Constantemente estamos expuestos
a estímulos publicitarios que influyen en nuestra conducta de manera
directa, como decía la “teoría de la aguja hipodérmica” de Laswell. Tenemos
la idea de que sabemos diferenciar perfectamente lo que es publicidad de lo que
es información, ¿pero esto es así realmente? Autores como Dave Winer, investigador, escritor e informático estadounidense, dice que “La publicidad será más y más segmentada
hasta su desaparición, porque la publicidad perfectamente segmentada es
información”.
Por lo tanto, si algo está claro,
es que vivimos rodeados de publicidad, mucha de ella mezclada con información,
pero siguiendo un esquema que no nos permite separar la una de la otra. Así consiguen, las empresas, transmitir el mensaje publicitario sin que nos
demos cuenta de ello.
Más allá de la presencia que
pueda tener en presa escrita a través un reportaje o noticia donde se nombren
marcas conocidas sin avisar de que se trata de publicidad; un claro ejemplo lo
tenemos en los informativos.
Los presentadores de los espacios
informativos en televisión, que son vistos como fuentes fiables y que te van a
proporcionar información real, se aprovechan de su fama o de su credibilidad
para ser imagen de ciertas marcas.
Sí que se respeta La ley del
Audiovisual que prohíbe los espacios publicitarios en los informativos que
duren menos de treinta minutos, y los patrocinios; y que sí permite la
publicidad entre el bloque de información
general y el de deportes, y entre el bloque de deportes y el del tiempo. Pero,
¿es éticamente correcto que estas personas en las que confías te intenten
vender un producto?
“Los Manolos” de deportes cuatro
aprovechan su fama como comunicadores y personajes televisivos para promocionar
diversos productos como, en este caso, las maquinillas Gillete.
Aquí podemos ver a la presentadora de deportes de Antena 3 utilizando
su credibilidad como profesional para hacer una campaña de publicidad de
Randstad.
Bajo nuestro punto de vista el
hecho de que los informadores anuncien productos no es éticamente correcto en
el momento en el que el profesional elige ser imagen de una determinada marca o
producto por el beneficio económico que obtendrá y no porque ese producto sea
realmente bueno. ¿El problema?, cómo saber diferenciar cuando es una cosa o
cuando es la otra.
Esta actuación de Ellen Degeneres
es un ejemplo en tono humorístico de cómo las empresas buscan a personas con
cierta importancia para poder vender sus productos con mayor facilidad; y cómo
en este caso la ética personal estuvo por encima del beneficio económico.
Lamentablemente el problema no se
queda solo en esto y se extiende a los patrocinios, que como hemos dicho antes
están permitidos, pero que pueden suponer un grave inconveniente para la información.
Esta se ve condicionada por el
dinero que las empresas invierten en estos patrocinios que pueden hacer que
no se hable mal de algo o que se dedique
más tiempo a ciertas informaciones menos relevantes.
Otro problema
más para el periodista y para la información de calidad. Y vosotros, ¿qué
pensáis? ¿está por encima la ética o el dinero? ¿es la publicidad en la información
una forma de manipulación?¿os inspiran confianza estos comunicadores?
Grupo D Periodismo
Eva María Artigado Fernández
María López Valea
Estoy muy de acuerdo con vuestro texto y me gustaría responder a vuestras preguntas. Con respecto al debate ética/dinero, creo que cuando uno decide ser periodista está ya optando por la ética, pues sabe que tiene pocas posibilidades de hacerse rico. En el caso contrario, sorprende que haya verdaderas figuras mediáticas (que no son periodistas, sino comunicadores, como bien habéis dicho) a las que no les importe vender una imagen de profesionalidad, rigor y experiencia a un caldo de pollo casero, por ejemplo. En mi opinión, pierden toda posible confianza de los espectadores (al menos los formados y con un poco de cabeza) en el momento en que se pliegan a esas campañas publicitarias.
ResponderEliminarMuchas gracias por comentar el artículo, y si hay algo que tengo que recalcar de lo que has dicho y que creo importante es esa diferencia que apuntas entre periodistas y comunicadores. A mi parecer, fundamental.
EliminarMuy interesante la unión de ambos mundos (periodismo y publicidad). Lo primero que hay que tener, en mi opinión, es coherencia y no se tiene cuando un personaje público manifiesta abiertamente una repulsa hacia algún tema y luego vemos, que por dinero u otro fin, es imagen publicitaria de la empresa que lo abandera. Un ejemplo muy concreto es anunciar hipotecas cuando estás encontra de las mismas.
