lunes, 17 de marzo de 2014

No es humor todo lo que reluce

Grupo formado por:
José Miguel Mancheño Lominchar
Beatriz Gutiérrez Blanca
2º C – Periodismo


Vamos a romper el hielo en este blog intentando responder a una cuestión que nos es muy cercana, aunque no lo parezca: ¿Cómo se logra que una interpretación incorrecta tenga carácter humorístico, por ejemplo, en los chistes?

Cuando alguien nos cuenta un chiste, no caemos en la cuenta de que el efecto humorístico reside en principios semióticos, no en cómo nos lo cuente el sujeto en cuestión (aunque también influye).

Para empezar, todos sabemos que el lenguaje es un signo, que designa realidades. Por ello, por ejemplo, existen palabras tabú. Pero lo que en verdad es un tabú son las realidades que representan. En nuestro caso, si designamos a realidades cómicas o graciosas, el humor está asegurado. Sin embargo, vamos a ir más allá. Queremos saber qué elementos formales del lenguaje otorgan a un enunciado humor.

Todos los hablantes de una lengua, debido a ese conocimiento intuitivo que tenemos de ella, podemos llevar a cabo metarrepresentaciones de lo que estamos hablando y de lo que el otro tiene en mente (presuposiciones o implicaturas). Sin embargo, no siempre el otro hablante piensa lo mismo que nosotros tenemos en mente, dentro, siempre, de un contexto comunicativo determinado.
Es este nuestro ámbito de estudio: la falta de relación existente entre lo que dice un hablante y lo que otro interpreta. Ahí reside el humor.


Para estudiar las estructuras del humor, debemos partir de la Teoría semántica en los esquemas de Raskin y la Teoría de la relevancia en los esquemas de Curcó o Yus. Sin embargo, todas parten del Principio de Cooperación de Grice.

El Principio de Cooperación es un supuesto pragmático por el que se espera un determinado comportamiento en los interlocutores, debido a un acuerdo previo. Es la guía de los interlocutores en un proceso comunicativo.
Grice, su precursor, lo define así: “Haga que su contribución a la conversación sea, en cada momento, la requerida por el propósito o la dirección del intercambio comunicativo en el que usted está involucrado”.
Es decir, afirma que el hablante hace todo lo posible para explicarse y el oyente para entenderlo.
Es este un principio no normativo, aceptado por todos los actores involucrados en una conversación.

Grice establece un análisis lógico de los elementos que rigen una conversación. Para ello, intenta establecer los mecanismos que regulan el intercambio comunicativo y la interpretación de los enunciados. Es decir, estudia los mecanismos responsables de la información implícita. Por ello, divide este principio según 4 máximas:

Máxima de Cantidad
Se refiere a la cantidad de información que debe darse. Es decir, proporcionar tanta información como sea necesaria y no más de la requerida.

Máxima de Cualidad (o calidad)
Se refiere a la verdad de la contribución. Es decir, que la información sea verdadera. No afirmar lo que crea falso o de lo que carezca de pruebas.

Máxima de Relación (o relevancia)
Grice lo ejemplifica con la frase: “Vaya usted al grano”. Que la información dada sea pertinente. Es decir, que esté en relación a lo que dice el emisor.

Máxima de Modalidad (o manera)
Grice afirma que el hablante debe ser claro, proporcionando información clara, no ambigua, breve, ordenada.

Sin embargo, como vamos a ver, en ocasiones, estas máximas no se cumplen. Se rompen de forma intencionada para transmitir información de forma no literal (mediante la ironía, por respeto, etc.), generando inferencias pragmáticas, Estas son las implicaturas conversacionales (mecanismos de interpretación que van más allá de lo manifestado en los enunciados).


