martes, 6 de mayo de 2014

¿Dónde está el límite entre lo público y lo privado?

La relación entre público y privado siempre ha tendido a mostrar inexactitud. No somos capaces en definir bien esa línea que separa lo uno de lo otro, pero ni tan siquiera el propio estado es capaz de establecer unos límites concretos entre ambos términos. La interpretación, como en todo, juega un papel vital.

En la sociedad en la que vivimos estamos expuestos a las miradas de la gente, y no precisamente solo de forma física sino virtual, lo que nos deja expuestos ante una realidad imposible de calcular. ¿Qué ocurre con los mensajes que enviamos por whatsapp?, ¿qué sucede con las fotos que subimos a facebook?, ¿quién guarda nuestro número de cuenta cuando hacemos una compra por internet? Muy seguramente puede haber órganos capaces de explicarnos esto, de dar respuestas lógicas y tranquilizarnos, pero por qué se dan casos en los que la gente pierde el control de su cuenta de facebook o por qué realizamos una compra por internet y nunca nos llega el producto. Es sencillo, simplemente hay gente que busca interés en todo tipo de actividad y no tiene que ser en nosotros mismos, aunque nuestros perfiles pueden valer para suplantar, o nuestras compras por internet pueden servir para alimentar a una “mafia virtual” que se dedica a cobrar pagos.

En cierta medida somos nosotros los que decidimos lo que es público y lo que no. El problema se crea cuando actúa internet o los propios medios de comunicación, realidades que se escapan de nuestro control. A ello hay que sumarle ese carácter interpretativo del que goza la ley, que en cierta medida deja contentos a “todos”. Nosotros podemos decidir lo que queremos mostrar, podemos decidir si queremos pertenecer a facebook, en nuestras manos está hacer pagos vía web, o mandar mensajes comprometidos por whatsapp. Tenemos derecho a no exponernos y tenemos derecho a que no se exponga lo que exponemos, pero a veces lo que exponemos incumbe a terceros, entonces lo explícitamente privado se caería por su propio peso. A diferencia de cuando publicamos nuestra vida en vivo, de forma directa, de tú a tú, cuando lo hacemos de forma indirecta, dejando información ahí (redes sociales, blogs, etc), estamos posicionándonos a favor y tenemos que ser conscientes de que la privacidad ya no depende de nosotros sino del sitio web en el que dejamos huella de nuestra existencia.

Facebook es bueno para ligar y twitter es una buena arma para parecer que estamos haciendo algo interesante las 24 horas, pero qué ocurre cuando al garito al que vas sube una foto de ti besándote con un chico que no es tu novio, ¿es facebook un traidor o es el garito al que vas quien ha violado tu privacidad?, o qué ocurre si twitter decide echar el cierre,  ¿dejamos de existir? Puede que haya momentos en los que actuemos inconscientemente o puede que estemos empezando a tener más relación virtual que física. ¿Dónde está el límite entre lo público y lo privado? El límite está, pero la frontera entre estos dos países no para de ver cruzar a unos y a otros en ambas direcciones.

En los últimos tiempos el límite entre lo público y lo privado se ha visto perturbado por un crecimiento en la venta ambulante de nuestra imagen. Lo público es lo que nosotros exponemos al mundo, ya sea de forma virtual o física, pero lo privado es algo que depende de nosotros y a veces ese carácter explícito pierde tal cualidad cuando penetra en la web, ya que nuestro secreto ahí no está bien guardado. En mayor o menor medida podemos definir lo que es público y lo que es privado, pero fijar un límite entre ambos es tan difícil como imposible, al menos si no somos capaces de definir nuestro propio límite de privacidad.

¿Cambia nuestra forma de comunicarnos si sospechamos que estamos siendo espiados o vigilados?

Cuando nos exponemos ante la sociedad siempre hay un interés detrás, aunque no tenga nada que ver con la sociedad, aunque participemos de forma pasiva. En general, y la generalidad asusta, cambiamos nuestro comportamiento cuando caemos en esa conclusión, la de ser espiados o vigilados. La fatalidad de esta sociedad es querer parecer de buen agrado, caer bien a la gente sin caer, porque ni siquiera mantenemos un vínculo físico con el que está al otro lado. No precisamente cambiamos nuestra forma de comunicarnos si somos espiados o vigilados, la sociedad va más allá, ahora vale con que nos miren o se interesen para alterar nuestro ego comunicativo. Porque,  ¿a cuanta gente “medioanalfabeta” conocemos, cuántos de ellos parecen filósofos vía twitter?, desgraciadamente muchos y desgraciadamente ninguno de ellos es filósofo sino “medioanalfabeto”.

