El periodismo ciudadano se trata de una modalidad reciente que,
aunque no consta aún de una base teórica sólida, posee bastante base
profesional, además de cierta motivación.
Para comenzar a entender el concepto, hay que remontarse a su
antecesor: el denominado “periodismo cívico” de los años 90 en EEUU. Esta
modalidad de periodismo era llevada a cabo por distintos profesionales que
cubrían temas relacionados directamente con el ciudadano, sin ocuparse de
grandes unidades temáticas informativas como puedan ser la política o la
economía.
No obstante, el verdadero comienzo del periodismo ciudadano
comienza del año 2000 en adelante e intrínsecamente ligado al surgimiento de
Internet y el proceso conocido como la “democratización de la información”.
Esta determinada versión del periodismo se distingue como aquel “acto
en el que uno o un grupo de ciudadanos tienen un papel activo en el proceso de
recolectar, analizar y diseminar noticias e información con el objetivo de
entregar, con una mirada independiente, confiable, precisa, amplia e
importante, la información que una democracia necesita” (Bowman y Willis,
2003).
Por otra parte, con el fin de diferenciarlo con el periodismo
tradicional, diremos que éste consiste en aquella “actividad que supone recolectar,
sintetizar, jerarquizar y publicar información”. En el periodismo
tradicional/profesional, es imprescindible que el periodista recurra
obligatoriamente a fuentes lo más fiables posible, y que la base de toda
investigación sea la noticia.
En cuanto a los modelos que conocemos de periodismo ciudadano, los
más eficaces y utilizados son herramientas de participación 2.0. El más
importante y conocido es el blog y los microbloggins (Twitter), que se han
convertido en la primera forma de manifestación de este periodismo cívico, y
que además cuentan con la ventaja de la rapidez de difusión y respuesta. Son
medios que facilitan la participación y la aportación de nuevos datos. Hay
medios de comunicación que ofrecen la posibilidad de que los ciudadanos
participen como periodistas y de ésta forma poder llegar a aquello que los
propios medios desconocen.
Mediante estos tres modelos nombrados anteriormente los ciudadanos
se convierten no solo en receptores sino en productores de noticias y de
testimonios, creando contenidos de una forma más o menos elaborada y aportando
(en muchas ocasiones) vídeos y fotos tomadas al instante. Las noticias que se
desarrollan ya no son opiniones, se han convertido en hechos narrados en
primera persona y recurriendo a diversas fuentes para dar un equilibrio al
contenido, y además añaden filtros para garantizar la precisión, lo que se
conoce como elemento de verificación.
El periodismo profesional
también ha sufrido por las libertades de las que pueda gozar una persona que
lleva a cabo un periodismo ciudadano como el poder dar una noticia y exponer
sobre cualquier tema sin temor a sufrir represalias o presiones por parte de la
sociedad, políticos, empresarios… Un periodista cívico tiene libertad total
para hablar de lo que quieran y cómo ellos crean más oportuno sin nada que
perder. Otra diferencia en cuanto el desarrollo del periodismo ciudadano y el
periodismo de profesión es la rapidez de difusión que permiten las herramientas
virtuales. Un ejemplo de esto es el caso de la Primavera Árabe, que estalló en
durante el 2010 y de la que nos llegaron las primeras imágenes gracias a las
redes sociales y blogs, ya que los medios tradicionales escondían la realidad.
No obstante,
el periodismo ciudadano también tiene claras desventajas como la desconfianza
que puede transmitir cualquier noticia publicada al no ser llevado a cabo una
acción de verificación de los hechos por parte de ningún responsable. Por lo
tanto, podemos afirmar que el periodismo ciudadano no llega a ser periodismo
real ya que no siempre hace referencia a fuentes ni se investiga lo suficiente,
únicamente se dedica a transmitir una situación particular en un medio digital
y una vez hecho esto deja su papel como periodista.
Con el rápido
auge del periodismo ciudadano puede decirse que en cierta manera, esa capacidad
exclusiva de filtrar información ya no corresponde sólo a los periodistas o a
las agencias de noticias, sino que ha pasado a “democratizarse”. Esta “democratización”,
no obstante, conlleva pérdida de calidad informativa, rigor, coherencia,
solidez de discurso y demás, inconvenientes anteriormente mencionados.
La llegada de
las redes sociales no ha supuesto, sin embargo, que cambie de raíz el proceso
periodístico. Los periodistas generalmente no usan este tipo de redes como
fuentes informativas, por los inconvenientes obvios, principalmente de
verificabilidad. En este sentido, si bien es cierto que las redes sociales no
suponen la base del proceso informativo, está claro que sí que se han convertido
en uno de los principales medios de difusión. Es innegable que, desde su aparición,
los medios y periodistas utilizan más las redes para difundir sus noticias,
artículos, crónicas y demás; para crear imagen de marca o para retransmitir sucesos
en directo, como en el caso de los corresponsales.
