Uno de los problemas que
asola al periodismo actual es la precariedad laboral y todo lo que esta lleva
consigo. Podemos definir la precariedad laboral como escasez de oferta de
empleo y poca estabilidad en el ejercicio del mismo. La OIT en sus recientes
informes amplía esta definición e introduce la pérdida de derechos de los
trabajadores. Esto, unido a la actual crisis económica se convierte en una
bomba de relojería que ha cambiado radicalmente la esencia de los medios de
comunicación.
Los medios tradicionales no
pueden sostenerse debido a que sufren un
endeudamiento crónico como consecuencia
de la dependencia del crédito de entidades financieras y por la falta de inversores y publicidad en una
época en la que el consumo está a la baja.
Josep Maria Carbonell Abelló, doctor
por la universidad Ramón Llull afirma en su libro “El futuro de la comunicación:
redes, medios y poder” que a pesar de que existen comités profesionales y
códigos deontológicos en muchos medios los periodistas no pueden ejercer de manera
responsable y meticulosa el ejercicio de su profesión.
Una de las soluciones que han tomado los responsables de estos medios de
comunicación ha sido la reducción del gasto empezando por el capital humano. El
nuevo modelo apuesta por la figura del becario, una persona con poca
experiencia y en ocasiones poca formación y falta de especialización lo cual
resiente inevitablemente la calidad final del producto.
Lo que en un principio
parece una simbiosis que beneficia a
ambas partes; el empresario se ahorra los costes de la contratación de un
periodista profesional y el becario gana experiencia en el mundo laboral; acaba
perjudicando al público. La situación actual en España se recoge en la
siguiente encuesta realizada a becarios por la universidad Rey Juan Carlos I:
La Unión Europea ha
intentado paliar esta práctica en una normativa firmada por los 28 Estados miembros
aunque no es de carácter vinculante. El comisario europeo de empleo László
Andor ha afirmado: Los estudiantes en prácticas no deben usarse como mano de
obra gratis o barata, ni deben sustituir a trabajadores permanentes, en su
lugar, las prácticas deberían considerarse como una inversión, que aporta valor
al empresario y al becario", ha resaltado.
“Inevitablemente, la precariedad laboral acaba haciendo precaria la vida entera” Victoria Camps
Un ejemplo muy sonado lo protagonizó el
presentador y comentarista deportivo Josep Pedrerol, quien culpaba de los
fallos del programa a los becarios. Días después matizó estas declaraciones
afirmando que no tenía nada en contra de ellos sino que denunciaba la falta de
preparación en su programa.
Un nuevo problema con el que se enfrenta el periodismo de hoy en día son las denominadas “ruedas de prensa sin preguntas” aunque esto entraña una contradicción en sí misma pues socava el papel del periodista como generador de opinión al no poder plantear las preguntas que interesan al ciudadano, en definitiva, los políticos confunden rueda de prensa con comunicado. El catedrático Emérito en la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense José Luis Martínez Albertos ya subrayó en 1983 la importancia social de las preguntas en las ruedas de prensa en su obra “Curso general de redacción periodística”.
El caso más llamativo, aunque no el único, es el del actual presidente Mariano Rajoy que ha suscitado todo tipo de chascarrillos en la red. Efectivamente los periodistas han advertido lo innecesario de su presencia en este tipo de eventos y se han negado a darles cobertura mediante la confección de un manifiesto firmado por las principales asociaciones de periodistas.
Después de esta investigación podemos afirmar que un periodismo precario y sin preguntas no es periodismo. Una de las posibles soluciones
pasa por devolver al becario al lugar que
le corresponde, siendo tutelado por periodistas licenciados que le guíen en
sus prácticas y completen su formación. Hay que devolver el protagonismo a los periodistas para que tiendan puentes entre la opinión pública y la política. Qué duda cabe de que en las empresas de
comunicación el capital principal es el humano y se debe revindicar un contrato
en vez de prácticas indefinidas, que es el régimen en el que muchos se ven
actualmente atrapados además de una revisión de las condiciones de trabajo. Esto repercutiría en un mejor periodismo que es en definitiva un mejor producto que la gente compraría y aunque esto no fuese suficiente para superar las pérdidas económicas sí se saldría de la espiral autodestuctiva en la que se ven inmersas las empresas de comunicación. Queremos concluir citando el lema de la FAPE: “Sin periodistas
no hay periodismo y sin periodismo no hay democracia”.
¿Qué opináis de la figura
del becario y que papel debería desempeñar en los medios?
¿Estaríais dispuestos a
cubrir ruedas de prensa donde no se permitiera hacer preguntas?
¿Pude sobrevivir el
periodismo en las condiciones actuales de precariedad?