Es obvio que cambiemos la forma de comunicarnos cuando nos sentimos observados, el ser humano siempre tiende a agradar por propio interés, por supervivencia y no hay ningún problema en ello, simplemente adaptamos nuestras capacidades al medio y aislamos nuestros defectos comunicativos para no mostrar debilidad.

Se puede considerar como un acto en contra de nuestra personalidad, o como un ensalzamiento de nuestro propio álter ego personal, alguien ficticio al que aspiramos ser, pero que en el ámbito coloquial no lo somos.

Ejemplos:
-          Una joven murciana expolia su imagen a través de twitter: http://alcantarillatv.es/20130718/una-joven-murciana-incendia-la-red-social-twitter/
-          Dos jóvenes son grabados mientras mantienen relaciones sexuales, San Cemento 2013:
Me ha sido imposible encontrar el video en internet, quizá porque fue borrado poco después de su publicación, aún así circuló por whatsapp y por twitter y es raro que alguien de la Universidad Complutense no conozca esta hazaña.
Seguramente los dos jóvenes no tenían intención de hacerse famosos a base de sexo, pero un acto privado como suele ser este debería de acometerse lejos de las miradas de la gente, aunque hacerlo en público tenga más morbo.
-          Un concejal del Partido Popular consumiendo coca ina:
http://www.lavanguardia.com/politica/20140421/54406012891/foto-concejal-pp-preparando-supuestas-rayas-cocaina-enciende-red.html
-          Guti es detenido por la policía turca en estado de embriaguez:
http://www.ideal.es/granada/v/20101207/sociedad/guti-borracho-20101207.html

Todos estos ejemplos están relacionados con actos fuera de lo común, pues no todo el mundo se comporta así de forma pública. Hay casos como el de Guti o el del concejal del PP que adquieren mayor importancia por la transcendencia mediática que tiene el protagonista o por el cargo que representa, en otros casos es simplemente el acto el que lo sitúa dentro del interés público, ya sea por lo absurdo de la escena o por la incredulidad de la acción.

Por: Salvador Ochoa Lupiáñez

4 comentarios:

  1. Realmente opino que tú aún diciendo que la generalización asusta tiendes ha hacerlo en la mayoría de la publicación. No se debe cuestionar la integridad de las personas por que solo dos suban una foto de ellos a Twitter. E igual que no todo el mundo dispone de redes sociales, tampoco todo el mundo publica en la red con una especie de alter ego de personalidad, o con el único hecho de intentar agradar a los demás. Las redes sociales también se pueden ver como otra forma alternativa de expresarnos, de darnos a conocer, y por supuesto de forma voluntaria. hay que reconocer que muy a nuestro pesar es mucho más fácil la interacción virtual que en persona. Y que en cierto modo ayuda a muchas personas a relacionarse y transmitir lo que piensan o sienten. O también sirve como ayuda en muchos temas, a encontrar a gente que piensa como tú.Puede ser una fuente de complejos y también puede ser el remedio a ellos.
    Aún así también opino que por culpa de ello se está perdiendo el contacto cara a cara tan importante en realidad para las personas y para su evolución emocional y personal.
    Pero volviendo al tema de la privacidad, todas las redes sociales cuentan con políticas estrictas de privacidad. tu acepta como a migo a quien quieras, puedes seleccionar qué personas vean determinado contenido y cuales no, puedes vetar o incluso bloquear. Si realmente nos propusiéramos cuidar al completo nuestras redes sociales no tendríamos tanto problemas pero la costumbre y la dejadez hace que publiquemos contenido directamente sin ningún tipo de crítica o revisión.
    Por otro lado comparto contigo el problema de la regulación de leyes a favor de la privacidad de Internet. sí que es una linea muy confusa y se dejan a un lado todos los derechos de imagen, privacidad o incluso de la aparición de menores (los cuales en ningún momento se les suele tapar la cara para guardar su identidad)
    un ejemplo de esto es por ejemplo las fotos de la noche en las discotecas. siempre hay varios fotógrafos inmortalizando toda la evolución de la noche y que aunque no quieras salir en ninguna puedes aparecer en cualquiera por detras, o en panorámicas. eso no está regulado y nadie pide permiso a nadie para publicar esas fotos. realmente no sé como esto si podría regular y realmente ni si quiera podemos saber si hace falta regularlo.
    De todas formas todo este debate es muy confuso y alberga una gran disparidad de opiniones. aunque realmente gracias a estas redes sociales nos enteramos de muchas cosas ocurridas que se nos querían ocultar como el hecho de que un diputado se esté preparando rayas de cocaína.
    Como todas las cosas tiene su lado positivo y su lado negativo y realmente hoy en día no podemos saber cual de los dos tiene más peso.

