jueves, 8 de mayo de 2014

Periodismo ciudadano, ¿suplente del periodismo profesional?

¿Qué es el periodismo ciudadano? ¿En que se parece y se diferencia del periodismo profesional? ¿Han perdido los periodistas el monopolio de filtrar la información? ¿Cómo se relacionan los periodistas con las redes sociales, en tanto fuentes y en tanto nuevos formatos informativos?


En el siglo de los avances tecnológicos y el desarrollo de la comunicación, estamos siendo testigos de la gran diversificación que experimenta el sector de la información. Tanto es así, que los que antes eran sólo receptores de información, ahora también tienen la oportunidad de suministrarla.

Surge así un nuevo movimiento periodístico, a finales de los noventa y principios del 2000, en el que el individuo toma la iniciativa y ejerce su derecho a informar, dar opinión y difundirla. Es lo que se conoce como periodismo ciudadano. Esta corriente rompe con la jerarquía tradicional de los medios hasta el momento, permitiendo la colaboración entre los propios comunicadores y ejerciendo de una manera independiente a las grandes corporaciones. 

Sin embargo, existen diferentes posturas enfrentadas acerca de si es o no una actividad verdaderamente profesional. Algunos afirman, como el profesor y fundador de periodismociudadano.com Óscar Espiritusanto, «la poca credibilidad de los medios, la democratización de las herramientas de comunicación y la popularización del uso de Internet permiten a los ciudadanos y profesionales generar contenido en igualdad de condiciones técnicas. Así, los ciudadanos pueden informar de lo que los medios no informan, ofreciendo otro punto de vista documentado sobre una misma realidad». Por otro lado, el periodista, profesor y doctor en Ciencias de la Información Gabriel Sánchez, considera que «el intercambio de papeles no es posible, pues si el emisor se convierte en receptor y este es el que emite el mensaje, se distorsiona por completo el panorama de la comunicación. Porque, a diferencia del resto de los ciudadanos, el periodista tiene un compromiso con la verdad, la diferenciación entre información y opinión, la verificación de las noticias y las normas éticas que le incumben». Estas declaraciones resumen bien las dos posiciones de debate.


El soporte principal de estos periodistas ciudadanos va a ser internet, a través de blogs y redes sociales. El portal de microblogging Twitter se ha consagrado como la gran plataforma, permitiendo a los usuarios la fácil y rápida difusión de la información. Mientras que la red de los 140 caracteres se ofrece como la mejor opción para el reporterismo callejero de una manera instantánea, en los blogs encontramos textos más dilatados, generando una gran comunidad que funciona como un foro de opinión. Esta tendencia ha fomentado la utilización de la plataforma digital por parte de los propios periodistas, además de los medios tradicionales, contando con el añadido de que ellos sí tienen una credibilidad ya establecida por su profesión. El producto del periodismo ciudadano se presenta en bruto, sin tratar, mientras que el comunicador formado sí analiza y elabora la información. 

A pesar de que los grandes medios juegan con ventaja, este movimiento alternativo les ha arrebatado el monopolio comunicativo de manera inevitable, pues, como ya hemos mencionado anteriormente, ya no son los únicos difusores, y queda en manos del público decidir a quién quiere escuchar. Buena evidencia de ello podría ser el caso de Venezuela, donde la extrema censura y la manipulación mediática ha llevado al ciudadano a hacer de reportero. Así, se ha terminado formando una red a través de internet para expresar y hacer llegar a todos los rincones del mundo lo que de verdad sucede en el país.

Como ya se ha mostrado, el periodista se ve inducido a introducirse en el mundo digital y utilizar las redes sociales. Entre ellos, hay quien las considera herramientas periodísticas; para contrastar información, buscar nuevas fuentes, nuevos temas y conocer la opinión de los usuarios. Mientras que una mayoría considera las redes sociales menos fiables que los medios de comunicación profesionales y carentes de “profesionalidad, credibilidad y profundidad”, aún así constituyen un instrumento de apoyo para la realización de su trabajo.


"Tú lo ves, tú lo cuentas. Sé un periodista ciudadano."
Campaña publicitaria de CNN en los Estados Unidos.

En definitiva, si bien es cierta la aportación ciudadana a la actividad del periodista, también ha de aclararse la diferencia entre ambas figuras, tanto en el procedimiento como a posteriori: el periodista tiene el deber de contrastar la información, puesto que la repercusión no será la misma. La formación profesional marca la diferencia. A pesar de que debamos ser precavidos a la hora de dar verosimilitud a esas publicaciones, existen circunstancias en las que son el único recurso para escapar de la manipulación y la censura.


Alejandra Calderón
Lorena Sanabrias
Rocío Sánchez
2ºD.

3 comentarios:

  1. Buenas tardes chicas

    Estoy totalmente de acuerdo con vuestra conclusión sobre el periodismo ciudadano. Es obvio que debe existir, y quedar clara la diferencia entre un periodismo de calidad y un periodismo que procede de informaciones sin contrastar. Los periodistas nos formamos para publicar datos verídicos, con la intención de mantener bien informada a la sociedad.

    Me ha parecido muy bueno el ejemplo que habéis puesto sobre Venezuela. Es cierto, que este tipo de periodismo puede ayudar a países censurados a tener voz, ya que muchos medios ocultan, silencian o nos desinforman sobre las situaciones en esos territorios.

    De acuerdo con el profesor Gabriel Sánchez, el periodista a diferencia del resto de ciudadanos, tiene un compromiso con la verdad.

    Melanie de la Torre León
    2º H Periodismo

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  2. Totalmente de acuerdo en que los roles son compatibles y complementarios. Un periodista no tiene ojos en todos los lados y un ciudadano no tiene las mañas de un profesional. Pero no estoy de acuerdo con Sánchez en que si se alteran los roles de emesor y receptor la comunicación se estanca: todos hacemos ese cambio de rol constantemente, son situaciones contextuales y no roles fijos e invariables

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  3. Yo también coincido con vuestro punto de vista sobre el tema. En mi opinión, el periodismo ciudadano es una fácil herramienta para enterarse de todo lo que pasa en el mundo, incluso por parte también de los propios periodistas. Por ello, creo que no debería desaparecer, pero sí que los receptores de esa información deben tener claro la diferencia entre periodismo ciudadano y periodismo hecho por los profesionales. En el periodismo ciudadano cualquier persona puede transmitir la información, por eso, muchas veces el público es engañado por noticias falsas de este tipo de periodismo. Un ejemplo claro de este son las comentadas muertes de famosos que se anuncian a través de twitter y que en la mayoría de los casos son mentira. Por eso, citando al Doctor Gabriel Sánchez "a diferencia del resto de los ciudadanos, el periodista tiene un compromiso con la verdad, la diferenciación entre información y opinión, la verificación de las noticias y las normas éticas que le incumben" El problema está cuando el periodista no ejerce esa profesionalidad que le caracteriza de buscar siempre la verdad, y por ello, se acerca más a un periodista ciudadano que a uno profesional.
    Aida Fernández Quintás periodismo 2D

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