viernes, 2 de mayo de 2014

La publicidad; ¿argumento o sentimiento?


A día de hoy, nos encontramos todo tipo de publicidad a nuestro alrededor: cuando navegamos por Internet, si escuchamos la radio, mientras vemos la televisión e incluso caminando por la calle. Vivimos en un constante bombardeo de información a cualquier nivel. Sin embargo, ¿por qué nos llama más la atención un anuncio que otro? Todos tenemos en la cabeza algún anuncio que nos ha marcado y, me atrevo a decir, alguno que nos haya hecho sonreír o llorar. Por otro lado, a pesar del esfuerzo de muchos publicistas, algunos pasan sin pena ni gloria. 

Si analizamos cualquier estrategia publicitaria, podemos ver que todas siguen unos cánones parecidos; el elemento que une a todas ellas es la persuasión con el fin de la obtención del beneficio para la empresa que lo emite. Algunos anuncios basan su estrategia en argumentos, lo que podemos denominar como publicidad racional. Nos podemos encontrar todo tipo de mensajes: análisis, comparación, precio, ventajas… El producto se intenta vender en base a unas ideas racionales que bien pueden llamarte o no la atención pero están tratando de ser reales e informar. En este tipo de anuncios, los publicistas sacan a relucir todos los beneficios del producto para el cliente que lo vaya a consumir.




 Por ejemplo, la marca Colgate en este anuncio simplemente se vende por sus propiedades físicas: sabe a menta, limpia y contiene flúor, que combate la caries. Y también está disponible en dos formatos, sí, pero no apela a nada más allá de sus características.
 
¿Existe otra forma de hacer publicidad? Como bien saben y aprovechan muchas otras empresas, la respuesta es afirmativa. Los seres humanos, racionales, tenemos un instinto a movernos, de vez en cuando, por los impulsos irracionales. Es por esto que es fácil recurrir a los sentimientos y emociones. A esto lo conocemos como publicidad emocional





Coca-Cola ha seguido estas ideas en la publicidad que vemos, en la que hace referencia a la felicidad. No conforme con eso, saca la imagen de un abuelo y un niño, provocando una escena de ternura y proclamando un “destapa felicidad”. Y eso sin necesidad de imágenes en movimiento ni sonido.

La publicidad emocional que hemos definido está bastante ligada a a otro tipo de persuasión: la persuasión instintiva. Podemos ver que ambos tipos de publicidad se llegan a unificar en uno, pues mediante los instintos llegan a nuestro 'yo' más íntimo y, con ello, a nuestras emociones. 

Si seguimos con los ejemplos, podemos llegar a la conclusión de que son los vídeos, especialmente, los que más se utilizan porque nos hacen movernos por esos impulsos irracionales. A la hora de vender el producto, la publicidad emotiva ni siquiera tiene por qué informarnos sobre las propiedades del producto. Sin embargo, tiende a considerarse más efectiva que la primera. ¿Por qué?

La compra de un producto no es solo eso, sino la adquisición de las cualidades que uno por sí mismo no puede alcanzar. Las aspiraciones personales y el deseo de alcanzar una meta son las principales formas de llamar la atención del consumidor. Observamos como en muchos anuncios publicitarios, el protagonista suele estar acompañado de una mujer guapa, con un gran coche, una enorme casa y un sinfín de posesiones que denotan poder. Basta con 40 segundos para mostrar todo eso. El hombre, por supuesto, es feliz, y tú, si consumes Carolina Herrera también lo serás.


No solo eso, sino que, a veces, es suficiente con la presencia de un famoso en el spot para conseguir el éxito deseado. 30 segundos nos valen para que Brad Pitt nos convenza de perseguir nuestros sueños, apelando a “su suerte, su destino, su fortuna”, lógicamente acompañado de su Channel nº5.


Este tipo de anuncios se encuentran cada día, cada minuto que consumimos algún tipo de medio de comunicación. Solamente hace falta estar un poco pendiente del televisor, por ejemplo, para darse cuenta de que no te venden un producto, te venden una vida distinta. Podemos observar que en los anuncios, el receptor no es pasivo, sino que está totalmente involucrado en la situación que plantea.

Por lo general, es más fácil engancharse a un anuncio llamativo, como estos últimos, que a uno en el que se presentan las propiedades del producto sin más. Las marcas aprovechan las emociones y los instintos para provocar en el consumidor la compra mediante cualquier medio. Esto nos puede plantear dos preguntas como conclusión.

 ¿Existe publicidad argumentativa? 
Evidentemente sí, lo complicado es afirmar y provocar que sea tanto o más efectiva que la emocional. Es difícil que, mediante este tipo de publicidad, los productos llamen la atención o, simplemente, queden en la memoria del consumidor. No olvidemos que lo importante es "llegar al corazón". Por este motivo, es por lo que no es tan frecuente encontrarse este tipo de publicidad. 

