domingo, 27 de abril de 2014

Sentimientos y emociones vs. información y argumentos

La pregunta que nos hacemos en cuanto a la publicidad de una marca es: ¿Existe una publicidad basada en argumentos o los sentimientos y sensaciones son más importantes?


A día de hoy vivimos en la sociedad del consumo y la publicidad es uno de los elementos clave que potencian este estilo de vida. El marketing, desde su creación, ha intentado que esta publicidad se adapte a las necesidades de una marca, disimulando, de alguna forma las carencias o debilidades de esta y haciendo que el consumidor DESEE (aunque no necesite) un producto de esa determinada marca.

La publicidad está muy presente en nuestra vida diaria. La podemos encontrar tanto en nuestra casa al escuchar la radio como en la calle, en vallas publicitarias o autobuses con grandes pancartas publicitarias. Las empresas son las responsables de utilizar grandes cantidades de dinero para crear campañas que, posteriormente, ayuden o impulsen su propia marca o producto. No solo entra en juego el elemento visual a la hora de promocionar un producto. ¿Quién no recuerda el famoso eslogan ''Con X de miXta'' o sus llamativos anuncios? Aquí la empresa Mahou supo cómo utilizar el tono humorístico para atraer a una audiencia que posteriormente adquiriera su cerveza.




En la publicidad se trata de decir mucho en poco tiempo con mensajes claros y concisos que creen una respuesta inmediata en los consumidores. Con frecuencia, se utilizan elementos que influyen directamente en los sentimientos del receptor para producir un impacto en la audiencia y, en cierto modo, incrementar sus ventas o al menos, dar a conocer su marca y ‘que sea recordada’ de alguna manera. Por ejemplo, en este anuncio de la empresa Cash Converters se apela al sentimiento de despecho o de cierto odio que una mujer puede sentir hacia su ex-marido. 
Pero no solo las empresas realizan este tipo de ‘publicidad emocional’. También se han unido diversos sectores del Gobierno y ONG’s, que realmente creen que esta forma de transmitir los mensajes conciencia más que la tradicional. Por ejemplo, en este vídeo de ‘Friends of Earth’ que pretende concienciar a las personas de que deben reciclar.




O este otro que pretende inculcar en los jóvenes sobre todo, a partir de una desagradable experiencia, la extendida frase de: ‘Si bebes no conduzcas’.



Como conclusión, afirmamos que, en la publicidad, los sentimientos y las emociones son más importantes que los argumentos o que la información 'pura y dura’. El mundo entero se mueve por emociones, por lo que no sirven de nada productos o marcas que transmitan ideas simples, que no vayan más allá. Lo que diferencia a unas personas de las otras como consumidores es precisamente el tipo de emociones que las mueven, por lo que un producto o una marca que ‘le haga sentir especial’ tendrá ventaja sobre otro que sea común, de ahí que las marcas blancas no puedan luchar contra las grandes empresas especializadas. Las marcas blancas buscan ser lo más universal posibles (por ejemplo, el gel de ducha de marca Hacendado), mientras que las grandes marcas especializadas buscan adaptarse al máximo número de consumidores posibles (por ejemplo, la marca L’Oreal, con su multitud de filiales que cubren un amplio sector del mercado de la belleza femenina).


5 comentarios:

  1. Buen artículo, pero no estoy de acuerdo en la afirmación que realizas en el primer párrafo de que la publicidad nos hace desear cosas que no necesitamos. En lo que no estoy de acuerdo es en considerar que las cosas se dividen en necesarias o innecesarias, sino que considero que las cosas son necesarias o innecesarias en función del objetivo que te propongas. Es decir, un coche es algo innecesario si lo que te propones es ir al pueblo de al lado, puesto que puedes ir andando, pero si lo que quieres es ir al pueblo de al lado en menos de veinte minutos un coche es absolutamente necesario. En el último párrafo mencionas que muchos productos la gente los compra porque “les hace sentir especiales”, ¿no podríamos considerar eso como una necesidad psicológica?

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  2. Completamente de a cuerdo. La inofrmación que se nos quiere dar en publicidad se reduce a ¡COMPRA, LO NECESITAS!, pues es todo mentira.

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  3. Lo que queríamos decir con que la publicidad nos hace desear cosas que no necesitamos es en relación con la obsolescencia percibida, es decir, por ejemplo veo el anuncio de un iPhone y, a raíz de ahí, aunque no lo necesite, me voy a ver en la necesidad de querer uno. Realmente no necesito un iPhone porque mi móvil funciona correctamente y cumple sus funciones. Sin embargo, la publicidad de este teléfono y el influjo de la sociedad hace que nos veamos ''obligados'' a adquirir ese modelo. En este caso, sería algo innecesario.
    Y en cuanto a la segunda cuestión que propones, podría considerarse una 'necesidad' psicológica creada por la marca para buscar la fidelización a dicha marca por parte del consumidor.

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    1. No estoy de acuerdo con decir que una necesidad psicológica tenga necesariamente que ser creada por las marcas y por la publicidad. Es cierto que las empresas y los publicistas se lucran gracias a las necesidades psicológicas de la gente, pero también se lucran de ellas los psiquiatras y no por ello decimos que estos fabriquen las necesidades psicológicas.

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  4. Aunque los ejemplos son buenos, echo en falta dos cuestiones fundamentales: a) qué es un argumento y por qué la publicidad no los usa; b) qué ha cambiado para qiue la publicidad, que ha existido desde siempre, deje de hablra de productos y apele a nuestros deseos, ambiciones, sentimientos.... Debeis repetir el post dando respuesta a estas cuestiones

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