Así, Raskin establece un modelo formal de la competencia humorística, creando un Principio de Cooperación Humorístico (teniendo como base los principios de Grice). Distingue dos tipos de comunicación:
  • Bona Fide: Es la comunicación que no infringe el Principio de Cooperación.
  • Non Bona Fide: con dos tipos de comunicación: el chiste (humor) y la mentira. Es decir, cuando no se tiene en cuenta el principio de Cooperación.
Estudia una serie de mecanismos de interpretación humorística. Así, para Raskin el humor es un uso desviado del lenguaje, mientras que para Curcó no.
Para Curcó, la incongruencia es un instrumento para alcanzar el efecto humorístico. También pensó así Francisco Yus Ramos: “Mi modelo comunicativo incide sobre todo en la imposibilidad inicial de determinar la intencionalidad de muchos actos (no)-verbales de nuestros interlocutores.

¿Qué dos condiciones debe cumplir un texto para causar humor?
  1.  Ser compatible parcial o plenamente con dos esquemas diferentes (incongruencia).
  2.  Los dos esquemas deben ser opuestos.


Semióticamente hablando, para Curcó, el humor nace de una suposición básica (key assumption), la cual se presenta en contradicción con la suposición previsible (target assumption).
Se invierte la situación gracias a la contradicción. El oyente, cuando recibe este mensaje, ve en el hablante una actitud de distanciamiento con respecto a una de las suposiciones.
Todo ello, se deben, en cierto modo, a que los hablantes tenemos la competencia gramatical para entender las diversas construcciones gramaticales, como los chistes.


Por otro lado, Attardo, en su obra “Violation of conversational maxims and cooperations: The case of jokes", reflexiona sobre el carácter del texto humorístico o chiste, desde la violación de los principios conversacionales de Grice. En los chistes, existe la intención de violar las máximas de Grice.

Así, también Yamaguchi sostiene que los chistes son violaciones de las máximas conversacionales de Grice. Sin embargo, para él, el narrador no es el responsable de romper la máxima. Por su parte, Attardo entiende que el narrador es culpable de la violación.


Al margen de esto, Raskin estudió cómo se percibe el carácter humorístico del texto, elaborando el esquema más exacto:

Fue Attardo quien amplió este esquema, exponiendo otras tres partes fundamentales del un texto humorístico:
  • Base presuposicional: son las implicaturas. Se sobreentiende la información que se nos da. Por ejemplo, “El Rey de Francia es calvo”. Se supone que en Francia hay Rey.
  • Metamensaje: es decir, la comunicación no verbal.
  • Supresión de la violación: El oyente puede interpretar el chiste seriamente y, por lo tanto, suprimir la violación de las máximas.

Veamos ahora algunos ejemplos. Vamos a “destripar” algunos chistes para ver dónde reside el humor:

-Conozco a un hombre con un ojo de cristal que se llama Antonio.
-Ah! ¿Y cómo se llama el otro ojo?
En este caso, el humor reside en que se ha producido un choque de contextos. Es muy ambiguo este diálogo porque encontramos, en el primer interlocutor que habla, dos antecedentes: ‘un hombre’ y ‘ojo de cristal’. Así, cuando se dice ‘que se llama Antonio’, el otro interlocutor (y el oyente del chiste) puede entender que ‘el ojo se llama Antonio’.
Se incumple, así, la máxima de manera del Principio de Cooperación de Grice.


Hay tres tipos de personas en el mundo: las que saben contar y las que no.
Aquí se incumple la máxima de calidad, porque se nos está dando una información incongruente. Si, en el primer antecedente, se dice que ‘hay tres tipos de personas’, después no se puede hablar solo de dos tipos.
En este caso, el humor lo encontramos en la idea de que el hablante se identifica con los que ‘no saben contar’.
Es muy importante destacar que el contexto extralingüístico es esencial. Si se saca de contexto, el enunciado carece de humor y el hablante sería tomado como mentiroso o bajo la idea de que ha sufrido un lapsus.


