miércoles, 26 de marzo de 2014

¿Cómo podemos separar la ficción de la realidad en la era de la información? Descartar rumores y hacer noticias contrastadas

Vivimos en la conocida era de la información, en la que hay una cantidad inabarcable de ésta. En los medios de comunicación ya no se pretende informar bien, sino informar con rapidez; y con el boom de los diarios en Internet y el aumento del uso de redes sociales la competencia por ser los primeros en informar hace que se produzcan errores periodísticos y así una confusión entre lo que es realidad y lo que es ficción.
Primero deberíamos poder diferenciar entre lo que es un texto real y lo que es un texto ficticio. Un texto real, en periodismo, debe reflejar de la manera más objetiva posible la realidad que representa y además debe estar contrastado, es decir, que las fuentes consultadas sean fiables. En cualquier noticia verdadera publicada existe un texto real.
Por el contrario, un texto ficticio no tiene por qué asemejarse a la realidad, ni siquiera debe tratar de un hecho que haya ocurrido. En periodismo podríamos designar como texto ficticio una noticia falsa o aquel que a partir de una realidad construye otra paralela con la que sí estaría relacionado.
A veces el problema de publicar una noticia que resulta ser falsa no reside en el no contrastar, sino en tomar por cierto cualquier hecho que cuente cualquiera. Por ejemplo, nos hemos acordado de cómo Jordi Évole, el follonero, consiguió que en casi todos los medios nacionales se publicara esta información: Mari Carmen aseguraba que había metido en la lavadora el segundo premio de la Lotería Nacional y resultó ser que Mari Carmen había sido contrata por Jordi Évole para que fingiera ante los medios haber sido premiada. La noticia era falsa y los medios lo publicaron. Tras la emisión del programa del follonero los medios aclararon que todo había sido una broma de Évole.

Otro conocido patinazo de la prensa española tuvo lugar tras los atentados del 11 de marzo. El problema en este caso tampoco se trataba de haber tenido acceso a la fuente equivocada, sino de dar por hecho unas informaciones que aún no estaban demostradas. Tanto 'El País' como 'El Mundo' sacaron en portada una noticia que resultó ser falsa, dado que los atentados no fueron obra de ETA. Por lo tanto, el texto con el que venían estos diarios, era ficticio porque no era real, sino inventado.

Hace escasas semanas, Jordi Évole llevó a cabo el “experimento” conocido como Operación Palace, en el que se mostraba a la audiencia cómo el golpe de estado del 23 de febrero en realidad fue una película dirigida por José Luis Garci. Gran parte de la audiencia quedó cautivada por este programa y se sintieron indignados pensando que habían vivido una gran mentira que no había salido a la luz hasta ahora. ¿Qué consiguió Jordi Évole con ésto?, ¿reírse de la gente? En nuestra opinión dio una lección a todo aquel que estuviera viendo el programa, ya que estamos en un punto en el que nos creemos absolutamente todo lo que los medios nos cuentan. Él mismo afirmó en una entrevista días más tarde que “hay portadas de periódicos que en la contraportada no te dicen que es falso”.
Para poder hacer noticias contrastadas y descartar los rumores, los medios de comunicación deberían evitar que primase antes la velocidad que la buena información. Para ello, los periodistas deberían contrastar muy bien sus fuentes antes de dar por sentado que una información es creíble o verdadera. Las redes sociales han traido consigo un gran número de ventajas entre sus usuarios, pero también cabe añadir que muchas informaciones falsas publicadas por medios, han sido sacadas de Twitter.
Una de las principales características de Twitter es su velocidad. Cualquier persona, esté en la parte del mundo en la que esté, puede estar informado de todo lo que pasa a través de sus seguidores. Todos los medios de comunicación cuentan con un perfil en esta red social, y se encargan de publicar sus noticias ahí, además de tweets 'última hora'.
Pero no es oro todo lo que reluce, y es que un gran problema de que los medios estén presentes en Twitter es que, con tal de ser los primeros en publicar un tweet o una noticia en exclusiva, a veces no contrastan la información y terminan por publicar una noticia que resulta ser falsa, ficticia.
Imagen: @llourinho

En esta imagen, a pesar de que no se ve con mucha claridad, se demuestra como los medios, en ocasiones, se limitan a publicar una noticia sin contrastarla. Una cuenta de Twitter se pone en contacto con otra que tiene muchos seguidores y planean que el primero escriba un tweet polémico pero falso, y el segundo le dará retweet para que fluya la noticia. El tweet era el siguiente: “Seleccionador de Qatar: me dijeron que votara al portugués para limpiar la imagen de Blatter ya que aquí se celebrará el Mundial”. Como se ve en la imagen, algunos medios descartaron la opción de que fuera un mero rumor y lo publicaron como noticia real. Este es solo un ejemplo, pero existen muchos casos más.