 ¿Es aceptable que las marcas "jueguen con nuestros sentimientos"?
Estamos inmersos en un marco consumista en el que las empresas van a hacer todo lo posible por ganar dinero. Por ello, es importante que la publicidad que emiten sea, sobre todo, atractiva, lo que provoca que puedan utilizar nuestros sentimientos. Es difícil concretar si ese método es lícito o no pero lo que está claro es que es efectivo y eso para las empresas será lo principal.


Fuentes



http://www.puromarketing.com/44/11529/poder-publicidad-emocional-marcas.html

Google imágenes

___________________________________


Berta Blanco Catalán
Cristina González Sánchez
2ºC


7 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho la expresión, enhorabuena.

    Sobre el tema que planteáis, yo lo veo más claro: no sé si es legal jugar con lo más profundo del Ser, pero si todo el negocio lo hacemos independiente a parámetros éticos, no es de extrañar que se vendan preferentes, que se blanquee el dinero que genera la droga o el tráfico de personas o que viertan toneladas de residuos tóxicos en no sé qué parte del mundo "no desarrollado".

    Creo que la publicidad es el ámbito menos regulado de la economía y la sociedad. Precisamente porque es la base sobre la que se erige el consumismo. Precisamente porque sólo el 7% de las decisiones que tomamos son racionales.

    Salud!

    ResponderEliminar
  2. En primer lugar, me ha encantado vuestro post. Creo que es un tema muy interesante.
    La publicidad tiene un papel muy importante en nuestras vidas. como bien decís: "Vivimos en un constante bombardeo de información a cualquier nivel". Los publicistas saben muy bien cómo hacer que un anuncio llegue a la gente y que el producto anunciado en dicho anuncio se convierta en el objeto de deseo del receptor. Es bien cierto que se aprovechan en gran medida de nosotros. No es la primera vez que alguien ve un anuncio ya sea en la televisión o en algún cartel o folleto y que caiga en la tentación de comprarlo por la simple forma en la que éste está anunciado.
    La publicidad usa en gran medida los sentimientos para así llegar a más gente, para que esta gente sienta deseos de consumir. Si bien es cierto, el consumismo es el día a día de nuestra sociedad.

    Ana Villares Lamas 2ºH.

    ResponderEliminar
  3. Os felicito por vuestro trabajo, me encanta la entrada que habéis escrito. La verdad es que la publicidad hoy en día esta en todas partes, ya se en casa en la calle, en una tienda, en el metro...Y esto es lo que hacen las agencias de publicidad jugar con lo mas fácil las emociones. Por ejemplo el anuncio de Scottex que a la vez que buscan despertar sentimientos afectivos en el destinatario muestra suavidad longitud….etc. Lo mismo para cuando aparecen anuncios de niños, bebes o escenas maternales. Con ellas, la publicidad pretende tocar muchos temas: la nostalgia, la infancia, el amor familiar... utilizan todo tipo de técnicas ya sea una canción que todo el mundo recuerde o un personaje, color, imagen... otras de las cosas que me ha llamado la atención, es que los publicistas utilizan el sexo como anuncios con sugerencias eróticas que es una de las formas de llamar la atención. Pero si, estoy de acuerdo con vosotras, la publicidad cada día nos atrapa más, y nosotros seguimos creyéndonos todo lo que nos muestra.


    Delia Stanton Martín 2ºC

    ResponderEliminar
  4. NO termino de entender la diferencia entre publicidad instintiva y emocional, ambas me parecen similares. En todos caso, no sería mala idea citar de dónde salen los términos, y definirlos ayudaría. En términos semióticos, pasamos de una publicidad de valores icónicos (descriptiva) a valores simbólicos.

    ResponderEliminar
  5. Enhorabuena por la entrada. En mi opinión, la publicidad emocional es la que poco a poco está ganando un puesto importantísimo en la convencional. Prácticamente toda la publicidad actual apela a los sentimientos del receptor; nos venden sueños. Ahora aprovechando la etapa de crisis en la que vivimos, crean mensajes más humanos y cercanos, sin perder el sentido del humor. Hay que tener en cuenta que lo que las marcas buscan ahora es generar sensaciones, crear una emoción adosada a la compra. Pero creo que está funciona de mejor manera cuando se hace un producto o marca ya consolidada.

    Bárbara Ugidos Rodríguez 2ºH

    ResponderEliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  7. Enhorabuena por vuestro post. En mi opinión pienso que una publicidad emocional o sensorial tiene mucho más peso ya que con ella sentimos, nos identificamos nos creamos un ideal normalmente erróneo. No obstante no podemos criticar este tipo de publicidad por su aspecto emocional sino que cada marca se identifica según sus habilidades y cualidades y muchas de ellas se han dado cuenta que no son demasiado buenas por sus características con lo que tienen que centrarse o basarse en valores intangibles como es el caso de los pensamientos, ideas o sentimientos.
    Cuando tu compras ciertos productos sabes que no vas a ser tan guapo como este famoso o vas a tener un éxito o una fama consumiendo este otro. En ocasiones se utiliza un famoso para spot publicitarios solamente por el hecho de captar tu atención y que tanto marca como producto se inyecte en la mente de tu posible futuro comprador.

    Alicia Cerrato (2ºC)

    ResponderEliminar