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Sin embargo, existen muchos debates sobre si esta
participación ciudadana puede considerarse profesional o no. En primer lugar,
lo que diferencia al periodismo ciudadano del profesional es que, el primero es
ejercido por gente corriente que quiere informar por iniciativa propia, y el
profesional, es realizado por expertos de la comunicación que deben comprobar
la veracidad de las informaciones y contrastar sus fuentes.
Otra diferencia importante la encontramos en los
espacios en los que se publica la información. Por un lado, el periodismo
profesional se desempeña en medios de comunicación como radio, prensa, televisión
y portales de noticias, mientras que el periodismo ciudadano podemos
encontrarlo en los blog y en las redes sociales.
Una de las ventajas del periodismo ciudadano es la
inmediatez, puesto que a través de las redes sociales, se puede informar de
manera casi instantánea sobre algún acontecimiento que ha sucedido en cualquier
parte del mundo.
Un artículo de información.com recoge las opiniones de algunos expertos
sobre la necesidad de diferenciar un tipo de periodismo de otro:
Actualmente, los periodistas ya no son dueños del
monopolio de la información ya que, en la era de Internet, cualquier persona
puede convertirse en transmisor de noticias. Además, las empresas de
comunicación están interesadas sobre todo en conseguir beneficios y en lograr
ser los primeros en la lucha por las audiencias. Esto ha hecho que los medios
dejen la profundidad a un lado y busquen únicamente la rapidez a la hora de
publicar las informaciones. La consecuencia de todo ello ha sido que la pérdida
de credibilidad de los medios de comunicación aumente cada vez más.
Las redes sociales suponen un soplo de aire fresco
para los medios de comunicación clásicos y va en aumento la incorporación de
las noticias en formato digital. Periódicos tradicionales como “El Mundo” o “El
País” disponen ya de estos nuevos espacios para que sus contenidos lleguen a
más personas y de una manera gratuita.
Este vídeo explica
lo que han supuesto las redes sociales para el periodismo:
WEBGRAFÍA:
Si no se hace nada, está claro que el periodismo ciudadano superará al profesional, y más en el contexto en el que estamos. El periodismo en su conjunto, tiene que ser ejercido por profesionales de la comunicación, sería muy triste defender, desde nuestra posición de 'futuros profesionales', este tipo de periodismo que en realidad quita trabajo, credibilidad y prestigio a nuestro propio futuro.
ResponderEliminarMuy buena entrada, un saludo.
Hola, bajo mi punto de vista el periodismo ciudadano ha servido para hacer ver las carencias informativas que tienen los grandes medios hoy en día. Y, además, para demostrar que hay una parte de la sociedad que se da cuenta de ello. No obstante, creo que el periodismo ciudadano nunca podrá sustituir al periodismo clásico. Una causa es la falta de preparación, quiero decir que por ejemplo no todo el que se presta a ello sabe como redactar una noticia correctamente. Otro motivo es que muchas veces se guían por tweets, bulos o informaciones poco concretas - cosa que por desgracia también vemos en muchos grandes medios-. Pero por lo que de verdad creo que jamás sustituirá al periodismo clásico es la falta del principio de autoridad que lleva implícito un periodista.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarChicos, que tremendamente corporativos sois!! Yo creo que e porblema no es el periodismo ciudadano, que siempre ha existido (revista de asociaciones, colegios....) aunque con difusión más localizada. El problema es que los medios ya no gastan dinero en periodistas porque no interesa la información de calidad, no renta porque no se exige desde los lectores y espectadores. Si las noticias del NYTimes no son capaces de ser mejores que las de un blog ¿por qué gastar mi tiempo y mi dinero en el periódico?
ResponderEliminarLo que distingue a un medio de calidad frente a l periodismo ciudadano es su trabajo profesional: la selección de noticias, la comprobación de los datos, la profundidad de la investigación, la calidad de las fuentes, la credibilidad de los periodistas... Todo esto se logra a través de procesos de filtrado y control, procesos lentos, caros y costosos. ¿Nuestros medios ofrecen todo esto? ¿Lo ofreceis vosotros como periodistas jóvenes? A lo mejor el futuro del periodismo no son ni los medios de siempre ni el periodismo ciudadano, sino iniciativas profesionales que ofrezcan al lector la información que le interesa con calidad.
