Toda publicidad contiene argumentos, pero lo más importante
es como nos los hacen llegar, como nos hacen sentir los anuncios, no tanto lo
que dicen.
Si queremos que un spot sea efectivo y cause efecto en las
personas necesitamos que despierten las emociones y sensaciones de estas,
además así conseguiríamos que el espectador no olvide el spot y por lo tanto
que no olviden lo que estamos anunciando. Con lo que es necesario usar
argumentos emotivos o afectivos.
Los argumentos emotivos-afectivos pretenden conmover y
provocar una reacción de simpatía o rechazo y están dirigidos a los
sentimientos del auditorio (deseos, temores, dudas).
En este tipo de publicidad se emplean ejemplos
familiares para los oyentes, puesto que los afectan directamente:
La publicidad creativa debe hacer algo más que “ser
agradable”, ha de captar la atención, asegurar el recuerdo y causar curiosidad
y expectación.
La mayoría de las decisiones de compra se basan en la
emoción y la creación de una conexión emocional con el consumidor. A esto se le
ha denominado “Marketing emocional”.
El Marketing Emocional ha surgido recientemente como aquel
campo del conocimiento orientado a movilizar en las personas sus sentimientos,
valores y emociones, teniendo como finalidad la creación actitudes y acciones
favorables hacia un determinado producto. Examina qué emociones satisfacer para
posteriormente ofrecer y venderlas. Buscando por lo tanto el posicionamiento
estratégico, un lugar en la mente del cliente o consumidor, intentando
conquistar sus emociones. De esta manera, las firmas van creando expectativas
en los individuos a través de la generación de espacios basados en las
sensaciones.
La publicidad emocional produce el doble de beneficios a
largo plazo que cualquier otra forma publicitaria.
Este vídeo es impactante, y consigue lo que busca, llegar a
la gente y que no olviden el spot, si en vez de ser impactante emocionalmente
fuera un spot simplemente argumentativo, se olvidaría al segundo de ser visto y
no sería efectivo.
Los vídeos argumentativos no nos llaman tanto la
atención porque no despiertan nada en nosotros, emocionalmente hablando, como
lo pueden hacer los otros casos.
Es importante tener en cuenta las diversas estrategias argumentativas usadas
por los mensajes publicitarios, ya que el emisor construye un modelo de
receptor a quien va dirigido su mensaje e intenta convencerlo (o persuadirlo) con argumentos adecuados a la edad, al nivel socioeconómico, estrato cultural,
etcétera.
Revisemos algunos ejemplos:
En el ejemplo podemos identificar
claramente algunos tipos de argumentos basados en:
- definiciones (se
define lo que son los “glicanos”, componente que permite que la piel se
mantenga firme).
- descripciones y
relaciones causales (se describe el proceso de envejecimiento de la
piel por el paso del tiempo y se explica cómo el producto actúa sobre las
causas del envejecimiento).
- hechos (se muestra
un caso real en el que se aplicó el producto que se vende).
- autoridad (la
autoridad científica del laboratorio fabricante avala la investigación).
La construcción modélica de las destinatarias corresponde a mujeres cuya
piel evidencia escasa firmeza y arrugas, y el soporte es una revista de un
diario dirigida a un público femenino.
Veamos
otro ejemplo
A diferencia del ejemplo anterior, este aviso se inscribe y descansa en la
noción de propaganda persuasiva, pues pretende que el receptor se sienta
conmovido y, así, solidarice con la campaña que busca mejorar la condición de
los minusválidos dentro de nuestra realidad. Para ello, el mensaje se centra en
un joven en silla de ruedas, que pese a sus limitaciones físicas, practica
deporte (la raqueta y pelota de tenis) apoyado en el texto “Este logro depende
de ti”, el que atribuye la responsabilidad al sujeto receptor de cooperar con la
causa que se menciona. Junto con ello promueve valores asociados a la no
discriminación y a la rehabilitación de personas que se encuentran disminuidas
en sus capacidades físicas, apelando directamente, a través de un registro
informal (ponte con la Teletón), al destinatario para que done dinero a esta
obra.
Bibliografía.
Clara Adánez Parro
Sara Cabezuelo Ayuso
(2ºD Periodismo)
Buenas. Estoy muy de acuerdo con lo que exponéis respecto al marketing emotivo o afectivo. Las empresas que se anuncian buscan que los consumidores recuerden sus anuncios y, como bien decís vosotras, que recuerden el producto. Los ejemplos son muy explicativos y queda muy claro por el camino por el que van las marcas al anunciarse.
ResponderEliminarLas empresas están utilizando técnicas de neuromarketing para saber en qué piensa el consumidor cuando ve un anuncio publicitario y qué le atrae más. ¿No creéis que así las empresas juegan con ventaja sobre sus clientes? Un saludo.
