lunes, 19 de mayo de 2014

Mentiras y rumores en las redes sociales

En las redes sociales cualquier usuario puede lanzar un rumor.
Los bulos, rumores y mentiras son una parte más de los medios de comunicación y de nuestro día a día. Aun así las redes sociales se presentan ante un reto mucho mayor a la hora de asegurar una mayor veracidad. En las redes sociales todo es posible, no presenta ningún tipo de criba o restricción, todo el mundo puede tener acceso a ellas y ejerciendo nuestra libertad de expresión todo ese mundo puede escribir sobre cualquier cosa. 

Actualmente se está poniendo mucho hincapié en este tema sobre todo después de las burlas y acusaciones ante el asesinato de Isabel Carrasco, diputada del PP de León. Los comentarios ofensivos llamaron otra vez más atención de los medios y sobre todo de los políticos, llegando incluso a plantearse leyes restrictivas para Twitter en concreto y que reprimen en cierto modo la ley máxima de la libertad de expresión en general. Toda esta controversia y el planteamiento de nuevas medidas ha llevado a un gran alboroto, lo podemos comprobar a través del hashtag: #carceldetwitter.


Pero preguntémonos, ¿es necesaria o no una restricción de las libertades de las redes sociales? ¿Formularían las nuevas leyes contra la propia de libertad de expresión? ¿Sería legal realizar una criba o una selección de todo el contenido que se publica simultáneamente alrededor de todo el mundo?

Numerosos expertos analizan ya todas estas y más preguntas, y mientras expertos tecnológicos ya intentan formular soluciones. A partir de ahí surgió Pheme, un proyecto financiado por la Unión Europea que se basa en un detector de mentiras para las redes sociales. “Las redes sociales conllevan tres grandes desafíos en cuanto a computación, las tres V del Big Data: volumen, velocidad y variedad. Pheme se centrará en el cuarto desafío, crucial pero poco estudiado hasta ahora: la veracidad” confirma la web del propio proyecto.

La foto del incendio del London Eye era falsa.
El proyecto Pheme (en honor a la diosa griega de la fama) comenzó con Rob Procter, profesor de informática social en la Universidad de Warwick, Reino Unido a raíz del análisis en una de sus clases de numerosos rumores sobre la Revueltas de Londres de 2011. Rumores como la liberación por parte de algunos alborotadores de los animales del zoo, o del incendio del propio London Eye. Este tipo de rumores se extienden por todo el mundo, numerosos casos en los que Twitter mata a alguna persona famosa, desvela datos confidenciales o moviliza cuerpos del estado o de emergencia sin ningún motivo. También debido a las redes sociales, y sobre todo a Twitter, la información periodística presenta más errores o datos inflados e inventados. Aun así el profesor Procter afirma que el funcionamiento natural de Twitter termina corrigiendo estos bulos (la verdad se termina dando a conocer), pero no es un proceso rápido.

Los preliminares del proyecto se centraron en clasificar en cuatro categorías los diferentes tipos de rumores que circulan por la red: la especulación, la controversia, la información incorrecta y la que es directamente falsa.

“Sin embargo, es muy difícil determinar si un contenido entra en uno de estos grupos cuando lo que estudias son las redes sociales. La calidad de la información en ese caso depende mucho del contexto social, y hasta ahora ha sido todo un desafío identificar e interpretar este contexto automáticamente”, explica la presentación de Pheme.

El periodismo se ve influenciado por los falsos rumores de Twitter.
Este laborioso trabajo contará con la colaboración de varios países y de numerosos expertos. Por parte de la vertiente española Tomás Pariente afirma que "nuestra colaboración fundamental es el desarrollo de una plataforma de adquisición de datos de redes sociales. Hay que tener en cuenta que para la detección de rumores no basta solo con capturar los tweet relativos a unas determinadas búsquedas, sino también hay que considerar la red social y el contenido adicional al que puede apuntar el tweet".

El análisis de Twitter será llevado a cabo a través de varias fases: la primera será el análisis de la información en referencia al propio texto: el léxico, la semántica y la sintaxis. Esta información se cruzará después con fuentes relevantes según el tema, como es PubMed para temas médicos o el archivo de artículos científicos arxiv.com comprobando así la veracidad de cada dato.