Echo de menos en el post que se problematice sobre el uso de las redes sociales por parte de los periodistas. ¿Son una fuente o son un medio de publicación? Si son ambas ¿Esto no es un problema?
Creo que es cierto que no se debe aplaudir el periodismo ciudadano, pero también es cierto que la rapidez de este tipo de periodismo en algunos casos a llevado a que los periodistas se apresuren en dar ciertas informaciones sin contrastar, como recoge el texto. Esto hace que los periodistas pierdan la credibilidad poco a poco y que cada vez sean más personas las que vean con buenos ojos el periodismo ciudadano.
ResponderEliminarJuan Fº Moral Castro
Andrea Morea Ávila
2º H
Para empezar, no creo que ‘periodismo ciudadano’ sea la denominación más correcta para este tipo de práctica que parece haber encontrado su único medio de supervivencia en las redes sociales y el escaso esfuerzo que la gente emplea para estar informados. No debería llamarse ‘periodismo’ por la simple razón de que no lo es. Periodismo no conlleva únicamente la captación de una información en un momento y lugar determinados, sino también el tratamiento de esa información. Algo que, por cierto, exige una preparación y cualificación por parte del profesional que lo lleva a cabo y que no todos los ciudadanos tienen por el simple hecho de estar en el momento y lugar apropiados. Hacer una foto y luego comentarla o vomitar tu opinión en un blog no es periodismo, es ejercer el derecho a la libre expresión. Así que llamemos a las cosas por su nombre, para que todos podamos entendernos.
ResponderEliminarEste tema plantea una polémica semejante a la que encontramos en los contenidos que ofrece, por ejemplo, la televisión y con los que todos parecemos estar descontentos. Continuamente nos quejamos de que hoy en día sólo encontramos programas basura emitiéndose una y otra vez a través de nuestras pantallas. Nos avergonzamos de ser el país que más ediciones tiene de Gran Hermano –increíble pero cierto-, ridiculizamos los programas del corazón –y no es para menos, son como para que te de un ataque- y nos reímos de los berridos que a diario pueden escucharse en el plató de Sálvame Deluxe (de lujo oiga, siempre manteniendo el humor). Y aún así siguen emitiéndose. ¿Cómo es posible? Por la sencilla razón de que, a fin de cuentas, no demandamos tanta calidad como decimos y preferimos ver como cuatro hinchados de gimnasio, algo limitadillos, hacen despliegue de su “talento” ante las cámaras y encima se sienten orgullosos de ello. Bien, pues con el “periodismo ciudadano” ocurre un poco de lo mismo.
Si nosotros –como consumidores de información, no como futuros periodistas- no demandamos contenidos de calidad, nadie se va a gastar el dinero en ofrecernos lo que no queremos. Se produce lo que se vende. Punto. Es curioso que nos quejemos del “periodismo ciudadano” cuando leemos el Twitter con el fin de estar al día mientras que utilizamos los periódicos para evitar que el suelo se manche de pintura. Es algo tan sencillo como pedirlo, si queremos calidad solo tenemos que demandarla y, por supuesto, estar dispuestos a pagar algo más por ella. Nadie trabaja gratis y elaborar una información contrastada, veraz, de relevancia y con criterio conlleva un esfuerzo y una formación que nadie nos va a regalar. Supongo que por eso estamos pagando miles de euros cada año para poder ocupar un asiento en nuestra facultad y también supongo que algún día querremos cobrar por nuestro trabajo. Eso sí, de no querer calidad siempre podremos conformarnos con la foto y el comentario del vecino de al lado que se cree capaz de descubrirnos la verdad del mundo. Lo peor es que nosotros también lo creemos.
La cosa es así, la guerra por lo gratis ha comenzado y los medios han sacrificado su calidad por una rapidez que pueda hacer competencia a la inmediatez que ofrece esto que llamamos “periodismo ciudadano”. Una inmediatez que, sin embargo, es invisible, pues de nada sirve si no tiene algo bueno que ofrecernos.
Ya lo dijo Antonio Machado, “despacito y buena letra, que el hacer las cosas bien, importa más que el hacerlas.”
VICTORIA CARRAZONI QUIRALTE, 2ºC