Tomás García Mohedano--Guillermo Marchal Medina--Raquel Enríquez Álvarez
En el Diccionario de la Real Academia Española podemos encontrar, entre otras, estas definiciones del concepto “público”:
1. Notorio, patente, manifiesto, visto o sabido por todos.
2. Vulgar, común y notado de todos.
3. Se dice de la potestad, jurisdicción y autoridad para hacer algo, como contrapuesto a privado.
4. Perteneciente o relativo a todo el pueblo.
5. Común del pueblo o ciudad.
Por otro lado, si buscamos la definición de “privado” podemos encontrar estas otras definiciones:
1. Que se ejecuta a vista de pocos, familiar y domésticamente, sin formalidad ni ceremonia alguna.
2. Particular y personal de cada individuo.
3. Que no es de propiedad pública o estatal, sino que pertenece a particulares. Clínica privada
4. Persona que tiene privanza.
Teóricamente, en el ámbito público, todo debe ser expuesto, conocido. En el ámbito privado, cuando hablamos del derecho a la intimidad, la ley establece que solo será expuesto lo que pudiese tener contenido que contravenga el ordenamiento legal vigente.
A pesar de que los límites entre público y privado parecen claros, hoy en día, en parte gracias a las nuevas tecnologías, estos se han difuminado. Durante los últimos meses, estamos siendo testigos de cómo se ha puesto en cuestión nuestra privacidad. Se han dado distintos casos de como juegos y/o aplicaciones aparentemente inofensivas violan nuestro derecho de protección de datos. Por ejemplo, el famoso juego de “Angry Birds” fue supuestamente utilizado por las agencias de inteligencia de Estados Unidos e Inglaterra para obtener datos personales:
A
raíz de estos numerosos casos se ha creado una especie de alarma social. Ha
aumentado la preocupación de dónde quedan los límites entre lo público y
privado, en una sociedad mediática donde todo se expone y se comparte a través
de Internet.
De
hecho, al ser un problema de actualidad, el programa “Salvados” de la cadena televisiva La Sexta intentó poner en
contexto la situación.
El siguiente vídeo pone de manifiesto la poca seguridad de las redes sociales, lo que para nosotros 'algo' puede parecer privado, es en realidad accesible para todos, público.
¿Cambia nuestra forma de comunicarnos si sospechamos que estamos siendo espiados o vigilados?
Lo
anterior nos lleva a pensar que sí cambiamos nuestra forma de comunicarnos,
relacionarnos con los demás, según estemos siendo o no vigilados. Es evidente
que si publicamos tanta información íntima, en general, en distintas redes
sociales, servicios de mensajería instantánea, etc., es porque la mayoría de
nosotros no somos totalmente conscientes de las consecuencias que esto puede
tener y, mucho menos, sabemos que esa información es dada a empresas y/o
Gobiernos (ya sea por fines políticos o económicos).
En
esta foto podemos observar como algo publicado en nuestro muro de Facebook, si
no lo restringimos correctamente, puede ser accesible para todo el mundo, como
en este caso por un periodista deldiario ABC.
Debemos indicar que esto infringe, por parte del periodista, una de sus
responsabilidades profesionales (derecho a la intimidad de las personas).
Otro
ejemplo sería el hecho de que Whatsapp
es considerado en general como una plataforma segura de comunicación
(“intimidad asegurada”), a diferencia de Facebook.
Sin embargo, está percepción de seguridad se está viendo comprometida tras la
compra de la aplicación por parte de la gran red social. Por ello,
representantes de ambas empresas están pronunciando discursos a favor de la
privacidad por encima del negocio.