Además del contenido, es importante la forma de transmitirlo, con qué palabras y expresiones. Sus autores esperan que Pheme pueda identificar el lenguaje más sensacionalista y extremo que utilizamos por ejemplo al exagerar lo que estamos contando. También se analiza el autor del propio contenido, quién ha lanzado la información, si ha sido un medio, un periodista, un experto, un testigo, un usuario cualquiera o un bot. También se aplicarán herramientas relacionadas con la web semántica y el llamado Linked Open Data para rastrear los contenidos por la web e identificar su fiabilidad. Por último se analizará su distribución: quién envía qué información a quién, cómo, y cuándo.

Habrá que esperar para ver el resultado de Pheme.
"La plataforma a desarrollar se va a validar en el contexto de dos casos de uso: el periodismo digital, donde los periodistas podrán ser alertado de potenciales noticias que se estén cocinando en las redes sociales, y mejora de la salud, donde los médicos serán alertados de informaciones relativas a la salud que estén adquiriendo relevancia en internet y que pueden tener o no una base real", concluye Paciente. Por supuesto Pheme tiene sus limitaciones, la idea se basa en el análisis a través de algoritmos inteligentes, y ha de realizarse de la manera más eficaz y rápida posible, de todas formas esos bots no están programados para el análisis de imágenes o videos, los cuales son gran parte del problema. En cualquier caso, pasarán bastante tiempo antes de que esta herramienta sea utilizable por cualquier público. El trabajo del equipo comenzó en enero de este año y se llevará a cabo durante un periodo de 36 meses. Habrá que esperar hasta entonces para ver cuál es el verdadero resultado de la investigación.



Bibliografía:

http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2014-02-27/pheme-un-detector-de-mentiras-para-las-redes-sociales_94300/

http://www.notiserver.com/blog_proc.asp?Seleccion=2807

http://www.elotrolado.net/noticia_investigadores-europeos-trabajan-en-un-sistema-detector-de-mentiras-para-los-rumores-de-twitter_23553

http://www.pheme.eu/




Camino Cazalla López
Iria Grandal García

2º D Periodismo

11 comentarios:

  1. El tema es muy interesante y está bien contado.
    Hay pequeños fallos de ortografía y sintaxis, que parecen más pequeñas erratas que equivocaciones a la hora de escribir el texto.
    Siendo estudiantes de periodismo, los rumores y las mentiras que proliferan a través de las redes sociales, nos deberían preocupar especialmente, ya que no sólo se engaña al lector medio, sino que, en muchas ocasiones, los propios periodistas son los que caen en la treta y publican en medios de comunicación noticias basadas en bulos.
    Hasta ahora no había oído hablar del sistema Pheme, pero me parece una de las herramientas más útiles que se podrían llegar a desarrollar.

    Anja Franco Köpke 2ºC

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  2. Yo tampoco conocía Pheme, una pena que no se pueda analizar vídeos y fotos. Aunque me queda la duda de si realmente se utilizará con los fines que declaran. Habría que ver qué herramientas utilizan para discernir lo que es veraz de lo que no. Por que, ¿Quién puede contrariar a alguien que "ha visto" algo? ¿Se utilizará como instrumento para hacer creer que algo no es veraz cuando en realidad sí lo es?

    Esperemos que no, que pueda servirnos para cortar ciertos "bulos" y falacias que entorpecen nuestra capacidad de seleccionar la información verídica. Buen post.

