domingo, 8 de junio de 2014

La retórica en el discurso político


Como expone Aristóteles en su discurso sobre la retórica “el discurso reduce su razón de ser a la habilidad que despliega un conferenciante (líder político) para admirar a su público a la hora de exponer las excelencias de cualquier tema”. Los discursos políticos que hoy en día vemos se tratan de discursos deliberativos, es decir, el orador (político en este caso) pretende aconsejar o disuadir en términos de utilidad.

La persuasión está presente  en nuestro día a día. Estamos rodeados de publicistas, periodistas, diplomáticos, vendedores, etc. incluso nosotros mismos pretendemos persuadir a quienes nos rodean.

"Toda persuasión es comunicación, pero no toda comunicación es persuasión". El objetivo de todas las campañas políticas es la obtención del voto, y para ello intentan persuadir a los ciudadanos para que voten a cierto candidato o a un partido en concreto y para llegar a esto, el candidato tiene que influir en las creencias y actitudes de la persona. Podemos observar que los partidos intentan reforzar las actitudes de los ciudadanos, y conseguir llevar la actitud deseada para que sigan su dictado. Por ello se centran en las personas que persiguen sus mismos ideales, ya que las actitudes de cada individuo son relativamente estables y son difíciles de cambiar.

En el libro de "Marketing político" de Lourdes Martín Salgado, plantean si las campañas proporcionan información y afirma que las campañas proporcionan información, pero que solo hay un tipo de información: la que es útil para persuadir. Como bien hemos dicho las campañas persiguen un único objetivo, y es ganar las elecciones.

Como dos grandes ejemplos de comunicadores tenemos a Ronald Reagan y Bill Clinton.  Cuando ambos accedieron al cargo, entraron con bajos índices de popularidad. La prensa que hacían hacía ellos no era buena, y por tanto decidieron dirigirse directamente a los ciudadanos, prescindiendo de los tradicionales intermediarios. El presidente Reagan tuvo la capacidad de persuadir y gustar y esto funcionó como un magnifico escudo protector contra la crítica. Logró mantener durante sus dos mandatos su popularidad como persona incluso entre sus adversarios políticos y en momentos como cuando se cuestionaba su presidencia, como en el escándalo del Irán-Contra.

Estos dos comunicadores supieron ganarse a los ciudadanos utilizando siempre el optimismo, la sencillez o la simplicidad como el método más eficaz.




Al analizar la persuasión en las campañas electorales hay que prestar mucha atención al electorado, a los potenciales votantes y el auditorio al que el candidato intenta persuadir. Por mucho que un programa electoral sea claro y definido a la hora de comunicarlo necesitan buscar una estrategia y unos mensajes distintos según a quien nos estemos dirigiendo.

 En el caso del actual líder de masas Pablo Iglesias, a través de su discurso tanto en radio, prensa y televisión, especialmente en esta última, ha sabido llegar a los ciudadanos.

Como bien es conocido, Pablo Iglesias y su grupo político basan su campaña en lo que todo ciudadano querría para su Estado, un gobierno que busca la “igualdad, fraternidad, recuperación económica, etc.”

El líder de Podemos ha conseguido un pequeño cambio en el sistema político utilizando argumentos del tipo, “eliminar la casta política” que domina a España PP y PSOE, “eliminar las privatizaciones de servicios públicos”, etc., es decir, se escuda en argumentos que los ciudadanos quieren escuchar y que están esperando.

Una buena forma de hacer llegar un discurso a la audiencia es intervenir en los principales medios de comunicación en las horas Premium, donde el discurso persuasorio del orador va a llegar a un número mayor. Pablo Iglesias ha sabido llegar a esta utilizando a través de sus intervenciones argumentos que el pueblo quiere escuchar, se puede decir que en términos de argumentación, persuasión y convicción ha utilizado un tipo de discurso parecido a los grandes oradores políticos de la historia, como es el caso de Ernesto Guevara (CHE):

 

 

¿Ha sabido identificarse con la sociedad? ¿Ha conseguido cambiar un sistema democrático en el que solo existían dos tipos de partidos?

Se sustituye la argumentación por la seducción utilizando programas electorales en los que se promete cambiar el curso político de un Estado:

 

 

Bibliografía


MARTÍN SALGADO, Lourdes. Marketing político. Arte y ciencia de la persuasión en democracia. (ed.lit). 2ª edición. Barcelona: Ediciones Paídos Ibérica, S.A. 283 p. ISBN: 84-483-1238-8
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Pablo Bisio Invernizzi
Tatiana Klein
2ºC Periodismo

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