David Vern Buckley y Daniel Gómez
¿Cómo saber si un texto es serio o humorístico? ¿Qué sucede cuando ambas cosas se confunden? ¿Es posible crear textos de humor usando formatos serios?
Humor, tal y como lo define la Real Academia Española, es el
modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad, resaltando el lado cómico,
risueño o ridículo de las cosas. Entonces, saber si un texto es serio o
humorístico parece muy fácil de distinguir, dado que si el emisor consigue
despertar risa en el receptor, ya ha cumplido con su objetivo. Sin embargo, la
cosa no es fácil como resultaba en un principio.
En el texto del jamaicano Stuart Hall, Codificación y decodificación en el discurso televisivo, dos
términos destacaban por encima de todos: codificación y decodificación. Cuándo
un emisor elabora un texto cómico, dotará al mensaje de códigos y signos que él
y su receptor entienden que pueden ser motivo de risa o burla. El problema
llega cuándo un receptor es incapaz de decodificar los signos correctamente. Si
esto pasa, se llega a un malentendido, provocado por los diferentes
significados que puede adquirir un código, puesto que la realidad en que se
encuentra enmarcadas las personas probablemente sea diferente, y esto hace que
ciertos enunciados no cumplan su objetivo.
Esto suele ser habitual cuándo alguien recibe un texto
emitido por una persona que no comparte una cultura común. Un ejemplo muy simple, pero que muestras esto a la perfección es el siguiente. Dos
amigos, Lukas, que es alemán y Carlos, que es español, van paseando por
la Gran Vía. El alemán es un chico de intercambio, lleva pocos días en España,
y domina medianamente bien el idioma porque lo estudió en la escuela. En un
momento determinado se les cruza una persona muy fea, y el Carlos, para
comentar la situación le dice a su Lukas: “es más feo que el Fari comiendo
limones”. Entonces, el alemán, lejos de reírse se encuentra contrariado.
Si se tiene en cuenta la definición que se dio anteriormente
de Lukas, es normal que no entienda la broma de su amigo, porque es incapaz
de descodificar los códigos que vienen implícitos en el mensaje al no compartir una cultura común, dado que lo probable es
que Lukas no sepa quién es el Fari. Visto esto, es normal que no pueda asociar los términos
que identificaba su amigo en el enunciado, produciéndose así un malentendido.
También puede haber confusiones cuándo se usa la ironía para
hacer reír. Este recurso lingüistico, que consiste en decir lo contrario de lo
que piensas, es capaz de convertir la expresión más seria y normal del mundo en
una explosión de carcajadas.
Por ejemplo, en la viñeta que aparece arriba, de El Roto, se observan
dos personajes, uno con la sombra más grande otro. Entonces, el que cuya sombra
es más pequeña, le pregunta al otro que cómo la suya es tan grande, entonces el
segundo sujeto procede a decir: “Manejando los focos”. Nada nuevo ¿no? Pero si
se tiene en cuenta que los focos también pueden hacer referencia a los mass media, capaces de engrandecer la
imagen de una persona si consigues hacer que estos hablen de ti.
Juan José Millás, en sus artículos narra aspectos de la
sociedad española desde un punto crítico e irónico.Este ejemplo lo demuestra: Hace menos de una semana,
salió una columna donde Ignacio González era el blanco de su diana, con el
nombre de “Una mirada turbia”. Millás habla del actual presidente de la
Comunidad de Madrid hablando de que ha sido colocado sin el voto del pueblo:
“Como ese hombre que aparece un día por tu casa y del que tu madre te dice: “–Desde
ahora este señor será tu padre”. Compara la situación con la de la elección de
Ana Botella como alcaldesa de Madrid: “Fíjense en Ana Botella, de la que un día
nos dijeron: –Esta señora es vuestra alcaldesa”.
