jueves, 5 de junio de 2014

PUBLICIDAD Y LA ÉTICA PERIODÍSTICA

¿Tienden a mezclarse la publicidad y la información? ¿Están siempre unidas publicidad e
información? Parece ser que esas pregunta la obviamos, ya que es prácticamente imposible consultar algún medio de información sin que te ataquen con una buena dosis de publicidad.

Asumimos que la publicidad y la información tienden a mezclarse, por lo menos desde que la gente de nuestra edad (20 años más o menos) tenemos conciencia.

Vamos por partes. En la prensa, que tiene menos tirón ahora que hace unos años debido al enorme crecimiento de Internet, hay publicidad en casi todas las páginas que componen el periódico, algunas de ellas ni siquiera tienen un mínimo de información, la página entera es publicidad. En la radio pasa lo mismo: 15 minutos de programa y luego 2 ó 3 de publicidad.


Y últimamente en los informativos de televisión también nos atacan con publicidad a raudales, incluso son los mismos periodistas los que fichan por las empresas que se patrocinan: que si Matías Prats está muy seguro con Línea Directa, que si Los Manolos ligan más porque usan las cuchillas Gillette… ¿Es esto ético?

A continuación vemos a Matías Prats en uno de sus anuncios de Línea Directa.



Por supuesto, publicidad e información están inevitablemente mezcladas, y nosotros estamos acostumbrados a ella. Ciertamente resultaría muy extraño oír la radio o ver la televisión sin publicidad. Aunque a veces sea molesto puede que nuestro subconsciente necesite algo de publicidad.



Llegados a este punto es necesario hacernos la siguiente cuestión ¿es ético y moral combinar la información con la publicidad?

Acerca de este creciente problema podemos ver las opiniones de algunos expertos, como el profesor de la Universidad de Málaga Bernardo Díaz Nosty: "los periodistas o supuestos periodistas que trasladan su credibilidad a un producto comercial incurren en la degradación más absoluta que puede alcanzar la profesión periodística".
La periodista Nativel Preciado no es tan dura con este tema, pero también lo ve con malos ojos: "La última oferta que he desechado es de una marca de coñac. Es mucho dinero lo que te ofrecen, la tentación te llega" Es muy difícil oponerse a esa suma de dinero, por eso muchos periodistas acceden a dar publicidad.
Por otra parte la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la Asociación de Prensa de Madrid (APM) explican que hay un creciente nivel de publicidad anunciados por periodistas y que los medios están haciendo caso omiso al código deontológico de la profesión.


Pues bien está a la orden del día y es evidente que las empresas quieran publicitarse y más aún en medios donde la gente los ve a diario (véase televisión, radio internet...) pero no por ello se debería hacer a cualquier precio. Al espectador, lo que de verdad le interesa es la información, casi nunca va a querer que le mezclen la publicidad entre medias de la información.

Vemos así un gran ejemplo en el programa que dirige Josep Pedrerol el Chiringuito de Jugones, anteriormente conocido como Punto Pelota. En él la publicidad es muy abundante y hasta puede llegar a cansar al espectador. Nos encontramos pues con anuncios publicitarios de Danacol, de la actualmente de moda casa de apuestas Sportium pero sin duda en el que más énfasis se pone es en el de las maquinillas Wilkinson, liderado principalmente por el colaborador Nacho Peña. Vamos a verlo en su versión Punto Pelota.


Aquí se abre un apartado interesante. Por una parte parece una propuesta inteligente la de este programa que apuesta por la participación del espectador mediante el envío de titulares por Twitter con su hashtag correspondiente que posteriormente se elegirá al mejor para ponerlo en su página web. Pero la manera en que se hace no tiene muchos tintes éticos que digamos, sabiendo que la participación va encaminada a publicitar las maquinillas. ¿Es necesario recurrir a la publicidad para incentivar la participación del programa? Obviamente no, pero así indirectamente se mantiene al espectador en un constante grado publicitario sin que él lo quiera.

Aunque digamos todo esto de que no está bien mezclarlo, y que no es ético, es algo que va a ser muy complicado de frenar y erradicar dado a que si hay dinero de por medio, la norma del Código Ético de los periodistas referida a no mezclar ambos ámbitos, se va a ver pisoteada.

Y va a ser complicado puesto que es un hecho el que la publicidad está sobrepasando los límites. Un artículo de Íñigo Keller sobre los límites de la publicidad nos da que pensar en ello. En él se refiere al cambio constante de nombre que se le está dando a la parada de metro Sol, que pasó por las manos de Vodafone y que actualmente es conocida como Sol Galaxy Note.


Como él dice, es la primera vez que en España se transforma el nombre de una parada de metro con fines publicitarios. Llega a citar a un profesor de Publicidad llamado Mateo Fernández, el cual alude a este tipo de publicidad como "publicidad intrusiva" asegurando que este tipo de práctica ha sido favorecida por la crisis y la necesidad de ingresos pero que la regulación en estos temas debería ser menos permisiva.

