jueves, 29 de mayo de 2014

¿Cómo podemos separar la ficción de la realidad en la era de la información? ¿Cómo descartar los rumores y hacer noticias contrastadas?



Actualmente nos encontramos sumergidos en plena era de la información, esto hace referencia a un término acuñado por Manuel Castells lo cual lo define de la siguiente manera en su obra "La Era de la Información":

Es un periodo histórico caracterizado por una revolución tecnológica centrada en las tecnologías digitales de información y comunicación. Es un proceso de transformación multidimensional que es a la vez incluyente y excluyente en función de los valores e intereses dominantes en cada proceso, en cada país y en cada organización social.”

Estamos ante un periodo donde en el que se deja un poco de lado la calidad de la información en sustitución por la rapidez, también ha habido un auge de los medios en la red así como la aparición de las redes sociales con las que cualquiera, desde cualquier sitio del mundo tiene la capacidad de “informar” y de crear información.

Ahora bien, la manera de informar, ya sea por unos intereses creados, por la falta de objetividad o por un error motivado por la carrera que supone ser el primero en informar sobre un suceso, muchas de las veces  todo esto nos lleva a crear un estado de confusión en el que cuesta diferenciar entre la ficción y la realidad.

Dicha ficción, va a suponer una oposición entre lo real y lo imaginado, una simulación de la realidad de manera que lo “fingido” cale dentro del receptor de forma que este lo perciba como si de la realidad se tratara; de esta forma surge una confrontación entre lo que es real de lo que no, muchas veces supone un problema pues es difícil separar la propia realidad de la ficción  y más en un contexto en el que cualquiera puede elaborar información o crear una noticia; como por ejemplo cuando varios medios se hicieron eco de un tweet en el que decía que Fidel Castro había muerto, mucha gente creyó dicho bulo e incluso algunos medios se hicieron eco del bulo y hasta las autoridades cubanas tuvieron que intervenir y comunicar que aquellas informaciones era totalmente falsas.



(Aquí podemos ver uno de los tweets que desataron la polémica, imagen extraída de Twitter)


(Y aquí podemos ver algunos de los medios que se hicieron eco de la noticia, diario ABC, http://www.abc.es/20110831/internacional/abci-twitter-propaga-rumor-sobre-201108311303.html)


Otro ejemplo ha tenido hace poco y cuenta como protagonista a Jordi Évole, el cual hizo un falso documental sobre el 23-F haciéndonos creer a media España como ocurrieron realmente los hechos acontecidos del intento de golpe de estado, generando una gran polémica acerca de su “falso documental” criticado por muchos y alabado por otros tantos, pero fuera de la críticas y alabanzas, nos quedamos con el fin del reportero, mostrar como a través de la forma con la que cuenta las cosas, aunque estas sean totalmente ficticias terminan convirtiéndose en una verdad que en realidad no lo es.

                        Aquí podéis ver el trailer del famoso y a la par polémico documental(subido por la Sexta a youtube https://www.youtube.com/watch?v=GmhxTMUUZUM)



       Jordi Évole, foto: LaSexta

Por tanto aquí nos encontramos con otro concepto que va de la mano de la ficción, el cual es la verosimilitud, lo que designa la idea de lo que es contado o expresado se parece a la realidad.
Aquí nos encontramos en un punto en que en cierta manera la responsabilidad de concretar que es realidad y que es ficción recae sobre la figura del receptor; estamos siendo bombardeados las 24 horas del día con noticias y nos encontramos débiles y en muchas ocasiones indefensos ante tal acoso informativo por lo que en muchas ocasiones damos un voto de confianza a los medios y creemos que lo que nos cuentan es real, por eso deberíamos contrastar y hacer una toma de conciencia o por el contrario seremos en la mayoría de las veces engañados y tratados como mera carne de ganado.

Por otro lado nos planteábamos la pregunta ¿Cómo descartar los rumores y hacer noticias contrastadas?

En primer lugar, aunque suene tópico, elaborar una noticia contrastada requiere principalmente una buena documentación, unos conocimientos previos sobre el tema a tratar, y garantizarse una fuente de fiable y de confianza. Acercarse el hecho lo más posible y tratar de vivirlo de manera cercana siempre facilita la elaboración. En ocasiones la falta de acercamiento facilita el surgimiento de rumores o noticias falsas.

 En el caso, por ejemplo, de las noticias internacionales destaca el fenómeno reciente de los “paracaidistas”, periodistas destinados en el extranjero para cubrir una determinada noticia en un momento concreto. Este un ejemplo de un mal trabajo periodístico ya que lleva a que se elabore información muy imprecisa que facilita la especulación y los rumores debido a que el periodista no ha tenido tiempo de conocer bien el entorno en el que se está de desarrollando el hecho: por esto es importante la figura del corresponsal fijo, que podrá vivir de cerca el hecho y dentro de su contexto.

SI nos centramos en el trabajo desde las redes, para poder hacer noticias contrastadas o poder elaborar una “imagen real” de un hecho también es imprescindible un trabajo de documentación, así como saber qué fuente consultamos: que credibilidad nos merece en referencia a noticias anteriores y saber que posibles intereses puede tener esa fuente en la divulgación de la noticia.