BIBLIOGRAFÍA
Carbonel,
Josep María; "El futuro de la
comunicación : redes, medios y poder";
Ed. UOC; 2012
Martínez
Albertos, José Luís; "Curso general de redacción periodística"; Ed.
Mitre SA, 1983
Martínez
Veiga, Ubaldo; " Trabajadores invisibles" Capítulo 1; Ed. Catarata;
2004
WEBGRAFÍA
https://www.diagonalperiodico.net/panorama/becarios-eslabon-mas-precario.html
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/05/05/catalunya/1399315203_360320.html
http://www.europapress.es/economia/laboral-00346/noticia-economia-laboral-ue-aprueba-reglas-mejorar-calidad-practicas-evitar-explote-becarios-20140310133350.html
http://www.ugt.es/juventud/lo_que_no_sabias_juventud_UGT.pdf
http://peticionpublica.es/pview.aspx?pi=P2011N9499
http://www.sindicato-periodistas.es/
http://www.fape.es/
Alberto Sanz Blanco
David Salomé Ibarburu
Periodismo 2ºD
Hola, me ha gustado mucho vuestra entrada pues creo que resumís muy bien la situación actual en la que se encuentra el periodismo en España así como las dificultades que tienen los periodistas a la hora de ejercer su profesión.
ResponderEliminarRespondiendo a la primera de vuestras preguntas, en mi opinión, un becario debería estar en una empresa solo si en ésta puede desarrollar el trabajo para el que está siendo preparado, teniendo como referente a un profesional que, como explicáis, le ayude guiándole en sus prácticas y completando su formación.
Sonia Amuneke Rodríguez 2ºD
Muchas Gracias Sonia. Esperemos que nuestra generación pueda cambiar alguno de estos errores para que no se repitan en el futuro.
EliminarTotalmente de acuerdo con la reflexión que se hace en esta entrada. Lo de Josep Pedrerol me parece de traca, habría que recordarle que él también fue becario y que nadie nace con las cosas aprendidas.
ResponderEliminarIgualmente pienso que todos los periodistas y medios de comunicación, ante ciertas ruedas de prensa sin preguntas o con preguntas pactadas, se deberían unir y no acudir, pero lamentablemente siempre habrá algún medio carroñero que se quedará fastidiando al colectivo.
Me parece fatal que los periodistas no se unan como sí hacen otros grupos profesionales, está claro que si es el periodismo es una de las peores profesiones valoradas es por la mierda que se echan entre ellos, la compra-venta de información con intereses ocultos y otras barbaridades que habría que subsanar cuanto antes.
Alberto Molina 2ºH
Uno de los problemas que tiene hoy el periodismo es el que indicas, que no existe una verdadera unión entre compañeros, de hecho, el único colegio de periodistas es el de Cataluña, a nivel nacional actúa la FAPE pero los profesionales en la materia coinciden que es insuficiente.
EliminarEsperemos que algún día nuestra generación cambie estos problemas.
Gracias por tu aportación.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarObservo con preocupación lo que ocurre en nuestro día a día con respecto a esta profesión. Las estadísticas lo confirman, el periodismo es el segundo sector más afectado por la crisis, después de la construcción. Una crisis económica que se une a la de la credibilidad y la confianza de la sociedad en los periodistas y al auge de las redes sociales que parecen desplazar a los medios tradicionales.
ResponderEliminarEn la actualidad, por las precarias condiciones de las plantillas, se están olvidando lo que eran las noticias elaboradas e investigadas y lo que prima es la publicación de las mismas haciendo lo llamado copia-pega y a lo sumo poner una mínima pincelada.
Periodistas y empresas están cada día más lejos de los ciudadanos y más cerca de los poderes públicos. Está claro que los medios locales no pueden sobrevivir sin la publicidad institucional, y quien paga, manda. Así pues, el periodismo siempre ha sido una profesión maltratada, marcada por la precariedad. Eso es algo innegable. Las jornadas laborables se caracterizan por ser interminables y un sueldo básico que sólo se justifican por la vocación y “el amor al arte”. Pero con la excusa de la crisis, la precariedad laboral está tocando fondo.
Sí algo está claro, es que lo peor no son ya las condiciones de trabajo y de vida en las que se ven los profesionales de la información, lo peor es que de este trabajo mal hecho depende la opinión pública, depende lo que la gente conozca de la clase política y del mundo exterior, depende toda clase de valores e información que reciben los ciudadanos.
Pese a los datos negativos que lleva arrastrando la profesión del periodismo y pese a que atraviesa por la peor situación de su historia, aún queda quien lucha por el renacimiento de un periodismo de calidad, independiente y que se deba a la sociedad y no a sus dirigentes. Aún quedan ilusión y esperanza, al fin y al cabo queda mucho por hacer en esta profesión.