    Juan Fernández Crespo 2ºC

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  3. Primero me gustaría indicar que ya por el simple hecho de decir que los bulos y mentiras falsas son un parte más de los medios de comunicación creo que de alguna manera ya se les está justificando y con ello quitándole importancia al grave asunto.
    En cuanto al tema de que en las redes sociales es más fácil que se proclamen informaciones falsas estoy completamente de acuerdo, porque sin ir más lejos e incluyendo otro ejemplo a los vuestros, ¿cuántas veces se especuló que Tito Vilanova había fallecido? Basándome en el ejemplo que habéis citado sobre Isabel Carrasco, no me parece nada moral que la gente burle y juegue con estos temas pero lo que tampoco me parece justo es que por poner un tweet tipo: “Un bicho menos, ahora ya solo quedan Rajoy, Esperanza Aguirre…”, se quiera condenar a unos chicos a entrar en prisión porque cosas más graves se han cometido y pasado por alto.
    Finalmente añadir que al igual que el resto de compañeros que han comentado la entrada, tampoco conocía este proyecto. Creo que puede servir para que así se dejen de dar informaciones que puedan afectar psicológicamente a personas, sobre todo a conocidos, dado que son los que más perjudicados pueden salir al conocerles tanta gente. Pero por otro lado no sé hasta qué punto pueden llegar a investigar las informaciones falsas de los tweets con la cantidad de mensajes de este tipo que se publican diariamente y de los cuales la mayoría son basura o para entretener. Porque poniendo un ejemplo muy “chorra”, ¿también van a investigar si todas las frases poéticas que se publican, por ejemplo, en nombre de Paul Coelho son de él?
    Enhorabuena por la entrada, me ha parecido muy buena a la par que completa.

    Rebeca Bou 2ºC

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  4. Me ha gustado mucho este post; está redactado de manera simple, concisa y comprensible.

    Como estudiantes de periodismo, deberíamos centrarnos más en este tema, puesto que hoy en día estamos viviendo en una sociedad globalizada, donde el poder de informar está al alcance de todo el mundo, lo que conlleva a la exageración, invención y errores, tanto de manera intencionada como no. Gracias (o a causa) de redes sociales como Twitter, numerosas noticias se propagan a toda velocidad y dan pie a la confusión generalizada de la sociedad. Por consiguiente, esto afecta al periodismo, puesto que degrada una de sus principales funciones: la veracidad.
    Un buen ejemplo de ello es cuando El País publicó en enero de 2013 una foto falsa de Hugo Chávez hospitalizado cuya divulgación fue inmediata gracias a las redes sociales, que ponían en cuestión las competencias de los periodistas.

    No obstante, las redes sociales hoy en día también pueden considerarse como una herramienta positiva para los periodistas e informadores no tan conocidos, puesto que gracias a ellas, tienen la oportunidad de promocionar sus trabajos de manera más simple, rápida y eficaz.

    Por otra parte, y para finalizar, no conocía el proyecto Pheme pero me parece que este detector de mentiras para las redes sociales es una interesante idea que ayudará tanto a la población a saber la verdad, eliminando todo tipo de bulos, como a los periodistas a difundir información con la misma rapidez, pero de manera verídica.



    Isabel Lallemand Ribes
    2ºC

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  5. Al respecto de lo que comentáis sobre Twitter, creo que la herramienta es mucho más poderosa de lo que la gente, en un principio, pudiera pensar. Con una simple foto, como la del falso incendio en el London Eye, millones de personas pueden llegar a creer que dicha información es cierta, e incluso hacerse eco de la misma con un simple retweet.
    Creo que la prioridad debería estar en ser conscientes de lo que Twitter es: una red social, con grandísimas utilidades, pero que nunca debe ser tomada como fuente primaria y veraz de una noticia de cierto calado, y menos viniendo de "cualquiera".

    Alejandro Díaz-Agero Castañón
    2ºH

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  6. En primer lugar, buena redacción y buen trabajo. No sabía del proyecto Phare y la verdad que me ha sorprendido. No obstante, considero, al igual que el profesor Procter, que estos bulos (especialmente en Twirtter) se acaban corrigiendo y que limitar las posibilidades de escribir en la red o censurar un determinado contenido nos lleva a una restricción de la libertad de expresión, y más cuando es una agente externo el que decide que es un bulo y que no.
    Creo que las redes sociales, y en especial Twitter, están sirviendo actualmente como una gran herramienta de agitación social y que por ello se están generando multitud de noticias que atacan a estas redes y pretenden limitar su influencia. Por ello aunque encontremos en ocasiones bulos, noticias falsas o adulteradas, considero que no debería existir una intervención ya que también se generan contenidos independientes que, de no existir estas redes, no serian divulgados.
    Francisco Rodríguez Pulgar 2ºD

