jueves, 10 de abril de 2014

RUMORES RUMORES

¿Cómo podemos separar la ficción de la realidad en la era de la información?

En general las personas no sabemos distinguir el rumor de la verdad, lo que nos puede llevar a dar por verdadera una información falsa, además en muchas ocasiones el rumor no necesita pruebas y nadie lo cuestiona a la hora de transmitirlo. Actualmente con el desarrollo de Internet y las redes sociales, junto con los medios de comunicación, el rumor es muy común y de uso masivo, ya que todos ellos contribuyen a su rápida y masiva difusión.

Las redes sociales tienen un gran poder de difusión que permite que una información llegue a miles de personas, en cuestión de segundos y que alcance una gran repercusión. En estas condiciones es aún mas fácil y peligrosa la posibilidad de que un rumor adquiera gran importancia y repercusión. 
Un ejemplo claro y reciente de este fenómeno, es lo ocurrido hace aproximadamente un mes, cuando Ben Harrington publicó a través de twitter un mensaje que revolucionó la bolsa de Suiza, y más tarde fue desmentido.
Esto demuestra la gran influencia que han adquirido las redes sociales que funcionan además de como entretenimiento,
como agencia de noticias, tablón de anuncios, corrillo de rumores, una inmensa sección de opinión, etc.

Los rumores provocan injusticias y conflictividad social, por ello es necesario desactivarlos. Para ello es necesario hacer énfasis en una reflexión básica: las noticias deben ser contrastadas por todas las fuentes implicadas, si no, no se puede emitir una noticia.

         ¿Cómo descartar los rumores y hacer noticias contrastadas? 

Una de las obligaciones básicas del periodista es referirse y recurrir a fuentes periodísticas fiables y verificables. Obtener la información a través del acceso a las fuentes y comprobar su confiabilidad, son las tareas centrales del periodismo para iniciar la construcción de la noticia. El periodista debe comprobar previamente todos los datos aportados contrastando la información con más de una fuente.

En general, se considera buen periodista al que consigue información relevante, breve y exacta en el menor tiempo posible. Sin embargo, en muchas ocasiones estos objetivos chocan entre sí y el ejercicio de uno puede perjudicar al ejercicio de otro. Por ejemplo, cuando en un medio se busca la exclusividad y ser el primero en dar la noticia, el tiempo juega un papel esencial. Esta falta de tiempo puede perjudicar con toda seguridad a otro objetivo indispensable del periodismo que es la verificación de los datos y las fuentes que nos proporcionan esos datos exclusivos. Si actuamos de esta manera, estaremos dando una información anticipada y en muchos casos incorrecta o incompleta, llegando a la desinformación.


 En el periodismo deportivo sucede a menudo que un medio se precipite publicando una supuesta exclusiva que posteriormente se desmiente, un ejemplo es la portada publicada por el diario Marca el 9 de Junio de 2009 anunciando un fichaje de relevancia, que luego se desmintió. En este casó primó claramente el beneficio económico sobre la veracidad de la noticia.

Pero el hecho de ofrecer una información falsa, incompleta o precipitada no solo afecta a la credibilidad de los medios si no que puede también dañar a terceras personas afectadas por los contenidos publicados, llegando en algunos casos a vulnerar derechos fundamentales recogidos en el art.20 de la Constitución Española: derecho al honor, derecho a la intimidad y derecho de imagen. Conviene no olvidar que publicando datos erróneos estamos desinformando a la audiencia, incumpliendo con uno de los valores clave del ejercicio del periodismo. 

Por desgracia existen hoy en día numerosos ejemplos en los que una noticia falsa se publica con mala intención contra terceras personas, sin asegurarse antes de contrastar la información adecuadamente, alejándose de la correcta práctica del periodismo profesional.

