martes, 3 de junio de 2014

Narraciones del SXXI

¿Ha cambiado la forma de contar historias? ¿El tiempo, el espacio y los personajes se han visto transformados?

La forma de contar historias ha ido evolucionando a lo largo del tiempo. Los tres periodos que hemos seleccionado para ver este cambio son: el Siglo de Oro, el SXX y el SXXI.

Como reacción a la Edad Media que está basada en literatura religiosa, en el Siglo de Oro no se encuentran personajes, espacios ni tiempos reales. Se tratan de manera idealista por influencias diversas. Ya no se preocupan tanto por la condena del alma, sino que encontramos temas más diversos, sobretodo el amor. Los tipos de novelas más característicos son las novelas de caballerías (Amadís de Gaula), novelas bizantinas (Los trabajos de Persiles y Segismunda), novelas sentimentales (La cárcel de amor), novelas pastoriles (Los siete libros de la Diana) , novelas moriscas (Historia del abencerraje y la hermosa Jarifa) y la más importante las novelas picarescas (Lazarillo de Tormes). Si cogemos el último ejemplo (Lazarillo de Tormes) se puede ver que el relato cuenta la vida del protagonista (únicamente desde su propia perspectiva) y en sucesión cronológica lineal hasta el final lógico; sigue el tópico (muy usual en los relatos de esta época) de que los personajes son hijos de padres marginados y hace una crítica y un relato de la sociedad.

En el Siglo XX hay una reacción contra el modernismo, existe una conciencia social que les hace reflexionar sobre el hombre y su destino. Aparecen nuevos temas, lenguaje poético, revolución formal, desaparición de la anécdota, proposición de temas como el anti-patriotismo, etc.  El punto de vista del narrador es múltiple. El personaje es a consecuencia del contexto social que le tocará vivir. Los vanguardistas son un conjunto de personas que están desanimados por la Primera Guerra Mundial y reflexionaran sobre la sociedad en la que vivimos de forma crítica. Profundiza en el mundo interior de los personajes, pues se les presenta a través de sus más escondidos estados del alma. El tiempo cronológico no es muy importante. Las novelas se limita a sugerir para que el lector las interprete, el autor exige presencia de un lector atento que vaya desentrañando los hechos que se presentan y vaya armando inteligentemente las piezas de la novela de nuestro tiempo.


Los vanguardistas jugaran con las formas y buscarán la innovación, un ejemplo de esto serán los caligramas de Apollinaire, donde se nos presenta un modo de contar historias totalmente novedoso e ingenioso. A continuación os mostramos un ejemplo:




En la actualidad, con las innovaciones tecnológicas, la forma de contar las historias ha cambiado mucho, por ejemplo en el mundo periodístico con el storytelling 2.0. Los periodistas tienen la oportunidad de crear un nuevo tipo de noticias y a la vez, incluso, vender un producto: Transmedia Storytelling

Ahora los lectores viven pegados a sus tabletas, teléfonos móviles, ordenadores y otros dispositivos mientras consumen información. Crear una narración transmedia o con el storytelling significa dividir partes de un artículo a través de múltiples plataformas para formar un relato coherente. Añadir un elemento multimedia a un documental, por ejemplo, puede hacer que crezca el interés de los lectores. Existe por ejemplo un programa (entre otros muchos) llamado Moovly que te permite crear contenido animado apoyado en material audiovisual. Los resultados son secuencias atractivas que pueden ser utilizadas por organizaciones y marcas. Es una excelente alternativa para la creación de banners, videos de presentación y tutoriales, ya que permite incorporar al video recursos como audio y grabaciones de voz. Además, se puede incluir dentro del material animaciones prediseñadas, gifs, etc. Aquí os dejamos un enlace con otras cuatro herramientas para crear historias multimedia: Herramientas para crear historias multimedia

Las historias siguen teniendo sus protagonistas, su planteamiento y desenlace como siempre, pero la forma de contar las cosas se ha transformado definitivamente. Un periodista, hoy en día, debe tener en cuenta la participación de la audiencia y la forma de relatar ha dejado de ser, en algunas ocasiones, lineal y cerrada. De esta forma dejamos atrás la famosa pirámide invertida (ya que se altera el orden tradicional de los relatos/artículos) y sus sagradas 5 W. Se podría decir que quizás, en los tiempos en los que nos encontramos y con los medios que tenemos a nuestro alcance, preguntas de las 5W como “¿Cuándo?” dejan de tener importancia ya que las historias (como hemos mencionado) ya no son lineales Todos los artículos, reportajes y demás (gracias a Internet) son constantemente modificados por la audiencia, cosa que antes no ocurría ya que el trabajo del periodista terminaba cuando su artículo se publicaba. Además, ahora se puede jugar también con los contenidos multimedia. Es una historia multidimensional, donde el usuario es el que manda: es él quien elije cómo navega, por qué piezas y hasta qué profundidad. También podemos hablar en el periodismo de que los formatos han cambiado, muchos periódicos ahora solo tienen versión online y las nuevas herramientas como Twitter permiten redactar de forma totalmente distinta y concentrar en 140 caracteres una noticia.
            En esta tabla vemos como han cambiado los periódicos:

ANTES
AHORA
Mucho texto
Menos texto
Semanarios
Diarios
Menos hojas
Más hojas
Casi nada de imagen
Mucha imagen
Blanco y negro y color
Más color, pero mucho blanco y negro
Diseño simple
Diseño sofisticado

En la literatura, también vemos esta transformación, ya que el contexto donde vivimos influye en las historias que contamos. Nuestra concepción del mundo es diferente a la de nuestros antepasados, y la tecnología tiene que ver mucho con ello. Nos recuerda Margaret Atwood (escritora y miembro de Amnistía Internacional) cómo hoy no se podrían escribir muchas de las famosas tramas de, por ejemplo, Sherlock Holmes o Edgar Allan Poe sencillamente porque con los teléfonos inteligentes ya no habría necesidad de investigar o seguir pistas, todos los datos estarían en un móvil.
Un ejemplo de cómo ha variado la forma de contar historias y cómo nacen nuevos proyectos es el Glosobook, proceso que os mostramos en el siguiente video:


¿Cómo funciona? Glosobook escribe el primer capítulo con un título orientativo y, a partir de ahí, los escritores envían sus relatos, los que sean. A través de un sistema de votación eligen dos relatos para que sean el segundo capítulo. ¿Y por qué dos? Porque después del capítulo común, los próximos que escriban, elegirán qué planteamiento les gusta más. Así, cada libro que se empiece tendrá varios finales. Es la versión moderna de muchos libros que conocemos de la infancia, aquellas aventuras que, te hacían preguntas y según lo que respondieras, tenías que ir a una página concreta.
Por último, os dejamos un enlace de Gabriella infinita, una novela basada en hipervínculos donde el lector es el que elige el orden de los capítulos y va construyendo la historia.

Con estos ejemplos vemos claramente la importancia que tiene el público en esta nueva literatura y en el periodismo. El público y el periodismo cada vez están más unidos, buscando la actualidad, y siendo ellos mismos quienes aportan numerosas noticias a través de las redes sociales. 

 Webgrafía:

Laura Pardo Vila
Ana Soriano Micó

2ºH - Grado de Periodismo

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