Tras todo esto, se puede sacar que el humor parte del conocimiento. Cuánto más sepas del mundo, con cuántas más culturas te empapes, más grande será la guía que tengas para descifrar los códigos más encriptados, ya sean ocultos en textos sobrios y grises, en conversaciones aparentemente normales, o en obras de arte que parecen incomprendidas. En definitiva, más armas para poder reírte.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe ha parecido un post muy interesante, con unos ejemplos muy claros que reflejan claramente lo que queréis decir.
ResponderEliminarEn cuanto a los motivos de la risa, creo que a todo se le puede sacar 'el lado malo'. Por ejemplo, en este anuncio publicitario:
http://www.youtube.com/watch?v=UxCHLXQffsg
Junto con los otros dos que componen la campaña 'No te arriesgues a machorrificarte', aunque a simple vista parezcan simples anuncios que buscan la risa fácil (publicidad inglesa, ya que los anuncios cómicos en España nunca llegaron a funcionar del todo bien), ha despertado críticas en varios sectores de la sociedad: mujeres, hombres y homosexuales. Con esto quiero decir que, aunque compartan la misma cultura, siempre puedes 'buscarle las vueltas' a una determinada broma para criticarla.
Alba Romero García - 2ºD
Unos ejemplos muy divertidos y claros, solo discreparía un poco con el último ejemplo sobre la ironía, no termino de entender por qué es irónico, no sé si se refiere al artículo en sí o solo al título. Esto es un ejemplo de los problemas que nos surgen al decodificar un texto como vosotros comentabais, es difícil si nos faltan herramientas y por esos e puede no entender o malinterpretar.
ResponderEliminarPor otro lado, solo añadiría que hay textos que pretenden ser serios y acaban haciéndonos gracia.
Al final no todo el mundo entiende el humor de la misma manera. Le he enseñado el ejemplo de la imagen de el roto a una compañera que desconocía lo que eran los mass media y se ha reído por la simplicidad de la viñeta, que inocentes...
¡Buen trabajo!
Carlota Gracia 2ºC
A veces el humor es la mejor arma para hacernos entender las cosas de manera que antes nos era imposible.
ResponderEliminarEl ejemplo de cómo ciertos medido de comunicación, como El Jueves o Mongolia, han conseguido hacerse oír en una sociedad donde el papel está pasado de moda y en la era digital abundan las informaciones más desternillantes, es un claro ejemplo de que la excentricidad es una baza que los periodistas hemos de saber jugar.
Además, estoy de acuerdo con Carlota, nunca nada puede hacernos reír más que lo que pretendía ser serio y acabó siendo ridículo.(relaxingcupofcaféconleche)
Me ha gustado tu artículo,
saludos,
María Ruiz Arjona, 2º H
Muy interesante el post, claro e interesante.
ResponderEliminarA veces nos reímos de cosas que ni entendemos, quiza sea de nuestra estupidez o simplicidad.
La dificultad en la descodificación del mensaje también puede darse por las diferencias de personalidad aunque ambas personas sean del mismo país.
Un saludo
David Galán González 2º D
Me ha encantado la entrada y me gustaría destacar la nueva moda de twitter de hacer una imitación -en modo parodia- de los principales medios de comunicación de nuestro país e incluso de políticos, periodistas, deportistas e incluso entidades. Hacen una crítica a la realidad mediante el humor. Es una manera diferente de mantenerte informado porque cuentan todas las noticias pero con ironía.
ResponderEliminarSeguro que habeis cotilleado o incluso seguis a @espeonzaaguirre , @JotaJetaSantos , @GarrafaNadal .. entre otros muchos
Os voy a dejar un enlace sobre una noticia que habla de esto. Espero que os guste.
¡¡Y felicidades compañeros!!
Cristina Hidalgo. 2C
El enlace :
Eliminarhttp://rollingstone.es/noticias/el-humor-mas-corrosivo-se-lee-en-twitter-20-tuiteros-espanoles-que-lo-demuestran/
Echo de menos un poco de semiótica en tu post. El ejemplo con el que abres noexplica cómo funciona el humor, sólo que tiene algunas condiciosnes necesarias, como el conocimiento compartido del contexto. Faltan, sobnre todo, definiciones y citas de otros. Repítelo añadiendo esto
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