ResponderEliminarTambién creo que es oportuno que cuando un comunicador vaya hacer un anuncio sepa qué es exactamente lo que anuncia, pues así el riesgo de que si saliera mal y puediera salpicarle, es menor. La publicidad puede ser una vía de manipulación igual que lo puede ser un medio de comunicación, pero no tiene que ser, ni mucho menos, la regla general. Siempre que se especifique, y el recepetor entienda, que se trata de un espacio publicitario y se cumpla la ley, no tiene porqué existir problema.
ALBERTO SANZ
Muchas gracias por comentar la entrada, De todo lo que has dicho me quedo con algo que creo muy importante y es lo que dices de la necesidad de que esa persona conozca bien lo que publicita y no publicite algo en lo que no cree.
EliminarHola, estoy muy de acuerdo con vuestro punto de vista a cerca de si es ético o no la imagen de periodistas en anuncios. Nuestro post también lo hemos enfocado más o menos en debatir si de verdad es ético o no. En mi opinión, como dice Roberto, creo que el periodista cuando decide ejercer como tal ya está obligado a ser ético. Es decir, tiene una responsabilidad con la sociedad y no creo que el objetivo deba ser lucrarse. Tenemos como referente a muchos periodistas, pero si hacen un anuncio de una marca prometiéndonos infinidad de ventajas y luego vemos que todo era mentira ¿Qué imagen vamos a tener de aquel prestigiado periodista?
ResponderEliminarDe todas formas, cada vez más periodistas se están sumando a la tendencia de crear anuncios y el objetivo no es más que dar más credibilidad a un producto, es decir, es un objetivo totalmente lucrativo.
Muchas gracias por comentarnos la entrada. Recalcar que lamentablemente, tienes razón en la última frase.
EliminarHola,
ResponderEliminarMis opiniones concuerdan con las vuestras a la hora de saber que no es muy lícito juntar la publicidad con la información. Un informador se tiene que ceñir en informar y un publicista en emitir publicidad. No obstante, la imagen que los periodistas pueden dar a una marca es muy positiva en la mayoría de los casos, si no los publicistas no los elegirían para su anuncio. Pero pienso que no es muy correcto que un informador promulgue una marca o publicidad, en sí, porque la credibilidad del periodista puede dañarse por el hecho de que lo que promulga la marca no sea tan efectivo o tan bueno.
Y pienso totalmente como Andrea: un periodista o cualquier persona que acepte dar publicidad a un producto o marca no es por darle más confianza y fiabilidad a la marca, sino que eso lo hacen para beneficiarse.
Sara Vera y Belén Figueira
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarGracias por comentar. Esto de acuerdo con vosotras en lo de que la credibilidad del periodista se puede ver afectada pero, sinceramente, a mi me parece mal que promocione el producto o la marca en sí, si, además, no es tan efectivo o bueno se ha ganado a pulso el perder su credibilidad.
EliminarEstá claro que el dinero muchas veces va por encima de la ética profesional, pero a veces el problema no es de los comunicadores, sino de los que están por encima de ellos.
ResponderEliminarPor otra parte, la actuación de Ellen DeGeneres me pareció magnifica, pero si pudo hacer eso es porque es la conductora de su programa y por el prestigio que tiene, aunque probablemente y lamentablemente debió tener alguna consecuencia por "menospreciar" el producto que debía anunciar. Aunque sin duda, un ejemplo a seguir
Muchas gracias por comentar. Yo no tengo noticias de ningún tipo de "represalia" contra la presentadora, pero seguro que tuvo consecuencias. Por ello, aunque estoy de acuerdo con lo que dices sobre su prestigio, etc. me parece valiente su actuación y creo que muchos deberían hacer lo mismo.
EliminarHola, ante todo decir que estoy completamente de acuerdo con vuestro artículo. Entiendo que un medio de comunicación tenga que tener ingresos y que estos salgan de la publicidad, pero también creo que los encargados de cada medio deberían diferenciar los intereses económicos con la puesta en práctica del periodismo. No creo que la publicidad sea una forma de manipulación, pero sí creo que hay ciertas personas o ciertos grupos que intentan hacer de la publicidad una herramienta para lograr ciertos intereses.
ResponderEliminarTambién me gustaría hacer una breve referencia a la relación periodismo – publicidad, o más bien, periodismo-intereses económicos: todos sabemos que la independencia de un medio o de un periodista es imposible, pero se debe luchar por intentar conseguir serlo en la medida lo posible. ¿Hasta qué punto se es "objetivo" cuando el periodismo está mezclado con una empresa? Obviamente, no creo que algún medio vaya a informar de alguna noticia que pueda perjudicar a la empresa que le proporciona una serie de ingresos.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices, Alicia. Gracias por comentar.