El haber hecho un seguimiento desde el inicio de la noticia también facilita el detectar rumores, mentiras y contradicciones. Para ejemplificar un poco toda la argumentación, podemos valernos de un ejemplo muy actual y recurrente: el conflicto Ucraniano. Posiblemente donde más rumores, noticias falsas y manipulación ha habido. 
El primer ejemplo que podemos poner, más que la manipulación de información (que también la pudimos encontrar) es la propia ausencia de ella al inicio del conflicto:
 Por ejemplo: http://www.abc.es/internacional/20140112/abci-nuevas-protestas-elecciones-ucrania-201401121609.html Aunque aquí ya se exhiben banderas de grupos ultraderechistas en las protestas, en ningún momento el medio comentó su activa participación en el movimiento y durante largo el tiempo el periódico defendió a estos grupos ocultando su verdadero carácter. Nosotros, sin embargo, investigando (por ejemplo, observando banderas que mostraban y su significado en ese país) y viendo vídeos de las protestas podíamos saber que grupos las estaban protagonizando realmente (extrema derecha).

Mientras algunos medios con intereses económicos en Ucrania se empeñaban en ocultar los aspectos más xenófobos, agresivos y, en general, todo el juego que estaba haciendo la extrema derecha, de las protestas, otros pretendían crear agitación y dar una imagen de la situación aun más grave: http://lamanchaobrera.es/los-miembros-de-la-revuelta-ucraniana-de-maidan-ejecutan-a-los-opositores/ .

En este artículo se habla de la ejecución de opositores por parte de los que organizaron las protestas en Maidan. Sin embargo, una vez visto con detenimiento el vídeo que incluye el propio artículo podemos observar que no hay ejecuciones como tal (aunque si existan todas esas vejaciones y robos de los que hablan).

En los dos casos que hemos presentado, ambos opuestos en el plano ideológico y en intereses, podemos descubrir la veracidad de la noticia con un trabajo de documentación sobre el tema tratado (si sabemos reconocer banderas, símbolos, el propio idioma…) y estudiando con detenimiento el material que observamos. En ocasiones, las propias noticias llevan en sí mismas la muestra de su falsedad. Por lo tanto, un punto clave para descartar rumores o noticias falsas es prestarle la suficiente atención al texto, imagen o vídeo que nos presenten. Esta imagen, vídeo o texto, cuando se contradicen (ya sea entre ellos o solo el propio formato) nos pueden poner sobre aviso de que nos encontramos, si no con una noticia totalmente falsa, si, por lo menos, sesgada.

Por otro lado, a la hora de enfrentarnos a las redes sociales, especialmente Facebook y Twitter, que son una fuente constante de rumores pero también de información directa, debemos atenernos a un criterio muy parecido. Cuando queramos saber si nos encontramos con un posible rumor debemos intentar investigar cual es la fuente de origen y saber si esta podría tener algún tipo de interés en divulgar cierta noticia o en ocultar aspectos de esta o, en el caso más obvio, si es un “fake”.

No obstante, el contrastar una noticia o descartar un rumor, sobre todo en el caso de ser un mero lector, exige demasiada dificultad y tiempo. Por esto, sin caer tampoco en facilidades, debemos asegurarnos unas cuantas fuentes fiables que realicen habitualmente esta labor. Por ejemplo, si hablamos de Twitter, existen bastantes expertos independientes que divulgan y contrastan de manera bastante fiable un amplio espectro de noticias en Internet. Si queremos estar bien informados sin hacer un esfuerzo sobre humano, podemos seguir a varios de estos expertos documentalistas/periodistas que sean de nuestra confianza, confianza que deben ganar a través de la demostración de su calidad (es decir, que antes de seleccionar y creer de manera bastante rotunda lo que nos cuente debemos haberles investigado un tanto y asegurarnos de que suelen ser fiables).

Finalmente, pese a todo el esfuerzo de investigación que hagamos, si no vivimos las noticias inmersas en su completo desarrollo, es prácticamente imposible garantizarnos una fiabilidad del 100%. Al final, siempre tenemos que delegar una parte de nuestra confianza en terceras personas. Por eso, lo importante, a parte de un buen criterio y la posibilidad/necesidad de dudar de lo que nos cuenten, es saber con qué medios y personas estamos tratando y, sobre todo, saber con cuales podemos contar.

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

Diarios
-Diario ABC
Páginas web
-Página web "La Mancha Obrera".
-wikipedia.org
-Youtube
Libros
-"La Era de la Información" de Manuel Castells.
Televisión
-LaSexta, programa Salvados.

Entrada realizada por Alejandro González del Río y Francisco Rodríguez Pulgar 2ºPeriodismo D

1 comentario:

  1. Creo que en la entrada se mezclan temas diversos: el pirmero, la facilidad de propagar rumores en redes sociales. la segunda, el uso de claves periodísticas para crear ficciones que, como decís, sean verosímiles. El tercero, la incompetencia o incapacidad de los medios para explicar conflictos complejos precisamente, valga el juego de palabras, por falta de medios. Tres temas muy interesantes pero de distinta naturaleza.

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