Este es un niño muy feo que va a la pescadería y le dice a la pescadera:
-Hola, ¿me puede poner usted bonito?
Y la pescadera le responde:
-Niño, aquí no hacemos milagros.
En este chiste, de nuevo, la ambigüedad hace acto de presencia. ‘Bonito’ tiene dos acepciones en este caso: 1. Pescado 2. Lindo, agraciado de cierta proporción y belleza. (Según el Diccionario de la RAE).
Así, el hablante1, el niño, sigue la primera acepción, con la imagen representacional del pez. Sin embargo, la pescadera sigue la otra acepción. Por ello, la incongruencia de la conversación.
Se incumple, así, la máxima de manera.


Estos son dos tomates que están en una nevera y uno le dice al otro:
-Puff. ¡Qué frío hace aquí!
Y el otro dice:
-¡Uy!, ¡¡un tomate que habla!!
Este chiste es incongruente desde el primer enunciado. En los anteriores, el antecedente sí nos daba cierta información verdadera que nos ponía en preaviso. En este caso, el hecho de que “dos tomates hablen” es imposible. Así, el humor (aunque el chiste sea malo) está asegurado. La metarrepresentación mental de la situación es, de por sí, cómica.
Además, viendo el caso en este vídeo, la comunicación no verbal y el contexto de una imitación/parodia vuelven a ser esenciales.


De esta forma, resulta evidente que el enunciado, en sí, no nos permite deducir la información completa al 100%. El contexto es determinante. Así, entran en juego, la gestualidad (cinesis y proxémica), la entonación o prosodia, etc. Es decir, la comunicación no verbal.
Sin embargo, en Semiótica, al estudiar los signos y las estructuras lingüísticas que hacen posible el humor, encontramos estas técnicas que permiten deducir las pistas esenciales para descubrir dónde reside el humor. Son rasgos formales dentro del enunicado que eliminan o cambian una interpretación. De ahí, los malentendidos o el humor.
Ese contexto es esencial porque hace que el interlocutor concluya la respuesta, acertada o no, siguiendo su representación mental. Cuando se alejan de esos principios, el hablante distingue el humor.



¿Os ha gustado? Si os ha parecido interesante, ahora os dejamos con una recopilación de los mejores chistes de la red. Juzgad vosotros mismos, porque en todos se cumple lo que acabamos de explicar:

Fuentes y bibliografía básica
Diccionario de la Real Academia Española – 22º edición

5 comentarios:

  1. Muy buen post. Lleno de referencias teóricas y de ejemplos. Y notablemente bien escrito, incluso con un cierto regusto irónico a veces.

    Puestos a poner un pero, estaría bien insertar en el texto los orígenes de las referencias, es decir,m explicar al lector qué ideas son de cada uno de los autores que citais, no sólo el nombre, sino también de dónde sale, para que el que esté interesado pueda seguir leyendo por su cuenta.

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  2. Muchas gracias!!!
    La verdad es que al realizar esta entrada en el blog nos dimos cuenta de todo lo que hay detrás de un simple chiste.
    Queda más que evidente la importancia del estudio de la Semiótica y los signos lingüísticos, debido a su enorme presencia en nuestra vida cotidiana. Muchas veces, no somos conscientes de ello.

    José Miguel Mancheño Lominchar - 2ºC Periodismo

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  3. Hemos introducido algunos enlaces de interés para todos aquellos que os interese el tema.
    Algunos de ellos, son referencias a los autores mencionados. Otros son artículos de expertos sobre el tema para ampliar nuestro estudio sobre el humor.

    José Miguel Mancheño Lominchar - 2ºC Periodismo

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  4. Me ha gustado mucho la entrada. Aunque prefiero seguir disfrutando de los chistes y las bromas sin pensar todos los componentes que van detrás, jajaja.

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    1. Muchas gracias por comentar nuestro post.
      Nos alegra que te haya gustado.
      La verdad es que sería muy complicado vivir pensando en todo lo que hay detrás de lo que decimos, pero es interesante conocer cómo funciona nuestro lenguaje.
      Un saludo

      José Miguel Mancheño Lominchar - 2ºC Periodismo

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