Y en efecto esto es así, dado que según Pablo Cavero, Consejero de Transportes e Infraestructura, se ha realizado la transformación del nombre "con el fin de buscar otras vías de ingreso". Esto puede parecernos bien o no, lo que sí es cierto es que se trata de una de las paradas con más viajeros de la comunidad y que a los ciudadanos no les parecerá bien que un lugar transitado por tanta gente cambie la estética de su nombre tantas veces sólo con el fin de publicitarse puesto que a nosotros los ciudadanos nos costará más reconocer el nombre de esta estación, como si se tratase de una página web llena de contenido informativo la cual hace que veamos con dificultad la información que estamos buscando. Son sin duda aspectos que se contraponen a la ética informativa y sobre todo a los intereses de la gente.

Bien todos estos elementos acarrean ciertos problemas. La cantidad de publicidad y la forma de mostrarla debe estar moderada para el bien del que se informa y también para el medio. La excesiva publicidad puede hacer que el público deje de informarse en ese medio o que lo vea con una actitud negativa. Un buen ejemplo es la radio: cuando se pasan de publicidad es muy fácil cambiar de emisora y no volver a la que se estaba oyendo en un principio. Con la televisión no ocurre exactamente lo mismo: los informativos suelen ser a la misma hora y con poca publicidad. Si hay un programa exclusivo de una cadena no van a cambiar a otro canal, ya que esa información la dan sólo ahí.

El periodista que se vende a las marcas también puede ganarse una visión general negativa hacia su persona. El hecho de publicitar su producto mientras da noticias hace que pierda la objetividad. Hay gente que no lo ve con buenos ojos.


Un ejemplo muy bueno de esto es el que se dio durante la Super Bowl de 2010, mientras la narraban los de la Cadena Ser estando borrachos. El periodista Jorge Hevia tenía que anunciar las encimeras Silestone y comenzó a decir que eran de pésima calidad. El director de la Ser fue despedido y con él se fue todo el equipo. Más tarde ficharon por la Cope.


Ahora para finalizar vamos a abordar otras dos cuestiones que son interesantes de destacar.

¿Cómo se insertan las marcas en la ficción o en la información?

Publicidad e información siempre han estado muy relacionadas pese a ser dos campos bien distintos. Esta complicidad es conocida como publicidad por emplazamiento, que consiste en la inserción de un producto, marca o mensaje dentro de un medio audiovisual, especialmente en películas y series.

Esta técnica tuvo una gran popularidad en la década de los 80 pero, sin embargo, cada vez va tomando mayor relevancia en los medios de comunicación y ocupan, dependiendo del medio en cuestión, una parte de la franja reservada para el informativo.

La razón es simple: Los productores han encontrado un nuevo modo de financiación con el que aumentar los ingresos sacrificando cierta independencia del mundo informativo.

¿Qué problema plantea el patrocinio de programas y eventos?

Desde el punto de vista económico, todo son ventajas en el patrocinio de programas y eventos, ya que es un modo de financiación en el que el patrocinador accede a asumir una parte, o en algunos casos la totalidad, de los gastos a cambio del reconocimiento visual o publicitario durante la celebración del programa o evento.

Hasta aquí, todo parecen ventajas pero surge un problema de carácter ético y moral y es la independencia de los programas y eventos.

Que una empresa patrocine programas y eventos provoca que dicha corporación sea imprescindible en la elaboración de los mismos por su aportación económica. Muchos de estos programas y eventos no podrían celebrarse por falta de recursos económicos y eso crea una necesidad de patrocinadores para asumir ciertos gastos.

En los medios digitales, el tema de la publicidad ha provocado mucha polémica. Muchos lectores se quejan de las invasivas técnicas de publicidad que se adhieren a estos medios, por ejemplo, cuando, al abrir un titular, se ven abordados por anuncios difíciles de ocultar y que, incluso, enlazan con el portal de la empresa publicitada.

El Libro de Estilo de El País separa claramente la información, la opinión y la publicidad, y pone un muro que se debe respetar para que estos tres términos no se mezclen.

"No desconozco que, como afirmaba Cervantes de la literatura, tampoco el periodismo es un oficio sin relación con la necesidad del mundo. Y, aunque me cueste creerlo, doy por admitido que agredir al lector de esta manera favorece las ventas de esta y otras novedades mundiales. Pero con todo, ¿no podría buscar el periódico una zona de coexistencia más digna entre el anuncio de una guerra y el de una cafetera?", sugiere Fernando Soler al abrir la noticia ‘’Washington alerta del peligro de una larga guerra civil en Libia’’ en la edición digital de El País en marzo de 2011.

Miguel Martínez Mosqueda
Daniel Peña Miranda
Álvaro Saboya Navarrete
2ºH Periodismo


BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA:

El País, Defensora del Lector: ‘’El dilema de la publicidad’’, Milagros Pérez Oliva, 3 de abril de 2011.

Publiworld. La Publicidad en los Medios de Comunicación.




1 comentario:

  1. Queremos hacer un inciso aclaratorio: la estación de Sol de Madrid primero fue patrocinada por Galaxy Note y después fue sustituida por Vodafone, al revés de como exponemos en la entrada. Corregimos el error y disculpen las molestias.

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