Como prueba del hecho de que algunos medios convierten en noticia cualquier rumorhemos elegido un vídeo que muestra el engaño del programa de la Sexta El Intermedio, dirigido  al programa Más se perdió en Cuba, de la cadena Intereconomía. Estos últimos mostraron un vídeo que dejaba en mal lugar a Wyoming, presentador del espacio de la Sexta. Sin embargo, más tarde fueron los propios presentadores del Intermedio los encargados de desvelar que los que enviaron un fragmento del vídeo al correo del programa de Intereconomía fueron ellos bajo otra identidad. El documento original se trataba de un montaje realizado por El Intermedio, que los empleados de Más se perdió en cuba ni se molestaron en contrastar. A continuación mostramos el vídeo:



Para poder descartar los rumores y realizar noticias destacadas se han creado varias figuras o modelos de actuación como es el caso del verificador de datos. Se trata de una figura que nace en el periodismo estadounidense, y cuya función es comprobar la verosimilitud de lo que se publica en un periódico o revista. Este proceso ya lo llevan a cabo medios como The New Yorker , People o Time. Existe también un Protocolo de Abordaje Estratégico del Rumor (PAER), protocolo de actuación para que los profesionales puedan contrarrestar los rumores. Es necesario saber que hacer ante los rumores. Se debe cuestionar cualquier ambigüedad en la información, identificar a las fuentes e intentar que colaboren. Todo rumor social es susceptible de ser verificado.

Es fundamental desactivar los rumores, y para ello es necesario la eficaz comprobación de las fuentes implicadas, asegurándose de que estas son fiables. La información que se publique debe ser siempre veraz y objetiva.

4 comentarios:

  1. Creo que una cosa son los rumores, otra las informaciones falsas proporcionados por fuentes fiable (como en el sangrante caso de los clubes de fútbol) y otra diferente es lo de El Intermedio, que es un montaje creado precisamente para engañar. Lo interesante sería trabajar sobre cómo los medios trabajan sobre los rumores, como el PAER que citais del NYT. Debeis repetir la entrada centrándola en este último punto

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  2. En mi opinión, las falacias sí como las informaciones no contrastadas y/o interesadas y sometidas a la presión de grupos político-económicos son un continuo prejuicio al conjunto de la profesión periodística, a la imagen del periodismo y al total de ciudadanos que viven bajo engaños.
    Esta es, sin duda, una de las causas de la actual crisis del periodismo, un periodismo que ha de reinventarse para evitar todo esto.

    Marta García Gadea 2ºC

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  3. (Aunque en el nombre de autor ponga JAVIER GARCÍA SERRANO, este comentario está realizado por mí, JOSE DANIEL BUENO CABRERO)

    Al leer este post me he detenido en la parte en la que se refleja el "Acuerdo total" que tenía el Real Madrid C.F. para hacerse con los servicios de David Villa, jugador por aquel entonces del Valencia C.F., que finalmente recaló en el F.C. Barcelona.

    En este caso en concreto, lo que no justifica muchos otros que no han tenido fundamento, esta noticia que publicaba el diario "Marca" no estaba desencaminada, puesto que el Real Madrid ya tenía un acuerdo apalabrado con el Valencia y con el jugador, y el problema fue que en el último momento el club levantino reclamó una suma económica mayor (de los 40 millones de € iniciales pidieron 45 millones de €), y el club madrileño decidió echarse atrás al ver esta reacción del Valencia y cambió de objetivo hacia el que a día de hoy es el delantero titular del Real Madrid, el francés Karim Benzema que militaba en el Olimpique de Lyon.

    La negativa del Real Madrid y la necesidad de fichar a un delantero de primer nivel derivó en que el F.C. Barcelona si accediese a desembolsar la cantidad de 45 millones de €, por lo que David Villa se fue al conjunto catalán.

    Mediante esta aclaración, no quito razón a mis compañeros, ya que en numerosas ocasiones los 4 diarios deportivos más importantes en España (Marca, As, Mundo Deportivo y Sport) lanzan rumores de fichajes de jugadores que acabarían por triplicar las plantillas sobre todo de Real Madrid y Barcelona, pero considero que en este caso han elegido un ejemplo que es un tanto inadecuado debido a que la información que se plasmó en el Marca en esa fecha era correcta, pero el Valencia decidió cambiar los acuerdos y todo se fue al traste.

    JOSE DANIEL BUENO CABRERO (2º C Periodismo)

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  4. Tienes tu parte de razón y puede que fuese así. Pero en ese caso se podría hablar de principio de acuerdo, negociaciones muy avanzadas o similares, sin embargo titularlo como "acuerdo total" asegurando que ya estaba cerrado el fichaje, cuando este no se llegó a completar finalmente por muy avanzado que estuviese... no me parece muy adecuado.

    Nicolás Rivas Boyer 2ºH

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