, entendemos como libertad de prensa:
es aquella que garantiza la existencia de medios de comunicación independientes
de los poderes políticos y económicos, donde los periodistas tienen la libertad
de informar sobre cualquier tema o persona siempre que sea con veracidad,
profesionalidad y respeto. En nuestra opinión la libertad de prensa debe
proteger a los periodistas de las censuras y posibles represalias (que las hay)
que surjan en el desarrollo de su profesión. Los medios de comunicación, las
empresas y la política deben respetar y velar este derecho básico para
beneficiar el progreso social y cultural de un país.
Recientes casos hacen que nos planteemos si existe la
libertad de prensa en España:
Uno de los más
sonados es el de Pedro J. Ramírez, periodista de sobra conocido en nuestro país
que tras ser destituido de la dirección de “Diario 16”,
fundó el diario EL MUNDO en 1989 y ha sido su director los últimos 25
años. A finales de enero el consejo de administración de Unidad Editorial
(empresa editora de EL MUNDO) le destituyó de su cargo de director debido,
según ellos, a la mala situación económica del periódico y a la necesidad de un
cambio que garantizase ingresos.
Para muchos los verdaderos motivos del cese de Pedro J. son otros. Durante los últimos años EL
MUNDO se ha caracterizado por sacar a la
luz importantes revelaciones de gran trascendencia en nuestro país: destapó el
“caso Bárcenas”, una de las mayores redes de financiación ilegal a un partido
político, en este caso el PP. También publicó diferentes indagaciones sobre la trama “Nóos”,
un presunto caso de corrupción política en la que el yerno del Rey, Iñaki
Urdangarín, se encuentra imputado.
Estos dos episodios han sido determinantes en el cese de Ramírez.
La imagen pública del Partido Popular y de La Casa Real se ha visto
negativamente afectada por la publicación de esas informaciones, y han actuado
en consecuencia contra Pedro J. "El poder había convertido a El Mundo en un
apestado y las grandes empresas del Ibex -salvo honrosas excepciones- actuaron
en consecuencia", argumenta Pedro J. Ramírez para explicar su despido.
Que EL MUNDO no pasa su mejor momento económico es evidente,
casi ningún medio se salva de la profunda crisis de ingresos pero ¿Hasta qué
punto han influido las publicaciones del periódico en el cese de su director?
¿Seguiría Pedro J al frente de “El Mundo”,- a pesar de su situación económica-,
si hubiera sido más dócil con los poderosos?
Otro caso menos sonado en los medios convencionales es el del
periodista asturiano Xuan Cándano. Redactor de TVE Asturias desde 1985 y
director de la revista ATLÁNTICA XXII. Esta es una publicación bimensual sobre
información política, cultural y social que tiene cinco años de vida. ATLÁNTICA
XXII sacaba en portada de su número de
septiembre 2013: “UGT Sociedad Anónima,
un Sindicato Empresarial”. En un amplio reportaje de investigación, realizado
por el periodista Fernando Romero, se informaba sobre diferentes prácticas en
relación con la financiación del sindicato UGT, centrándose en la amplia red
empresarial que posé este sindicato.
Portada del nº 30 de ATLÁNTICA XXII
Exactamente ocho días después de la publicación de este
reportaje, TVE a petición de la sección sindical de UGT en dicha empresa
sancionó a Xuan Cándano con 20 días sin empleo y sueldo. Esta sanción vendría
impuesta, según TVE, por una supuesta incompatibilidad de Cándano por una productora
de noticias (BOCAMAR) que fundó y
dirigió entre los años 1990 y 1996 mientras estaba en excedencia de TVE. Cuando
dicha excedencia finalizó, la actividad de BOCAMAR cesó y Xuan Cándano regresó
a TVE. La productora lleva sin actividad desde el año 1996 pero no fue dada de
baja en el registro.
Tras conocerse la sanción a Cándano los apoyos llegaron de
forma inmediata. A parte de un manifiesto ciudadano firmado por más de medio
millar de personas, varios partidos políticos como IU, Foro Asturias o Los
Verdes, además de organizaciones como la Asociación de la Prensa de Oviedo han
apoyado públicamente a este periodista. Incluso UpyD y el portavoz
parlamentario de IU, Gaspar Llamazares, preguntaron en el congreso sobre el castigo
a Cándano.
La historia no acabó ahí. Xuan Cándano recurrió su sanción a
la justicia y a su vez denunció a UGT y
TVE por atentado al honor y a la libertad de expresión. En el juicio celebrado
el 10 de abril tuvo lugar una amplia concentración ciudadana en apoyo a
Cándano. La sentencia del juzgado 3 de lo social de Oviedo le dio la razón al
periodista y anulo la sanción impuesta a Cándano.
