Según
el diccionario de la Real Academia Española, se define el término publicidad como la “divulgación de
noticias o anuncios de carácter comercial
para atraer a posibles compradores, espectadores, usuarios, etc.”[1].
Hay una
gran cantidad de tipos de publicidad que se clasifican dependiendo de una serie
de factores tales como a quién va dirigido, el producto… Sin embargo, los más utilizados
son el problema-solución, la demostración, la comparación, la analogía, el
símbolo visual, el presentador, el testimonial, los trozos de vida o de cine,
el estilo musical o espectáculo visual, la ficción, el sentido del humor, el
spot de concepto, la campaña teaser,
inversión de los modelos, el me too y
el reality show. De todos estos,
podríamos hacer una clasificación a partir del contenido publicitario, es
decir, si apelan a los sentimientos o a las emociones de los receptores, o si
simplemente se rigen a presentar las características del producto ciñéndose a
textos informativos.
Hoy en
día, la publicidad es un elemento que está muy integrado en la sociedad, ya sea
de forma notable o directa o, por otra parte, más disimulada sin que sea
necesario que aparezca el producto o incluso la marca. De esta manera, el
mensaje publicitario está tan interiorizado por todos que logramos identificar
el producto asociándolo con la marca. Para que esto se produzca, los
anunciantes recurren a la función emotiva o expresiva del lenguaje.
Un
ejemplo sería el siguiente vídeo perteneciente a la Fundación ANESVAD, donde se
emplea el chantaje emocional para implicar de una manera casi obligada al público para conseguir donaciones en su
campaña.
Podemos
señalar que, en general, las ONG son las que más invocan este tipo de
publicidad emocional. No obstante, no son las únicas puesto que hay algunas que
están dirigidas a cambiar hábitos sociales como el consumo de drogas o de
alcohol. Estas son realizadas por los
distintos ministerios del gobierno aludiendo a eslóganes reconocidos
como el de la DGT (Dirección General de Tráfico): “Si bebes, no conduzcas”.
Pero
también es visible en empresas multinacionales tales como Coca-Cola, quien explota en la gran mayoría de sus anuncios la
parte más sentimental del público.
Por
otra parte, la argumentación es igualmente utilizada, aunque en menor medida en
la publicidad ya que en esta categoría, se informa exclusivamente del producto
mientras que con el otro tipo, consiguen que el receptor se sienta identificado
con lo que se anuncia.
En
definitiva, la publicidad es capaz de captar a más clientes siempre y cuando se
abogue por el sentimentalismo, es decir, mencionar las carencias que le faltan
a ese público para incrementar el deseo de éste en obtenerlo. Una estrategia
para conseguirlo es mostrarte un prototipo o un modelo de referencia para que
tú aspires a ser o a tener lo que te ofrecen. Son habituales en los anuncios de
moda o de perfumería.
Como se
puede observar, es también frecuente encontrar en este sector de la publicidad
el sexo, el atrevimiento, o desnudos para lograr vender el producto.
Sin
embargo, esta entrada es un breve resumen acerca de dos de los modelos de
propaganda que aparecen en la actualidad. Es tal su influencia que no se puede
entender la información ni la comunicación sin una parte de propaganda.
AINOA
POVEDA GARCÍA
ESTHER
SOLER VÁZQUEZ
2º H,
PERIODISMO
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCoincido con vosotras en que en nuestra sociedad actual, la publicidad es algo que ya convive con nosotros, cuando muchas veces no nos damos cuenta. Incluso se podría decir que a veces la publicidad es la que sustenta un negocio, como por ejemplo el de los periódicos.
ResponderEliminarPienso que cuanta más publicidad tenga un producto y mejor hecha esté dicha publicidad, mayores beneficios podrán obtenerse.
Respecto a la publicidad "disimulada", puede encontrarse en varias series y programas de televisión españoles. Un ejemplo de ello es "Lalola", serie que se emitió en España en 2008 protagonizada por Marina Gatell en la que se explotaban una conocida marca de agua mineral y otra conocida marca de leche.
En este otro link pueden verse distintos ejemplos donde los productos son emitidos por breves segundos, en los que casi no se aprecia la marca. Pero nuestra memoria fotográfica es más grande de lo que muchas veces creemos:
http://blogs.formulatv.com/lomasdelatele/publicidad-subliminal-dentro-de-las-series-espanolas-creandose/
Alaidine Talidi Aafif, 2ºH
Sí que es cierto en nuestra vida cotidiana, se ve las publicidades en todos los sitios, además la mayoría son emocionales, es decir, que te atrae que te enfoques en ellas. A veces, te sientes que has salido de la realidad que te provoca una sensación falsa, pero emocionante. Me surgió una duda que ¿si compraríamos el producto por sus propiedades o utilidades? Si el propuesto es cierto, ¿para qué los anuncios siempre interpretan de una forma sentimental del público?
ResponderEliminarYin Jingyi, 2ºC
Estoy totalmente de acuerdo con que la publicidad si es sentimental es capaz de captar más clientes. Muchas campañas de publicidad y marketing se llenan de imágenes coloristas o música divertida, entre otras cosas, para intentar trasladar las sensaciones que producen con el producto o marca que en realidad quieren vender. Incluso, un ejemplo muy claro son los anuncios de Coca-cola, en los que hay veces en las que si se omite las pocas veces que aparece la marca, nos encontraremos con una especie de corto o documental, original y bonito.
ResponderEliminarTania Rodríguez Cruybeeck, 2ºH
Estoy de acuerdo con vuestro post. Es cierto que utilizando técnicas periodísticas de este tipo, técnicas para apelar a los sentimientos y emociones del espectador, es más probable que el anuncio y por consiguiente el producto, se introduzca en nuestra mente.
ResponderEliminarAl leer vuestro artículo me ha venido a la mente este anuncio de la Fundación de Ayuda contra la Drogodependencia contra el abuso del alcohol por parte de los jóvenes.
http://www.youtube.com/watch?v=1K9EbBL_7eU
Tanto las imágenes como el mensaje en mi opinión son impactantes, no obstante, es una campaña para concienciar a la población, por tanto, no me parece tan grave como usar este tipo de spots emotivos para vender un producto.
En general, me ha parecido un artículo entretenido e interesante, felicidades.
Comentario realizado únicamente por Maialen Ferreira Frutos 2C
La gran cuestión que falta en este debate entre argumentación y sentimientos es plantear si es posible algo que podríamso llamar una racionalidad sentimental. ¿NO usamos nuestros sentimientos al tomar decisiones informadas? A la hora de votar, ¿no hay un equilibrio entre la cuestión programática y lo bien o mal que nos caen los candidatos?
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