Ángela Tanit Sandoval
2º C, Periodismo.
No puedes llevar más razón. Y además de los malos datos, algo muy preocupante es la percepción tan pésima que tiene la población hacia nuestra profesión, según el último informe del CIS. Y como muy bien dices, la vocación de muchos hace que se convierta en lucha. Además creo que no pedimos cosas utópicas sino hacer nuestro trabajo de forma correcta; y ahí entra periodismo de calidad e independiente. Pero del mismo modo que a veces podemos decir que "no nos dejan" la autocrítica también es muy importante.
EliminarGracias por tú apotación.
En primer lugar he de decir que el tema me ha parecido muy acertado, y la entrada está planteada de manera muy interesante.
ResponderEliminarEn segundo lugar y a modo de respuesta de una de las preguntas planteadas os dejo mi reflexión. Considero que la figura de becario es un concepto que se ha ido difuminando a medida que ha pasado el tiempo. Nos quieren vender la idea de que hay muchos grandes empresarios o altos cargos en medios de comunicación que empezaron desde la base, y que poco a poco fueron ascendiendo hasta ocupar su puesto actual. Y sí, hace unos años, lejos de esta crisis económica en la que estamos completamente inmersos, el becario, era una persona en prácticas, instruida por profesionales, que se intentaba hacer un hueco en el mundo laboral; ahora, creo que nos encontramos en el zénit de la explotación de los becarios, se han convertido en una vía de escape a los problemas financieros a los que tienen que hacer frente las compañías y los medios, son la posibilidad de conseguir trabajadores de forma gratuita, a coste cero.
Es clave la relación directa que planteas entre la crisis económica/periodística y la figura del becario. Por eso debemos conocer muy bien las condiciones en las que vamos a trabajar porque la figura del becario, entendida como persona en prácticas, en formación; puede ser fundamental porque como dice el dicho: "El movimiento se demuestra andando" pero de ningún modo, puede ir dirigido hacia un trabajo precario.
ResponderEliminarSiempre culpamos a las empresas periodísticas de las malas condiciones laborales, y es obvio que tienen buena parte de la culpa. Pero no menos la tiene el público, que n o parece exigir información de calidad, esa que el becario nmo puede ofrecer en comparación con un profesional bien contactado y con experiencia y agencia
ResponderEliminarEnhorabuena por la entrada, de manera muy interesante mostráis la realidad que arrastra nuestra profesión ofreciendo un periodismo precario.
ResponderEliminarRespecto a las reflexiones que aportáis estoy totalmente de acuerdo con vosotros, únicamente añadir como respuesta a la segunda pregunta que planteáis un rotundo NO.
No deberíamos permitir la nueva modalidad (o no tan nueva, ya que es propia de regímenes totalitarios) de ruedas de prensa del poder político sin preguntas. De esta forma lo único que demostramos es la baja calidad del periodismo en España y la todavía inferior calidad de la democracia. La violación a la libertad de información, un derecho fundamental en democracia, es tan grave que el asunto merecería una huelga general de periodistas españoles.
Ana Belén Pulido. 2ºD
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEn primer lugar, enhorabuena por la entrada chicos. Coincido con el resto de compañeros en que los ejemplos que habéis elegido han sido muy acertados y reflejan casos diferentes en cierta manera, pero que igualmente están afectando a la que será nuestra profesión, tal y como añadís.
ResponderEliminarEn el caso del vídeo del presentador y comentarista Josep Pedrerol, desconocía que hubiese matizado finalmente esas declaraciones en concreto. Sin embargo, personalmente pienso que de poco le sirvió, más si tenemos en cuenta que sus comentarios desafortunados y críticos sobre las equivocaciones del equipo en la imagen y el sonido siguen siendo una constante en sus programas. ¿De qué sirve disculparse, entonces? ¿Dónde se encuentra el respeto por la profesión, como bien apuntáis, si estamos demostrando que los primeros que no nos tenemos un mínimo de respeto somos nosotros mismos?
En cuanto a los culpables de la actual situación de precariedad que vive el sector periodístico, estoy de acuerdo en señalar que es imposible encontrar un único causante, tal y como bien se plantea a lo largo de "Queremos saber", un libro que recoge las distintas experiencias, consejos y posibles soluciones de doce profesionales del periodismo: para algunos de ellos, los verdaderos causantes siempre serán los gestores en cuyas manos ha caído el periodismo; para otros, internet tiene gran parte de culpa; y para el resto, la principal responsable está siendo la propia profesión.
Esther García Santos. 2ºC