Los casos de Pedro J. y Xuan Cándano no son
los únicos en los que la libertad de prensa se ha visto cuestionada en nuestro
país. Existen muchos más episodios en
los que los periodistas han sufrido consecuencias negativas por dar
informaciones veraces que no contentaban a los poderosos. Uno de los
principales problemas es que la ciudadanía nunca llega a conocer esos casos ya
que los medios ocultan sus propias miserias de cara al exterior. Un aspecto
positivo de cara a ese desconocimiento
es el enorme desarrollo de las redes sociales, que pueden hacer llegar
cualquier historia a muchísimas personas. El caso de Cándano fue ignorado en los grandes medios
probablemente porque TVE Y UGT tienen mucho poder mediático en nuestro país.
Pero gracias al apoyo de la gente en twitter y Facebook muchas personas se
enteraron de lo que había pasado.
El problema de la libertad de prensa es que muchas veces no es del todo
compatible con la actividad empresarial de un medio de comunicación. Los medios
son empresas, y en la mayoría, su mayor fuente de ingresos es la publicidad. Si
por ejemplo un periódico publica informaciones criticando o poniendo en duda el
correcto funcionamiento de una gran empresa, y esta a su vez se publicita en ese diario, corre el riesgo de
que la empresa retire la publicidad y el periódico pierda mucho dinero. Los medios escritos no están en
una situación boyante como para perder ingresos, por eso en muchos casos
anteponen la publicidad a los contenidos libres.
La libertad de prensa necesita de una gran
red de empresas periodísticas que protejan a los periodistas y antepongan los
contenidos libres ofenda a quien ofenda. Evidentemente esas empresas deben ser
capaces de buscar fuentes de financiación porque la principal garantía de
independencia de cualquier medio es que
sea rentable.
Muchos periodistas deben hacer un ejercicio
de autocrítica en lo referente a la libertad de prensa. Algunos se autocensuran
a ellos mismos por propio miedo y un periodista siempre debe ser valiente.
Otros prefieren ser dóciles con el poder porque paradójicamente, en muchas
ocasiones los que ocupan los altos cargos en la dirección de los medios son
aquellos que se han plegado y han contentado a los poderosos. Los que cuentan
la verdad y ejercen la profesión con decencia y honradez- que son las
verdaderas bases del periodismo-, se pueden ver afectados profesionalmente.
En vista a los casos que hemos explicado:
¿Creéis que de verdad hay libertad de prensa en España? ¿Conocéis más casos de coacción o censura a los periodistas?
Xuan Fernández y David Galán 2ºD
¿Creéis que de verdad hay libertad de prensa en España? ¿Conocéis más casos de coacción o censura a los periodistas?
Xuan Fernández y David Galán 2ºD
Fuentes:
Me ha parecido muy interesante los ejemplos que habéis usado, y es desconcertante como la libertad de prensa está tocada por la presión que ejercen los propietarios de los medios, y la del Gobierno.
ResponderEliminarSe podría decir que la libertad de prensa son los ojos de la democracia, si no conocemos bien lo que ocurre, cómo podemos ejercer con responsabilidad nuestro derecho al voto!
Menos mal que aún hay periodistas que NO se quieren callar.
Sara Esteban Rodríguez
2ºD Periodismo.
No creo que haya libertad de prensa en España, ya se puede conprobar en los casos que habéis expuesto. Otro caso que se puede añadir a la lista es el de Maruja Torres.
ResponderEliminarEn mi opinión solo los periodistas de un par de diarios digitales como Infolibre o Eldiario.es ejercen su libertad de expresión. Los demás periódicos están claramente controlados por el Gobierno y por las grandes empresas y los grandes poderes económicos. Yo siempre he sido una fiel lectora de El País, pero después del la manifestación del 22-M y de que publicaran esas cifras de gente que supuestamente había salido a la calle... Me pareció indignante, que se reían y burlaban del cabreo general que había liderado en las marchas. Ya no leo El País y cada vez son menos los periódicos que merecen la pena.
Antía Rego García
Eliminar2°C
Que bueno ver ejemplos que no sean conocidos, para ver además que quines atacan la libertad de prensa son a veces los que reivindican libertades similares en sus ámbitos
ResponderEliminarMe parece que habéis elegido uno de los temas más candentes de la actualidad en el mundo del periodismo, es algo que deberíamos tratar para buscar el consenso y actuar en consecuencia. Por lo que la herramienta del blog es muy útil para este propósito. No cabe duda de que en la actualidad el periodista se ve en muchos casos entre la espada y la pared, ya sea por el medio que tienen detrás o por ámbitos relacionados con el poder.
ResponderEliminarPara luchar contra ello hay que tener en cuenta y saber los derechos a los que el periodista puede acudir si se da el caso, como los códigos deontológicos, donde el periodista se puede negar a escribir un artículo que vaya en contra de sus propias ideas, creencia o moral sin que se lo imponga el medio que tiene detrás.
Otra de las posibilidades es la que comentáis en uno de los ejemplos de recurrir a la libertad de expresión recogida de en la Constitucióm; o la cada vez más creciente influencia que tienen las redes sociales y la están convirtiendo, en muchos ámbitos y procesos de la actualidad, en un importante grupo de presión.
En definitiva, estoy de acuerdo con el artículo. Los ejemplos que aportáis sirven para ver que se puede luchar contra esta injusticia. Saludos!!
Juan Carlos Tato Campos | 2º H Periodismo