Respondiendo a cómo podemos separar realidad de ficción en la era que vivimos, creemos que los medios deberían ocuparse más de contrastar las informaciones y por supuesto, de recurrir a fuentes fiables y citarlas siempre. La inmediatez es importante, por supuesto, y el auge de las redes sociales dificulta la acción de los medios pero dichos medios no pueden permitirse el lujo de fallar a la audiencia. El principal problema de internet es precisamente la rapidez con la que una información sale a la luz y son los comunicadores los que no deben quedarse en lo superficial de la información, sino que deben ir al fondo de la noticia para investigar si se trata de algo real o ficticio.  Que vuelva el periodismo de investigación, de calle, de contraste. Pero en caso de que los medios publiquen algo ficticio como real, la población debería también ejercer una labor de contraste y no quedarse con cualquier cosa que lea. El ciudadano debe estar preparado para recibir un bombardeo de noticias diario, y debería saber contrastar para no creerse todo lo que los medios le cuentan.


Irene Rodríguez
Raquel Mezquita

2º D periodismo

16 comentarios:

  1. Hola,
    Estoy muy de acuerdo con las cuestiones que planteáis en vuestra entrada. Por un lado, creo que el periodismo de hoy en día está perdiendo mucho de eso, de periodismo. Se han acabado las búsquedas de noticias, el periodismo de calle. Hoy en día todo está hecho y con eso nos conformamos, tanto los periodistas, como los propios ciudadanos. Creo que el periodismo es mucho más que coger una noticia y publicarla, creo que se necesitan unos procesos básicos, y entre ellos, el contraste de la información. En cuanto a los casos que ponéis, como el caso del 11M, me parece que fue uno de los peores errores periodísticos, ya que se dio por hecho sin contrastar que el atentado fue causado por la banda terrorista ETA. Y mencionando el programa "Operación Palace", creo que fue un programa, que a pesar de todo, nos hizo pensar si de verdad es la realidad lo que nos cuentan los medios o es una realidad creada por los propios medios.

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    1. Hola Andrea, muchas gracias por tu comentario, nos alegra que te guste la entrada.
      En cuanto al garrafal fallo del 11M, es cierto que las fuentes eran fiables, ya que la información provenía del Gobierno, pero queda demostrado que siempre hay que ir más allá, periodismo de investigación. Un saludo!

      Raquel e Irene

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  2. Buenas, coincido en vuestro punto de vista y en la aportación de Andrea. No he llegado a ver todavía "Operación Palace", pero por las reacciones en Twitter me da la impresión de que Jordi Évole dio una lección a muchos. Considero también que, con respecto al tema del 11M, hay un factor clave que es la presión política (y en otros casos empresarial). Vemos cómo, además de plegarse al 100 por 100 a las agencias de noticias, los medios ya no desconfían de las versiones oficiales, cuando dichos puntos de vista han de ser siempre vistos con más sospecha que confianza. ¿Para qué sirve un periodista si no es para ir más allá de la versión oficial (que puede ser conocida por cualquiera)?

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    1. Hola Roberto, gracias por el comentario. En cuanto a lo que dices de presiones políticas, es cierto que la mayoría de las veces se trata de eso, pero otras se trata de simple incompetencia. Por ejemplo el viernes pasado la Agencia EFE creó una noticia a partir de un tweet de la cuenta del 112 de Gran Canaria que tras 10 minutos se confirmó que era un error. La Agencia EFE borró el tweet con la noticia e hizo como si nada. Una vez más el periodismo español vuelve a quedar en evidencia; ser los primeros por encima de informar.

      Respecto a tu pregunta, aunque creemos que retórica, queremos aportar que estamos totalmente de acuerdo contigo y que, en el mundo tecnológico en el que vivimos, un periodista debería tratar de indagar y profundizar, no quedarse con lo superficial (como sería un comunicado oficial). Pero a algunos les puede la comodidad. Un saludo!

      Raquel e Irene

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  3. Hola, al igual que mis compañeros estoy de acuerdo con las opiniones planteadas en esta entrada. Creo que la "Operación Palace" dio una lección a todo el mundo. Para bien o para mal. Muchos de los que desde ese programa se declaran en contra de Jordi Évole a la larga se lo agradecerán, ya que empezarán a desconfiar de lo que los medios le cuenta. Se volverán más críticos. También quiero mencionar que cuando se prima el hecho de publicar por encima del hecho de informar, el periodismo pierde toda su esencia. Quiero pensar que la generación de periodistas que se está gestando, y de la que formamos parte, tenga el valor y sea capaz de poner punto y final a esta falta de profesionalidad.

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    1. Hola Cris, gracias por tu comentario.
      ¿En qué lugar nos deja a nosotros, estudiantes de periodismo, el hecho de que la población empiece a desconfiar de lo que informan los medios? En un futuro no sabemos a qué presente nos enfrentaremos, informativamente hablando, pero esperamos que la profesión se autorecicle o reeduque y podamos llevar a cabo una buena labor.

      Raquel e Irene.