EliminarPara mi la cuestión no es solo que los periodistas (o comunicadores, merece la pena ahondar en estas diferencias) anuncien productos, sino que además lo hagan en el marco de su programa. Estás informando sobre la lesión de Cristiano, te giras y anuncias lo que sea. No es que hagas un anuncio, sino que mete4s el anuncio de lleno en un informativo. Y eso hace que el espectador asocie los valores del informativo a lo del producto. Los anuncios de El Corte Inglés de la cadena SER son tremendos en este sentido, conectan con el comercio al final de las noticias de las nueve, como quien conecta con el corresponsal en París. No es que la gente sea tonta y no se de cuenta, pero la publicidad usurpa parte de los valores y prácticas del informativo.
ResponderEliminarMe ha gustado el post, aunque no esté de acuerdo con la frase inicial de Winer. La publicidad segmentada atiende a mis intereses y hábitos, pero no es información. Yo me informo sobre Ucrania pero eso no significa que quiera comprar caviar, y esa es la lógica de los Google Adds.
Estupendo el video de Ellen
En relación a tú ejemplo de los anuncios de El Corte Inglés, se me viene a la memoria lo que ocurre con Tele5 cuando al final del informativo te dicen que marques la X a favor de la Iglesia como si de una extensión del bloque de noticias económicas se tratase.
ResponderEliminarEsta claro que la televisión es un negocio y que por lo tanto depende de la publicidad pero, ¿tanto y de esta manera?
ResponderEliminarNo me parece éticamente correcto que aprovechándose de la influencia que tiene un presentador de televisión te vendan un producto con el que muchas veces ni él mismo está acuerdo.
Esto es un claro modelo de manipulación en el que está sumido la sociedad hoy en día. Y después de haber leído este post me hago una pregunta, si hoy en día se mezcla en espacios informativos publicidad, ¿cómo sera dentro de unos años?
Gracias por comentar, Inés. No se contestar a tu pregunta, solo decirte que ojalá se acabe eliminando esa publicidad en los espacios informativos, aunque se que es muy difícil.
EliminarYo creo que, a menos que su contrato con el medio lo prohíba, un periodista puede firmar para publicitar una marca, aparecer en anuncios o pósters o incluso prestar su voz para hacer cuñas de radio.
ResponderEliminarAhora, lo que veo mal es que promocionen los productos en sus espacios al aire, es decir, en medio de un noticiero, de un programa de radio del que sean locutores o cosas así.
Muchas gracias por comentar la entrada. Bajo mi punto de vista, el periodista puede hacerlo pero ¿debe? Hay que tener en cuenta que mucha gente le ve como un referente, alguien que solo dice "verdades". Por esa razón nos planteamos la pregunta.
EliminarHace bastante tiempo que se mezclan noticias con anuncios, donde más lo noto son en los telediarios de antena tres, que hasta interrumpen el espacio del tiempo para insertar anuncios. Pero también me ha llamado la atención ver como últimamente numerosas marcas (incluso bancos) utilizan a periodistas para anunciar sus productos fuera de los telediarios, aprovechándose de la credibilidad que estos tienen ganada por su constante presencia en nuestras vidas, como son Matías Prats, Susana Griso, Julia Otero o Carlos Herrera, cuando la mayoría de los códigos deontológicos establecen la obligación de los periodistas a realizar una distinción formal y rigurosa entre la información y la publicidad, ¨entiendendo éticamente incompatible el ejercicio simultáneo de las profesiones periodísticas y publicitarias” lo cual solo se distingue mediante un pequeño letrero en el que se lee ¨espacio publicitario¨.
ResponderEliminarNo creo que la publicidad sea una forma de manipulación de la información, más bien una forma de contaminarla. La publicidad es más seductora que persuasiva. En general, cada vez utiliza más los sentimientos y la estimulación sensorial y lo peligroso es ver como cada vez penetra más en espacios cuya naturaleza es opuesta a la de la publicidad.
Por último os dejo este anuncio de BBVA, me pareció el mayor ultraje que se le puede hacer a la profesión, dar la cara por un banco que intenta vendernos que estamos saliendo de la crisis, que cada vez se dan más buenas noticias:
https://www.youtube.com/watch?v=KlrfbsVL2mU
Carlos Álvarez-Cascos
Muchas gracias por comentar. Comparto contigo la opinión que tienes del vídeo que nos has sugerido. Es una aberración al periodismo y a la figura del periodista; y triste que profesionales de esta profesión se presten a ello.
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