SI, claramente las empresas juegan con ventaja, y la mayoría de las veces consiguen sus objetivos con las campañas que emplean, sobre todo las de marketing emocional. Gracias por tu comentario :))))
EliminarClara Adánez y Sara Cabezuelo
Creo que realmente la publicidad tiene el efecto que se cree cuando compras productos de alta implicación, por ejemplo por ser caros, ya que no te arriesgas a comprar algo que no sea de calidad o conocido por si tienes cualquier problema y necesitas que después de realizada la compra, respondan. (Y crees que si es una marca más conocida la calidad y la atención al cliente serán mejores)
ResponderEliminarEn cuanto a otro tipo de anuncios, pro ejemplo de seguridad vial, en mi caso no tienen ningún tipo de efectividad. Porque yo voy con el coche de forma segura pero no porque lo diga un anuncio, o cuando esté conduciendo los recuerde y piense "uy, que puedo matar a gente". No. De la misma forma que una persona que conduce de forma temeraria por lo que sea, no creo que le hagan cambiar tampoco. Aunque es sólo mi opinión y lo mismo tienen más efecto del que parece.
Begoña Zabala 2ºC
Hola chicas,
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo a cerca de lo que exponéis de la publicidad emocional. Creo que toda publicidad tiene como objetivo llegar al consumidor, pero la emocional es una de las que mejor lo consigue. Por ejemplo, cuando nos preguntan anuncios sobre seguridad vial, en mi caso, siempre contestaría los anuncios emocionales que se realizan. Un ejemplo de ello es el anuncio que nos cuenta como puede morir una familia la cual está en el baño de su casa lavándose los dientes. Creo que es una estrategia muy llamativa y que muchas marcas están utilizando.
Aun así, creo que hay anuncios que son excesivos. El anuncio donde una chica vomita a su padre por haber bebido y nos dice que el alcohol nos aleja de nuestra familia. Creo que ya somos bastante conscientes de los peligros del alcohol y los efectos que nos puede llevar y no hace falta ver un anuncio donde una joven vomita a su padre.
Andrea Cimadevilla 2ºD
He cursado una optativa que tiene que ver precisamente con esto (Marketing aplicado al periodismo). Precisamente en muchos momentos del cuatrimestre hablamos de la necesidad de crear un vínculo con el potencial consumidor. Empatizar con éste. El Marketing emocional, efectivamente, está muy de moda. Se busca al público llenarlo de sensaciones para atraerlo al producto. Con esto se busca el éxito; el éxito del marketing consiste en fidelizar al cliente para que una compra no se vuelva única, sino la primera de muchas.
ResponderEliminar...Rodrigo Inchaustegui 2ºC
ResponderEliminarBueno, yo estoy de acuerdo con lo que habéis publicado y también en lo que dicen compañeras como Begoña Zabala o Andrea Cimadevilla. Las empresas de publicidad pueden llegar a ser muy productivas como por ejemplo Coca-Cola. Sin embargo campañas como la que intenta concienciarnos del consumo de drogas o alcohol no las encuentro eficaces. Por ejemplo actualmente, el spot en el que aparece un chico haciendo una entrevista de trabajo con una hiena junto con el slogan "Hacer una entrevista de trabajo con una hiena no te ayuda, las drogas tampoco" lo considero absurdo e inútil. Por ejemplo, si yo, persona joven que opta a un trabajo y puedo ser potencialmente consumidora de drogas, no me siento identificada ni aludida ¿a quién va dirigido el anuncio?.
ResponderEliminarPor otra parte, las campañas de la DGT suelen ser demasiado emotivas porque a mi parecer, no les queda otra opción. La alternativa que cabría sería las dramatizaciones de muertos en la carretera. Y digo yo, ¿acaso eso no lo vemos a diario en las noticias sin ser dramatizaciones?¿qué opciones tienen para llegar al público?. El recurso a los sentimientos en este caso puede pasar, pero sinceramente no hace que cuando viaje tenga más precaución, solo en el momento de ver el anuncio me siento conmovida.
Estefanía Valldecabres. 2º C
¡Hola chicas! Estoy totalmente de acuerdo con lo que decís sobre el uso de ese marketing emocional que llevan a cabo las empresas para llegar más fácilmente a la audiencia o los clientes. No obstante también opino que actualmente se nos está atacando demasiado con ese tipo de publicidad y ya no respondemos de la misma forma porque nos hemos acostumbrado a ver un montón de atrocidades e injusticias en los medios de comunicación. Además en numerosas ocasiones la parte que retenemos ese mensaje o esa situación impactante y se nos olvida quién nos lo ha vendido o quién ha querido contarnos algo, por lo tanto todo ese trabajo de concienciación no ha servido para mucho. Es por eso por lo que creo que en un futuro si siguen abusando de ese marketing emocional seremos un mundo de personas insensibles en el que se aprovechan de las desgracias para intentar vender cualquier cosa.
ResponderEliminarAlmudena Casado 2º D
Buen punto de vista, estamos de acuerdo contigo Almudena.
EliminarSara Cabezuelo Ayuso y Clara Adánez
Está claro que la publicidad maneja cada vez más nuestra emociones que nuestroos razonamientos. Pero ojo con admitir la omnipotencia del marketing emocioanl: muchas decisiones las tomamos racionalmente, como señala Begoña. Me pongo el cinturón porque sé que así estoy más seguro.
ResponderEliminarOjo con la expresión "argumentos emocionales". El argumento remite a las ideas y los hechos, y, aunque las emociones tienen que ver, es básicamente un proceso racionalizante.