lunes, 9 de junio de 2014

¿EXISTE UNA PUBLICIDAD BASADA EN ARGUMENTOS O LOS SENTIMIENTOS Y EMOCIONES SON MÁS IMPORTANTES?

'' La publicidad es el arte de convencer a gente  para que gaste el dinero que no tiene en cosas que no necesita.''  Will Rogers

Los mensajes publicitarios se han convertido en nuestro entorno habitual, desde que nos despertamos somos impactados por gran cantidad de anuncios. Esto es así porque vivimos en una sociedad que gira en torno al consumo, en una época en que la tecnología ha logrado su mayor esplendor y en definitiva, en una época dónde la publicidad muestra un gran impacto en el hombre moderno.
A lo largo de la historia, la publicidad ha ido aprendiendo de la experiencia y de las aportaciones de diferentes disciplinas para especializar su mensaje en esta tarea, por ello cabe enfatizar las aportaciones del llamado “padre de la publicidad”, David Ogilvy, quien puso en marcha el concepto de imagen de marca y, junto con Bill Bernbach, sentó las bases de la llamada "revolución creativa".

"Dentro de cada marca hay un producto, pero no todos los productos son marcas" Ogilvy

 El proceso de creación del que vamos a hablar responde al objetivo de maximizar La persuasión  y así, llegar más y mejor a los clientes, obligando al creativo publicitario a reinventarse continuamente y seguir buscando nuevos medios y nuevas formas para producir espectáculo capaz de atraer la atención.
En el comienzo de la publicidad se desarrollaba únicamente la publicidad argumentativa, la cual hace referencia a la expresión oral o escrita de un razonamiento. Es un discurso dirigido al entendimiento, para convencer o generar una creencia nueva mediante el conocimiento evidente de nuevas verdades, basándose en una racionalidad común.

La publicidad argumentativa tenía como función principal dar a conocer los productos nuevos a los consumidores para venderlos, explicando cómo funcionaban, sus características técnicas y lo que podían hacer con ellos. Como ejemplo de publicidad argumentativa está el anuncio de Colón.
Ante este panorama es  interesante comparar los anuncios antiguos con los más actuales para ver como los argumentos varían en función del público al que van dirigidos y de la época en la que son creados.
En este video se muestran los anuncios de las décadas 70 y 80,mostrando un recorrido por los más famosos productos de esa época.


 Actualmente, la oferta de productos es enorme y todos los productos son muy parecidos. La simple información sobre sus características no sirve para diferenciarlos. Si la empresa anunciante quiere que el consumidor potencial identifique el producto y los diferencie de los otros, se tendrá que desarrollar un anuncio más original y sutil. Hace falta diferenciarlos en el mensaje, es decir, la publicidad argumentativa no es suficiente. Ahora los anuncios publicitarios quieren acercarse a la psicología del posible consumidor. Se quiere asociar el producto a un tipo de comportamiento y a un estilo de vida. Por ello ha aparecido la publicidad emotiva que aspira a crear un impacto total a través de los cinco sentidos, para que luego éste sea recordado como una rica experiencia personal vivida junto a un producto y su marca. 


La estrategia que lleva a cabo este tipo de publicidad se llama estrategia de posicionamiento, el mensaje publicitario no se centra en el objeto anunciado y sus cualidades sino en el deseo del consumidor potencial. Este proceso de asociaciones, el arte de decir las cosas sin decirlas se llama connotación, cada uno interpreta subjetivamente las imágenes según sus propias vivencias o aspiraciones.
Sabemos que los contenidos que pueden provocar emociones de forma significativa, pueden registrarse en los sistemas cerebrales de memoria con más facilidad y mayor presencia. El conocimiento de esta ventaja de la publicidad emocional, fomentó su utilización en estos últimos años, generando campañas que consiguieron gran notoriedad, a veces tanta que incluso no se lograba identificar o recordar la marca


Otro ejemplo es esta campaña basada en una propuesta emocional. Se muestra juventud, ritmo, pasión, no datos sobre ABS, quinta velocidad, o aire acondicionado.
También podemos encontrar campañas publicitarias basadas en los deseos, que están muy ligados a las emociones, un ejemplo muy claro de deseo es el nuevo spot de Volkswagen Golf:

Nos gustaría destacar,como último ejemplo el Aromarketing, también llamado marketing aromático. Surgió a partir de una investigación en la Universidad de Rockefeller y reveló que el ser humano recuerda el 5% de lo que ve, el 2% de lo que oye, el 1% de lo que toca, contra un 35% de lo que huele, así queda comprobado científicamente la influencia del olor en la toma de decisiones de las personas. Es más probable que algo nos resulte memorable y que aumente nuestro sentimiento de satisfacción cuando una fragancia agradable concuerda con una imagen visual que también se perciba como agradable.

La agencia norteamericana de marketing aromático  Scent Air fue la encargada de colocar esta valla publicitaria que emanaba un intenso olor a carne asada. Dicha cartelera desprendía su fragancia entre las 7 y las 10 de la mañana, y desde las 4 hasta las 7 de la tarde, los horarios con mayor número de clientes en el supermercado.
Un ejemplo de este tipo de marketing más cercano a nosotros es este cartel publicitario que sorprende al potencial consumidor con el aroma a naranja característico del nuevo producto de Shandy Cruzcampo. Se colocó en un Carrefour, en Madrid y tuvo mucho éxito.
A modo de conclusión y como respuesta a la pregunta planteada, nosotras pensamos que la publicidad basada en los sentimientos y en las emociones es más importante debido a que las personas no tomamos las decisiones de compra de forma totalmente racional. Por lo que creemos que la problemática reside en proponer una frontera entre una y otra. Para esto, se puede partir de la intención comunicativa del emisor.
Por este motivo creemos que en el anuncio publicitario será necesario encontrar el equilibrio entre deseos (publicidad emocional) y necesidades (publicidad racional), ya que si analizamos el periodo actual, volvemos a encontrar un consumidor más racional obligado a buscar una compra más inteligente que le permita administrar mejor sus escasos ingresos. Este consumidor ha dejado de lado, al menos temporalmente, aquellos deseos que en este momento considera imposibles por la crisis económica, en cambio, productos que pueden responder a estas necesidades, como las marcas de distribución o marcas blancas) comunican aspectos ligados a algo tan lógico como puede ser la relación de calidad-precio.
El siguiente anuncio de Gillette es un ejemplo de búsqueda del equilibrio entre lo emocional y lo racional.


’El mundo tiene sentido cuando se puede comparar lo almacenado en el cerebro con lo percibido por los sentidos ‘’ Montserrat Daban.


Ana Belén Pulido
Sara Esteban
2ºD Periodismo

BIBLIOGRAFÍA
Anotaciones privadas de David Ogilvy (1990). En http://www.lahistoriadelapublicidad.com/

Libros:
Ogilvy & la publicidad (David Ogilvy)Publicidad creativa
No logo: El poder de las marcas (Naomi Klein)
El fin de la publicidad como la conocemos, Sergio Zyman 
El universo publicitario: Una historia global de la publicidad (Mark Tungate)

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