    Camino Cazalla López, 2ºD.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Puede que no me haya expresado con claridad, pero cuando hablo de generalidad me refiero a que muchos de los usuarios de las redes sociales no son conscientes de la trascendencia que pueden tener sus actos. No digo que todo el mundo sea un ignorante y que usen las redes para darse a conocer, también la gente da sus opiniones y se organizan para defender y luchar por derechos, como ocurrió con el 15M organizado vía twitter. Pero la mayoría usa las redes con otro fin, no digo mejor o peor, cada uno es libre y la libertad es estupenda, pero es evidente que la gente no sube archivos a facebook de su vida privada. ¿? o sí.
      El problema está en fijar esa línea de privacidad y de cuanta gente la cruza o no, que en mi opinión es la mayoría, porque antes no había portales donde poder relacionarse como es el caso de twitter, facebook, etc. La privacidad por tanto nos la imponemos nosotros mismos. Antes también sacaban fotos en los bailes, y se distribuirían las imágenes o vaya usted a saber, pero no tenían tanta trascendencia como la pueden tener ahora por internet.
      El problema de las redes sociales, además, es creer que un hombre "medioanalfabeto" puede parecer la persona más inteligente del mundo vía twitter, solo hace falta juntar un par de frases y no tener faltas de ortografía, el problema es que esa persona tenga la facilidad para influir a miles de personas, ese es el problema. No todo el mundo usa twitter para informar o informarse, y en twitter no todo el mundo tiene la capacidad para ser buen informador, pero yo voy a ese tipo de gente que baila en esta frontera, que no es consciente o que no se plantean estas cuestiones que nos planteamos nosotros. Igual generalidad/generalización no es la palabra que define la cuantía de este problema, pero en mi opinión tampoco se desvía mucho del camino.

      Eliminar
  2. Es un tema muy interesante el que has tratado. Realmente la mayoría de la gente que usa una red social o compra algo por Internet no es consciente de que esos datos quedan almacenados y "cualquiera" puede acceder a ellos.
    En el caso de las redes sociales son muchas las personas que publican allí sus vidas. ¿De verdad es necesario poner absolutamente todo lo que haces? Alguien me dijo una vez que "si no estás en Internet es que no existes". Esta frase me pareció una auténtica estupidez. Nadie obliga a otra persona a tener ni Facebook, ni Twitter, ni WhatsApp, ni ninguna otra red social si esa otra persona no quiere. Todos sabemos que muchos de los usuarios de estas redes sociales suben fotos o publican determinadas cosas para aparentar ser alguien. ¿Para qué necesitan aparentar ante otros lo que no son? ¿Para quedar bien o para qué? Lo importante es lo que hay dentro de una persona, sus valores y actitudes y no con quien esté saliendo o si la noche pasada salió con determinadas personas a la discoteca de moda. Otra cosa que la mayoría de usuarios de estas redes no saben es que tanto las fotos como los comentarios y mensajes quedan almacenados en dichas redes y la gente puede acceder a ellos y utilizarlos a su antojo. Antes de usar algo habría que saber los riesgos que se corren al usarlo.
    Cabe destacar que estas redes están en auge y cada día son usadas por más y más personas, lo que conlleva a que se estén perdiendo las conversaciones cara a cara y se estén substituyendo por mensajes o WhatsApps.
    Otro punto a tratar es la grabación de vídeos a otras personas y luegos difundirlos a través de Internet sin ton ni son. Un claro ejemplo es el que has puesto tú de los dos jóvenes manteniendo relaciones sexuales en San Cemento el año pasado. Nadie tiene derecho a grabar un hecho tan íntimo de otras personas para después difundirlo por la red y a través de redes sociales. Aunque estas personas estuviesen en un lugar público, ese es un acto muy personal y pertenece a sus vidas privadas. Sin embargo, muchos suelen poner el morbo por encima de otros valores. Valores que, en este caso, la persona o personas que grabaron este vídeo no tenían.

    Ana Villares Lamas 2ºH.

    ResponderEliminar
  3. La reflexión es interesante y los ejemplos son buenos, pero la entrada querda un poco tosca. EStaría bien ir insertando los ejuemplso en medio de tu argumentación. Y echar mano de opinuiones ajenas, ya sean en la prensa o en libros, no vendría nada mal.

    ResponderEliminar