domingo, 8 de junio de 2014

¿Cómo podemos separar la ficción de la realidad en la era de la información?

¿Cómo descartar los rumores y hacer noticias contrastadas?

 Rumor o rumores son proposiciones para ser creídas que se transmiten de persona a persona, habitualmente de forma oral, sin que existan datos para comprobar su veracidad. Se trata de especulaciones no confirmadas que se intentan dar por ciertas con un objetivo determinado, y que condicionan el comportamiento de los demás. Al no ser información contrastada, rara vez se difunde de forma abierta, aunque esto no impide que se extienda de forma rápida.
La forma tradicional y más usada de extender un rumor ha sido siempre el "boca a boca", pero con la aparición de internet, la sociedad ha aprovechado el anonimato que da este medio para extender todo tipo de rumores.
El rumor es el producto no sólo de una mentira, de una memoria limitada o de una fantasía, sino también el resultado de un cuestionamiento de la verdad y de la objetividad de los medios de comunicación, del ejercicio democrático de sus dirigentes y de la censura. Es una "noticia improvisada", cuya función es restablecer el consenso colectivo.

Desde el punto de vista de los medios, los rumores provienen de "fuentes no oficiales", entendiendo por "fuentes no oficiales" aquellas  de origen indefinido, es decir, que no conocemos su naturaleza, ni mucho menos su procedencia.
Los medios de comunicación a menudo utilizan información no verídica, o considerada "falsa" para poder estar a la altura de sus competidores o de las exigencias de sus lectores. Priman los beneficios económicos inmediatos sobre su futura credibilidad.

Las redes sociales tienen un gran poder de difusión que permite que una información llegue a miles de personas, en cuestión de segundos y que alcance una gran repercusión. En estas condiciones es aún mas fácil y peligrosa la posibilidad de que un rumor adquiera gran importancia y repercusión. 
Un ejemplo claro y reciente de este fenómeno, es lo ocurrido hace unos meses, cuando Ben Harrington publicó a través de twitter un mensaje que revolucionó la bolsa de Suiza, y más tarde fue desmentido.

Esto demuestra la gran influencia que han adquirido las redes sociales que funcionan además de como entretenimiento, como agencia de noticias, tablón de anuncios, corrillo de rumores, una inmensa sección de opinión, etc.

La compra de Facebook sobre Whatsapp no dejó de generar rumores sobre su privacidad. Desde VIVA FM aseguraban que todas las fotos y vídeos compartidos a través de Whatsapp tendrían un álbum en Facebook a partir de primeros de abril.
A pesar de esto y de que aún no existe ni hay aviso de que exista una vinculación directa entre los servicios de Whatsapp y Facebook, la noticia se ha expandido por Internet y las quejas no tardaron en aparecer en las redes sociales y todas iban encaminadas a la máxima de 'adiós a la privacidad'.
Sin embargo, aunque la noticia dio la vuelta al mundo muy rápido, también se desmintió en poco tiempo. Desde Facebook aseguraron que esta información era falsa, alegando que la revista TIME no se había hecho eco de tal información y que por el momento no hay ningún tipo de integración entre WhastApp y Facebook.




Un último ejemplo de hasta que punto un rumor lanzado por un ciudadano anónimo se convierte en noticia es el caso de los supuestos cánticos contra casillas en el Bernabéu. El Diario SPORT publico una noticia falsa basándose en fuentes no contrastadas.

@puntopalote



 ¿Cómo combatir los rumores?


Existen en la actualidad varios procedimientos encaminados al despistaje de rumoras o noticias falsas. Citamos a continuación algunos de los más destacados.

El  verificador de datos es una figura que nace en el periodismo estadounidense, y cuya función es comprobar la verosimilitud de lo que se publica en un periódico o revista. Este proceso ya lo llevan a cabo medios como The New Yorker , People o Time.

El PAER (Protocolo de abordaje estratégico del rumor) es un protocolo destinado a los profesionales. Establece las preguntas básicas que deben plantearse con el fin de aplicarlas en cada caso de forma efectiva, como por ejemplo: ¿en qué lugares? Se utiliza para localizar el foco de propagación (escuela, mercado…). ¿Cómo es y qué genera? Establece la naturaleza del rumor. ¿Quién puede haberlo lanzado y cuáles son sus círculos de influencia? Fija el origen del rumor, etc. En definitiva, todo está pensado para determinar en qué fase se encuentra el rumor, y poder así contraatacarlo con efectividad y evitar la propagación. Este protocolo permite identificar a los grupos implicados, tanto los emisores como los receptores, así como reconocer a quien combate el rumor y actuar, estableciendo un plan estratégico en su contra. Finalmente, posibilita modificar la percepción a largo plazo del grupo social afectado, construyendo una nueva visión y una nueva aspiración común.

La BAR (Brigada antirrumores) consiste en un grupo implicado en la desactivación de un rumor. Este grupo utiliza el propio mecanismo del rumor para difundir  contrarrumores con información veraz y contrastable. Como en cualquier campaña de marketing hace falta encontrar un mensaje breve y que enganche, y difundirlo. Cada persona del grupo se compromete a captar a tres personas, las cuales deberán generar una cadena de diez personas más cada una, vinculando a un individuo de confianza en cada fase del proceso. La BAR forma, informa, y diseña estrategias para desactivar el rumor.
La forma más efectiva de desbaratar un rumor es crear un contrarrumor. Se trata de difundir verdades que contrasten el efecto  provocado por el rumor. Hay que utilizar datos reales en momentos determinados, el  contrarrumor debe ser claro y sencillo e incluir la totalidad del concepto. Es importante tener preparada una buena batería de contrarrumores, dominar las redes de influencia y utilizar tantos canales formales e informales como sea posible.  

Decálogo para saber qué hacer ante los rumores. Hay que tener en cuenta que se debe convertir el rumor en algo absurdo y ridículo. El semiólogo Fabio Gallego Reinoso expone en su manual sobre los rumores diez pasos a seguir para combatirlos:
1. Cuestionar cualquier ambigüedad.
2. Identificar y localizar el rumor.
3. Determinar el grado de extensión y la estrategia a seguir.
4. Actuar masivamente.
5. Aprender a dominar el uso de la dependencia emocional social para el «bien
común».
6. Identificar la fuente e intentar que colabore.
7. Buscar adhesiones para la causa, así como referentes sociales.
8. Todo rumor social es susceptible de ser verificado.
9. Todo rumor es una forma de persecución social.
10. Se puede crear una brigada antirrumores.

Para finalizar insistir en el poder del rumor, que  puede convertirse en un mecanismo de control e incluso de represión, puede causar miedo y desconfianza. Por lo tanto es fundamental desactivarlo y, en la medida de lo posible, restaurar el equilibrio y la percepción positiva de la sociedad.

No podemos olvidar que estas informado también es un deber. Es necesario dar el primer paso, que consiste en entender que a través de los medios no nos estamos informando. Reconocer que lo que nos muestran los medios es una elaboración de la realidad y no su reflejo es la primera condición para poder estar bien informados.


Fuentes consultadas:




  • Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo. Pascual Serrano, 2009




Nicolás Rivas Boyer
Juan Muñoz Rubio
2ºH Periodismo






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