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  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  8. La información sobre lo que es Pheme y lo que va a hacer está bien planteada en la entrada, sin embargo el desarrollo de este tema tan controvertido tendría que haberse centrado más en el verdadero problema del asunto: las consecuencias éticas que puede desencadenar el uso de dicha herramienta. En este sentido, todo lo que ha provocado en las redes la noticia sobre el asesinato de Isabel Carrasco puede poner sobre la mesa un complicado debate que muy probablemente cueste muchos años resolver.
    La libertad de expresión es un derecho asumido para una democracia, sin embargo, esta tiende a confundirse con el libertinaje. Así mismo, el control que desde las instituciones se está implantando, puede llegar a ser una mera censura que asfixie a quienes quieran opinar en la red. Muchas veces, las palabras que se publican no tienen nada que ver con la realidad, se malinterpretan o son, simplemente, bromas. Si bien es cierto que las ofensas extralimitadas no deberían quedar impunes, lo cierto es que resulta completamente desmedido que se investiguen las cuentas, los usuarios, las comparticiones, etc., para detener o imputar a las personas implicadas. De este modo nos encontramos entre dos polos opuestos, que sin embargo están separados por una línea muy delgada. Además, hay que atender a las cuestiones ideológicas que giran en torno al asunto. ¿Con qué fines políticos se va a utilizar esta gestión de los rumores y las controversias? Desde que se han elevado a delito los tuits que hacían apología del asesinato de la diputada del PP de León, las redes sociales y algunos periódicos como "Público.es" no han hecho más que indignarse al observar el despliegue policial en contra de estos usuarios cuando este tipo de comentarios lleva existiendo durante mucho tiempo, quedando indemnes la mayoría de sus autores. Es el caso de la periodista Ana Pastor y del actor Carlos Bardem, quien declaraba a "Público.es", "Se ha producido un hecho delictivo común entre dos militantes del PP que han asesinado a una dirigente del PP y al final resulta que la culpa es de los de los escraches y de los de Twitter. Y nadie le ha pegado tres tuits por la espalda, sino tres balazos". Las reflexiones que salgan de esta polémica serán muy dispares, algunas demasiado extremistas y otras sencillamente ineficaces. Lo que por ahora podemos hacer es educarnos, ya no solo como personas, sino también como usuarios, para evitar los ultrajes y los agravios que podamos causar y también para eludir ser víctimas de los engaños que circulan por las redes.
    Artículo de “Público.es” http://www.publico.es/politica/522001/las-otras-amenazas-en-twitter-que-el-fiscal-nunca-ha-perseguido

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  9. Me ha sorprendido bastante el proyecto Pheme, ya que me parece una idea genial el poder desarrollar un sistema capaz de detectar mentiras en las redes sociales.
    Actualmente, las redes sociales obtienen un papel importante en nuestras vidas, y empezar a distinguir entre las mentiras y la realidad es algo fundamental.

    En cuanto a la entrada me ha parecido clara y concisa, y de gran interés.


    Itziar Tabares

    2C

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  10. En nuestro día a día somos testigos de todos estos rumores y especulaciones que tienen lugar en las redes sociales. Creo que el proyecto Pheme es una gran iniciativa para poder "parar" esta transmisión de mentiras y de información falsa.
    Por otra lado, hablando de los rumores que se crean en torno al fallecimiento de gente popular, que en los últimos meses se han dado varios casos, no creo que se trate de rumores o mentiras. Considero que es una forma inapropiada de llamar la atención, y de hacer daño. Esperemos que el proyecto Pheme se lleve a cabo lo antes posible y así evitar encontrarnos con estas pésimas noticias en las redes sociales.

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  11. Me ha gustado mucho la entrada, sobre todo porque por fin aparece información nueva entre los muchos trabajos sobre la cuestión de los rumores en internet. El inicio es un poco desconcertante, ya que empiezas hablando de los insultos en Twitter para pasar de forma abrupta a la cuestión de los rumores, pero la segunda parte es apasionante

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