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  5. Hola,
    Me ha gustado mucho vuestra entrada y además habéis puesto ejemplos, que a mi parecer, son muy útiles y muy importantes, sobre todo porque son noticias que conoce todo el mundo.
    Opino al igual que todos mis compañeros sobre la "Operación Palace" que hizo Jordi Évole. Pienso que sí es una lección, sobre todo, para gente que confía plenamente en los medios de comunicación y se cree que absolutamente todo lo que emiten es verdad. Por otro lado, usar redes sociales, como Twitter, como fuente de información, me asombra... y que la gente se lo crea tanto me asombra más.
    Pienso que solo unos pocos, que somos los que pasamos por las facultades de Periodismo y algún que otro ligado y muy interesado en el oficio, sabe la cantidad de información falsa que se dice todos los días, pero la inmensa mayoría de los espectadores y lectores no tiene ni idea. Creo, como dice Cris, que esta profesión hay que tomársela con muchísima profesionalidad.

    Sara Vera y Belén García

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  6. Gracias por tu comentario. Nos alegra ver que compartís nuestra opinión. Respecto a vuestro comentario, estamos totalmente de acuerdo con lo que decís; el periodismo necesita un lavado de cara urgentemente. Al tema de twitter, si te ha sorprendido lo que hemos puesto, te animamos a que busques más información, porque hay verdaderas barbaridades tomadas como noticias reales...Un saludo!

    Raquel e Irene.

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  7. Francisco Javier Yagüe García. 18 abril 2014. 8:48

    ¿Puede ser una ficción más verdadera qué la propia realidad?. Para mi está es la verdadera cuestión, y de ahí el éxito de "Operación Palace".
    Una información periodistica debe ser real, verdadera y lo más objetiva posible. Pero hay verdades incomodas que no se dicen. Los grandes medios son parte del sistema y quieren seguir siendolo, por lo que tienen un compromiso con él.
    La ficción, como ya sabemos, no tiene por que contar un hecho que ha sucedidido realmente, pero dentro puede contener mucha verdad, la verdad incomoda, que el sisitema esconde. La verdad puede ser trasmitida envuelta en una ficción. La ficción en teoría solo tiene un compromiso con la narración.
    "Operación Palace", antes de conocer el final fue creíble porque lo que se cuenta en el falso documental pudo ocurrir de verdad. Y lo más importante, que el sentir general de la sociedad no se cree la verdad "oficial"

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    1. Gracias por tu comentario Javier.
      Totalmente de acuerdo con todo lo que dices de que a veces una ficción contiene mucha verdad, y por supuesto que la verdad incomoda.
      Por otro lado, creemos que la mayoría de nosotros pensamos que la "Operación Palace" fue un bombazo, precisamente por el hecho de que hasta el final todo lo que contaban pudo haber pasado.
      Creemos que a nadie nos gusta sentirnos engañados, puede que por eso muchas veces no nos planteemos nada más allá de lo que nos cuentan, que no investiguemos. Un Saludo.
      Irene y Raquel.

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  8. Creo que hay que ser más preciso a la hora de comprar contenidos, porque el argumento del post se presta a la confusión. En los dos casos citados de Évole, son ficciones preparadas para demostrar que al usar ciertas formas de contar las cosas se terminan colando como verdades hechos que no lo son. Pero la cobertura de los medios del 11M tiene que ver con la credibilidad de las fuentes: nadie se puede imaginar que el ministro del interior es tan perverso como dar una información de cuya veracidad no tiene ninguna prueba. Sería interesante ver cómo cubrieron los medios internacionakles esas mismas horas, porque fueron convocados a una rueda de prensa especial para ellos, si no recuerdo mal. Y sospecho que, al depender menos del gobierno en sus políticas editoriales, se pudieron permitir más cautelas.

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    2. Buenas tardes, ambos pensamos lo mismo sobre los ejemplos de Évole, él cumplió su objetivo con los dos casos: el primero que toda la prensa española hablara de ello; y el segundo que la audiencia "despierte" y no se crea todo lo que aparece en los medios (así demostró la audiencia con sus comentarios, sobre todo en redes sociales). Además, fue el propio Évole quien dijo que la noticia de Mari Carmen era falsa y mostró cómo la preparó y cuál era el objetivo.
      En cuanto al caso del 11M, está claro que el ministro del interior es una fuente suficientemente fiable, pero el error de los diarios no fue el no contrastar, sino poner el titular "Matanza de ETA en Madrid" sin citar quien lo había afirmado. Es decir, creemos que lo correcto habría sido: Ángel Acebes: "Matanza de ETA en Madrid".
      Raquel e Irene.

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  9. Otro ejemplo clásico de la falta de contraste y verificación de fuentes es la portada de El País en la que había una supuesta foto del ex presidente de Venezuela siendo sometido a una operación.

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  10. Hola Isa, gracias por el comentario.
    Por supuesto que es un clásico de metedura de pata, pero queríamos utilizar ejemplos que hubieran sido cometidos por más de un medio. Pero muchas gracias por la aportación. Un saludo.
    Raquel e Irene

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