De
todo lo anterior, podemos sacar, por un lado, la conclusión de que en nuestra
sociedad, una sociedad en la que las TICO (Tecnologías de la Información y
Comunicación) juegan un gran papel en nuestro día a día, las fronteras entre qué es público (qué
pueden saber los demás de uno mismo) y qué es privado (qué tenemos derecho a
guardar en nuestro ámbito privado) no están nada claras. Si no sentimos que
nuestra comunicación se lleva a cabo por un canal por el que nuestra privacidad
esté asegurada, cambiamos totalmente nuestra forma de comunicarnos. Pero como cada
vez sabemos menos qué es privado y qué no, comenzamos a estar confundidos, a no
saber cómo interactuar con los demás a través de las nuevas formas de
comunicación de tal manera que nos sintamos totalmente seguros.
Por
otro lado, también se da una situación paradójica: exigimos que se protejan
nuestros datos y, sin embargo, colgamos información propia de todo tipo en
Internet sin ser del todo conscientes de quién puede acceder a ella.
Todo
ello ha hecho que nos planteemos la siguiente pregunta: ¿Nos quita Internet
nuestra intimidad? Claramente, esta es otra gran pregunta que sigue sin
respuesta, y cada día parece más difícil que la encuentre.
Por tanto, estos ejemplos
evidencian que la comunicación y la privacidad, en la mayoría de los casos, no
van de la mano.
http://www.abc.es/local-comunidad-valenciana/20131130/abci-prision-violencia-domestica-201311301023.html
Muy interesante la entrada.
ResponderEliminarLa verdad es que, hoy en día, no se puede concebir un mundo aislado. Todo está interconectado y nosotros, cada día, somos participes de esta conexión entre todas las partes del planeta.
Así, las redes sociales e Internet juegan un papel fundamental. Sin embargo, bajo mi punto de vista, es algo contradictorio que la gente exija privacidad y seguridad al mismo tiempo que está deseando colgar en la red lo que le ha ocurrido hoy. Por esa razón, soy algo escéptico sobre el papel que juegan las redes sociales, pese a que participo en ellas, en mayor o menor medida.
De hecho, hace unas semanas, se publicó en diversos medios, que millones de contraseñas de correo electrónico y de tarjetas de crédito habían sido desveladas "por parte de piratas informáticos". De ahí, que debamos extremar las medidas de seguridad al respecto, porque hay muchas actividades cotidianas que utilizan Internet.
Esta es la noticia:
http://www.lavanguardia.com/tecnologia/internet/20140409/54405623769/fallo-seguridad-internet-expone-millones-contrasenas-todo-mundo.html
José Miguel Mancheño Lominchar - 2ºC Periodismo
Toda la razón, debemos extremar las medidas y las cosas que publicamos en plataformas sociales abiertas. Existe mucha contradicción en este tipo de cuestiones debido a la exigencia de las personas de tener privacidad pero al mismo tiempo la libertad para publicar lo que deseen.
EliminarEn el caso de los piratas informáticos se debe andar aún más si cabe con recelo y prueba de ello es esa noticia que compartes con nosotros. Incluso las contraseñas de correo y tarjetas de crédito pueden ser desveladas con aparente "facilidad" por estos personajes.
Es muy notable que se llega a tal punto en que, si no conviene, la privacidad desaparece por completo. Es una cuestión que da mucho a reflexionar y quizá tomarnos menos a la ligera estos conceptos de "público" y "privado".
Tomás García Mohedano - 2ºC Periodismo
Creo que en este post se mezclan ideas que no necesariamente tienen que ver. Una es la derivada del espionaje de EEUU a ciudadanos de todo el mundo, lo que nos lleva a cuestionar la garantía que nos dan ciertos servicios sobre la privacidad de nuestros datos.
ResponderEliminarEsto cuestiona directamente la diferencia clásica entre lo público y lo privado. Comer sopa es un acto privado que se hace público si lo cuelgo en Facebook. Y hace que lo público pierda su valor clásico como el espacio en el que sólo se expone lo importante, lo político, lo que me afecta, lo que quiero que se sepa.
Otro tema es la inconsciencia de mucho al hacer uso de redes sociales. Si el periodista de ABC es capaz de leer lo que un maltratador escribe, puede que sea de forma ilegal colándose a modo de hacker, pero entiendo que lo hace simplemente entrando en Facebook como puede hacer cualquiera.