¿Es posible detectar
los plagios en la era digital?
Para empezar este artículo y antes de responder a la primera
pregunta debemos dejar claro el significado de plagio.
Según el DRAE (Diccionario de la Real Academia Española) en su
versión digital, la acepción plagio significa “acción y efecto de plagiar”,
significando el término plagiar “copiar en lo sustancial obras
ajenas, dándolas como propias”.
Una vez quedado claro el significado de plagio, la respuesta
a la primera pregunta es un rotundo sí. La creciente globalización, que ha
unificado y universalizado gustos, así como la aparición de Internet, no ha
evitado que los plagios puedan ser descubiertos. Si bien es cierto que la
globalización e Internet (dos términos que van muy unidos) han favorecido la
difusión, descubrimiento y aparición de nuevas tendencias y estilos artísticos
y culturales, también han mejorado las tecnologías desde hace unos años a esta
parte, por lo que el plagio puede seguir siendo descubierto en la actualidad.
Un ejemplo de ello lo encontramos en este artículo de la
versión digital del periódico El Correo
http://www.elcorreo.com/alava/20140110/local/busca-diferencias-carnavales-vitoria-201401101812.html |
¿Dónde empieza la
inspiración y donde empieza la copia?
La cuestión es más peliaguda de lo que podría parecer. Como
se ha definido al principio de este escrito, plagiar equivale a copiar obras
ajenas y darlas como propias. Por ello, podríamos entender que la inspiración
empieza cuando, por falta de creatividad, o por simple gusto, se coge una parte
sustancial de la obra de otra persona con su permiso o diciendo claramente que
ese fragmento no es suyo. La copia consistiría, por tanto, en que ese fragmento
copiado no se admita como tal y se venda como propio. Es muy importante
destacar que no existe plagio alguno cuando se cita o, cuando el plagio es
descubierto y denunciado, la parte plagiada llega a un acuerdo con la parte
plagiadora.
Sin embargo es muy cierto lo que se comenta en esta entrada
del blog Singulargraphicdesign (http://singulargraphicdesign.wordpress.com/2014/03/11/donde-acaba-la-inspiracion-y-empieza-el-plagio/
)
El blog es de una diseñadora gráfica y, por tanto, pone
ejemplos basados en esta profesión. En él indica que a veces se comete un
plagio sin que el supuesto plagiador se de cuenta: “¿Es posible hacer esto sin
querer? Pues yo pienso que sí, claro que en ese caso no sería plagio, si no
coincidencia. Puede que otra persona haya llegado a una conclusión parecida,
¿por qué no? Los recursos gráficos con los que contamos no son ilimitados”
Es una reflexión muy cierta y a tener en cuenta. A veces
plagiamos sin nosotros saberlo o por simple criptomnesia, un término que
significa que creemos que algo es original y novedoso cuando en realidad ya lo
hemos visto antes pero lo hemos olvidado. En los plagios involuntarios y de
buena voluntad es muy común la criptomnesia.
Este fenómeno y algunos artistas famosos son recogidos en el
siguiente podcast del programa de la Cadena
Ser ‘A vivir que son dos días’, donde llama la atención la
cantidad de reconocidos artistas que no han podido evitar la sospecha de plagio
en su obra:
Un ejemplo todavía más interesante es el que publica la
defensora del lector de El País el 7 de febrero del año 2010. En él se muestra
cómo el teólogo Juan José Tamayo tuvo sobre sí la sombra de la sospecha de
plagio por una necrológica (que escribió sobre el también teólogo Edward
Schillebeeckx) idéntica a Wikipedia. Al final, y como puede leerse en el texto,
resultó que era la propia Wikipedia quien había copiado del texto de Tamayo,
que era el original. Es por ello por lo que hay que andarse con pies de plomo a
la hora de acusar a alguien de plagio, pues se puede hacer mucho daño a la
reputación de una persona que, en realidad, es una víctima.
¿Ha cambiado nuestra
cultura gracias a las herramientas del copiar y pegar?