Entrevista a Dan Gillmor, considerado por muchos como el "padre" del Periodismo Ciudadano.
Almudena Casado y Roberto Herranz
BIBLIOGRAFÍA
El equívoco del periodismo ciudadano: cómo las nuevas formas de consumo de la información están redefiniendo el periodismo. Carlo Sorrentino. adComunica: revista científica de estrategias, tendencias e innovación en comunicación, ISSN 2174-00992, Nº. 6, 2004 (Ejemplar dedicado a: Periodismo y democracia en el entorno digital), págs. 21-37
Periodismo digital y democracia participativa. Amparo Moreno Sardá, Núria Simelio i Solà. Anàlisi: Quaderns de comunicació i cultura, ISSN 0211-2175, Nº 36, 2008, págs. 115-129
Periodismo público-ciudadano: sobre el ejercicio del derecho a la comunicación e información en las organizaciones sociales. Juan David Parra Orozco. Diálogos de la comunicación, ISSN 1813-9248, Nº 82, 2010 (Ejemplar dedicado a: La información como derecho humano)
Realmente hoy en día el periodismo ciudadano es la mayor competición de los periodistas teóricos, por así decirlo, de personas que llevan años estudiando, que se han ganado en ese tiempo un rigor y un método de trabajo fiable y crítico. Sí, hoy el día todo el mundo puede publicar una noticia, pero no todo el mundo tiene las herramientas necesarias, las fuentes, las herramientas periodísticas, de búsqueda de información, jerarquización de datos o formas de escribir para transmitir.
ResponderEliminaraún sabiendo que hoy en día todos podemos ser periodistas pero el periodismo tradicional siempre va a aportar ese punto crítico y verídico, de precisión, que en cierto modo acaba teniendo más peso en los receptores de ese trabajo. Las redes sociales son mucho más manipulables y no pasan ningún proceso de criba o autentificación. Sabiendo los fallos del periodismo tradicional, pasa por más procesos de veracidad y autentificación que un tweet por ejemplo.
Además un periodista tradicional siempre se va a tomar mucho más en cuenta su trabajo, le va a dedicar más tiempo, por que vive y depende de ello. Lo hace por vocación y cree en ello. Esto no quiere decir que las herramientas digitales solo sirvieran para el periodismo cívico o popular. El futuro del periodismo tradicional también se halla en Internet, en los medios 2.0 puesto que su difusión y rapidez es mucho mayor.
Ambos tipos de periodismo tienen cosas positivas y negativas, la intervención ciudadana es algo muy positivo y su involucración en el mundo que les rodea. Ambos deben de ser compatibles y no tienen por que ser excluyentes. Se ha de llegar a un punto de equilibrio por ambas partes en el que ninguno minorice al otro. Con ayuda de todos podremos disfrutar del mejor periodismo en cualquier caso.
Camino Cazalla López.
Estoy muy de acuerdo con el comentario de Camino. El Periodismo sólo es posible a través de un ejercicio de búsqueda, verificación y contraste que cualquier ciudadano no puede permitirse por una cuestión económica y de tiempo. Por tanto, si falla alguno de estos pilares, como es habitual en el "periodismo" ciudadano, la información carece de relevancia.
ResponderEliminarLo deseable es que cualquier ciudadano se interese por aquello que le rodea, que lo grabe, fotografíe y explique. Pero el proceso periodístico sólo es posible con periodistas.
He de decir, no obstante, que en 2 años de carrera poco (más bien nada) he aprendido sobre los pilares básicos del ejercicio del Periodismo. No tiremos por tanto del tópico "sólo hacen periodismo los graduados".
En este debate nos solemos ovidar de que los medios proporcionan, sobre todo, visibilidad. No es lo mismo publicar en tu blog que n un periódico. Por eso, las equiparaciones entre ambas formas de perodismo son un tanto banales. Los grandes medios siguen siendo los que marcan la realidad que la mayoría conoce, porque llegan a más gente
ResponderEliminarEstá claro que un gran medio como una televisión o un periódico conocido va a llegar más fácilmente a las personas por ser una plataforma de información tradicional, pero no por eso significa que se esté mejor informado. Por muchos telediarios que veas, si no les permiten contar algo o no quieren que se sepa para poder manejar mejor las opiniones del público lo harán. Además el peso que están tomando plataformas como Twitter, en las que la gran mayoría tiene una cuenta, es más fácil compartir tu opinión o un blog personal, e incluyo datos que se desconocen o que no se han dado porque no conviene contarlo en la gran pantalla o en el gran periódico.
EliminarDe todas formas la mejor forma de informase sería analizar todos los medios posibles y lograr así una armonía entre la noticias que dan según los intereses.
Almudena y Roberto.
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