Se ha estado copiando obras durante toda la historia, por
simple impulso de robar un documento y presentarlo. Pero en estos últimos años
de Internet, donde el plagio es evidente en casi cualquier entrega de trabajos
tanto en escuelas, universidades, e incluso en grandes intelectuales que han
realizado plagio sin preocupación, sí se está creando un espíritu de que “se puede
aprobar sin hacer nada”, tan sencillo como robárselo a otro y poner el nombre,
creando unas mentes perezosas y despreocupadas, lo que a las futuras
generaciones también puede perjudicar gravemente cuando la mayoría de la
población aparte la inspiración y se dedique al plagio, por todas las ventajas
(a corto plazo) que genera. ¿Qué puede enseñar un profesor a las futuras
generaciones si ha plagiado durante sus años en la universidad? O ¿te sanará
adecuadamente un médico que copió en su prueba del MIR? Lógicamente son casos
extremos, pero que debemos evitar que lleguen a producirse.
En nuestra profesión, además, hay que tener una delicadeza
especial con este asunto, pues ninguna noticia es igual a otra ni tampoco debe
ser contada de la misma manera. Una noticia debe contarse de las máximas formas
posible, siempre y cuando no se falte a la verdad ni se manipule, por lo que
hay que concienciar (a la gente) y concienciarse (a uno mismo) de que la
uniformidad no es válida, y menos en nuestra profesión. Los medios deben contar
las noticias de una forma distinta (y siempre veraz) a lo que lo hace la
competencia, para tener así una sociedad verdaderamente informada.
Los plagios incluso han llegado incluso a las altas esferas
de la política como en estos dos casos en Alemania
Son dos ejemplos que irritan a la opinión pública dado que
se pierde la fe en nuestros representantes públicos, pero igual de grave es que
un político copiara su tesis doctoral como si lo hiciera un médico, un
farmacéutico o un matemático. El plagio adormece las mentes privando a los
seres humanos de algo que es muy valioso: las ganas de inventar, de innovar y
de progresar. Es por ello que estas prácticas deben ser denunciadas y
castigadas.
En la actualidad, la condena por plagio es la siguiente
(Código Penal, página 74, Capítulo XI, Sección 1ª, Artículos 270-271-272):
Sea o no suficiente esa condena, se debe evitar el plagio no
por el simple hecho de que así nos evitamos un castigo, sino porque así
valoramos el trabajo del compañero y respetamos su esfuerzo y dedicación.
Para finalizar, queríamos dejaros una serie de preguntas para
reflexionar y que deben ser respondidas después de ver este monólogo:
¿Son plagios del Canon de Pachelbel las canciones que cita
el cómico? En caso afirmativo ¿por qué? Las melodías no son las mismas, solo
coinciden en los acordes ¿Es eso suficiente para que sea plagio? En caso
negativo a la primera pregunta ¿por qué no? La sucesión de acordes no es
inventada, ya ha sido usada. ¿El repetir mucho una creación provoca que ya no
sea plagio? ¿Una mentira contada mil veces pasa a ser verdad?
Bibliografía:
El Correo: http://www.elcorreo.com/alava/20140110/local/busca-diferencias-carnavales-vitoria-201401101812.html
Singular
Graphic Design: http://singulargraphicdesign.wordpress.com/2014/03/11/donde-acaba-la-inspiracion-y-empieza-el-plagio/
Término “criptomnesia”: http://es.wikipedia.org/wiki/Criptomnesia
Ivoox/Cadena Ser: http://www.ivoox.com/canciones-fueron-acusadas-plagio-audios-mp3_rf_2826124_1.html
El País: http://elpais.com/diario/2010/02/07/opinion/1265497205_850215.html
y http://internacional.elpais.com/internacional/2011/03/01/actualidad/1298934006_850215.html
Noticias Jurídicas: http://noticias.juridicas.com/articulos/55-Derecho-Penal/201010-666912587452.html
Fuente imágenes:
El Correo
bitacoradeescritor.blogspot.com
Guillem Hidalgo Penadés
Adrián Holguín González
2ºD Periodismo
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